No es bueno trabajar con continuos sobresaltos.
Por si hay dudas: una ‘‘cita forzada’’ es una demanda de asistencia médica sin cita previa (cuando la agenda médica del día ya está llena), una urgencia entrecomillada; en definitiva, una sobrecarga asistencial injustificada.
La cita forzada es con frecuencia suscitada por la apremiante necesidad de una receta; para colmo, incluso por una prescripción privada y, para más inri, en ocasiones solicitada por paciente de otro médico. Increíble pero cierto.
Muchas citas forzadas no lo son siquiera por motivos de salud, sino de papeles; no creemos que sea necesario aclarar que el papeleo, cualquier trámite burocrático, no es nunca una urgencia médica, aunque hay gente que no quiere entenderlo.
Y dicho todo esto, unos pensamientos breves en torno a las citas médicas forzadas...
La cita forzada es con frecuencia suscitada por la apremiante necesidad de una receta; para colmo, incluso por una prescripción privada y, para más inri, en ocasiones solicitada por paciente de otro médico. Increíble pero cierto.
Muchas citas forzadas no lo son siquiera por motivos de salud, sino de papeles; no creemos que sea necesario aclarar que el papeleo, cualquier trámite burocrático, no es nunca una urgencia médica, aunque hay gente que no quiere entenderlo.
Y dicho todo esto, unos pensamientos breves en torno a las citas médicas forzadas...
- Las citas forzadas en los centros de salud son la muestra palpable del fracaso de la cita previa.
- Las citas forzadas quiebran la programación de cualquier agenda médica.
- Las citas forzadas suponen sobrecarga asistencial, van en contra de la calidad en salud y la seguridad del paciente.
- Las citas forzadas aceleran el pensamiento del profesional, lo descentran y perturban.
- Las citas forzadas provocan una situación asistencial como de guerra (de un campo de batalla)*, incompatible con la buena práctica clínica.
- Las citas forzadas son el principal rasgo diferencial de la atención primaria de salud hispana.
*Se habla incluso de ‘‘medicina de trinchera’’.
Free Improvisation - Cecil Taylor
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Paradoja del tiempo de consulta
Cuando había 3 minutos por usuario/paciente, ese ridículo tiempo era real. Pero cuando en la agendas se amplió el tiempo a 7 o 10 minutos, aparecieron las citas forzadas; de modo que entre citas normales se fueron introduciendo citas extraordinarias, y los tiempos iniciales quedaron muchas veces reducidos a la mitad o a la tercera parte, en función de su número imprevisible.
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