Se hace público en Galicia que las “campañas de promoción de (medicamentos) genéricos” no logran bajar el gasto farmacéutico. Al contrario, aumenta cada mes en relación al año anterior, en tanto las autoridades sanitarias hablan de “sensibilizar a médicos y pacientes”. Con todo, se justifica aduciendo que “se trata de un plan que necesita rodaje”, y se señala que “lo importante es reducir el gasto por receta, ya que no puede disminuirse el número de prescripciones con la demanda asistencial, que crece cada vez más”.
Si los medios recogen lo que se les ha trasmitido, mi establecido escepticismo proclama que el crecimiento del gasto farmacéutico seguirá imparable, por varias razones:
- Porque no se establecen medidas serias, sino “promociones” que recuerdan las rebajas de los grandes almacenes (pero sin derecho a devolución).
- Porque la e-receta induce un aumento del número de renovaciones por “efecto traca”, al emitirse en bloque mediante un programa informático “no inteligente”. (Ver: Receta electrónica y gasto farmacéutico)
- Porque el facultativo prescribe compulsivamente medicamentos genéricos innecesarios, tratando de compensar aquellos otros de nombre comercial (muchos prescritos por especialistas), afanoso de alcanzar porcentajes de absurdos objetivos.
- Porque no se consideran todos los factores condicionantes de la demanda y del gasto farmacéutico; sólo se señalan los poblacionales (envejecimiento e inmigración), obviándose las actividades preventivas, los nuevos medicamentos, la organización asistencial, etc (Ver: Prescripción médica y gasto farmacéutico)
- Porque no hay decisión política para realizar una financiación científicamente selectiva de medicamentos, en base a criterios de eficacia, riesgo-beneficio (seguridad) y coste-efectividad de los fármacos, atendiendo a la economía de la salud y particularmente a la farmacoeconomía.
Desde luego estos argumentos pueden ser rebatidos, pero en mi opinión se siguen dando palos de ciego; no quiero pensar en motivaciones espurias.
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Acabo de recibir información del gasto farmacéutico de mi Servicio de Atención Primaria, junto a algunos indicadores, entre ellos el porcentaje de genéricos prescritos. Pues bien, el gasto del primer semestre de 2010 ha sido de 5.776.378 €. Superior al mismo periodo de 2009, que fue de 4.722.613 €. En definitiva, un aumento del gasto de 1.053.765 €; en términos porcentuales, un incremento de más del 22 %. Eso sí, aumentó el porcentaje de prescripción de genéricos... El que no se consuela es porque no quiere.
Amigo mio, paso ahora a comentar cada uno de los argumentos que haz enunciado en tu entrada:
ResponderEliminarPorque no se establecen medidas serias: promocionar medicamentos como productos de consumo masivo es parte de las grandes farmaceuticas para "limpar" stocks, que los médicos acabemos en el piso inferior de la pirámide mercadotécnica es lamentable. En el seguro social del Perú tuvimos una buena capacitación que la dio un profesor de farmacología de nuestra facultad, pero él era un David enfrentando al Goliat, y su mensaje no fue general para todos los médicos de atención primaria del seguro.
Porque la e-receta induce un aumento del número...: y se presta para tantas formas de malversación, prescripción irracional, repetición de recetas, ya ten comenté en otra entrada sobre las e-enfermeras en nuestro querido Seguro Social.
Porque el facultativo prescribe compulsivamente ...: y lo triste es que hay estudios muy serios que demuestran que la eficacia y reducción de mortalidad de los genéricos ES EXACTAMENTE LA MISMA que en los medicamentos de marca. Mi amigo Marcos tenía una frase muy jocosa al respecto "aqui tiene abuelito, estas son otras pastillitas más para que se entretenga."
Porque no se consideran todos los factores...: Pero nuestros brillantes jefes solo están interesados en "despachar" al mayor número de pacientes. Jamás en la calidad de la atención o al menos, en la eficacia terapéutica. Atendidos, atenciones, buena cifra, buena cobertura.
Porque no hay decisión política para realizar una financiación científicamente selectiva...: estas políticas chocarían frontalmente con la industria farmacéutica y sus lobbies, así que en la parte política podemos perder las esperanzas.
El problema es complejo, y debe ser abordado en nuestro ámbito con un diálogo sincero y basado en la ciencia, pero denuevo otro problema, lograr que dos médicos dialoguen....
Querido Tony, has puesto los puntos sobre las íes. Efectivamente, la mercadotecnia manda, el negocio ofimático se impone, el prescriptor actúa como un autómata y la calidad terapéutica interesa poco o nada. Por encima, no hay un mínimo entendimiento entre los profesionales manipulados (¿a causa de eficaces estrategias de confusión?).
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu brillante comentario.
Hay un punto que está muy claro... y que parece que nadie vé o quiere ver..: cada vez aumenta más el porcentaje de genéricos, y sin embargo cada vez aumenta más y más el gasto...
ResponderEliminar¿A ver si hay otros condicionantes del gasto farmaceútico y los sistemas de salud no quieren verlos..?
Objetivo recetar más y más genéricos, aunque no vengan a cuento (omeprazoles, antibióticos por si acaso...), a fin de cobrar incentivos tipo ïndice sintético..
Y estos indices se cumplen, se cobran..(toma más gasto..),y sin embargo la factura de farmacía sube igualmente.
Y al final llega la e-receta, necesaria, pero que hay que definir, limitar, programar adecuádamente..
No puede ser que pongamos como crónico un paracetamol, o un ibuprofeno por si lo necesita y al final al tener la autorización hace que lo retire sin necesidad.
Distinto es ese medicamento para la hipertensión, diabetes, que necesita una caja al més..
Ahora se puede dar el caso que use menos de las que necesite, mal cumplimiento o adherencia, pero no damos más que las que pide..
El caso es que la cosa se desboca, que hay que regular, hay que hacer algo.
La industria, que está entre otras cosas para ganar dinero, tiene nuevas formas de atacar: estatinas mas ezetimibas, estatinas mas antihipertensivos, nuevas presentaciones de antiresortivos, que son prescritos como bien sabemos en especializada, que generan una prescripción inducida, y a la larga un aumento del gasto del que somos culpabiizados en primaria.
Creo que hay que pensar en cambiar la financiación... esto no se financia, y basta..
Estimado Fernando, hay claros condicionantes y determinantes de la prescripción médica, que en su momento analicé en un estudio publicado en Cadernos de Atención Primaria, al que te enlazo directamente –si bien los enlaces de esta entrada llevan al mismo–:
ResponderEliminarhttp://www.agamfec.com/pdf/CADERNOS/VOL15/02_Espazo_N15_1.pdf
(Nota. Los contenidos de ambas tablas están intercambiados)
Ahí consideré que el “Programa de incentivación de la calidad de prescripción” (PICP), implantado en teoría para modificar los hábitos prescriptores (en AP, claro), exigiendo porcentajes mínimos de determinados fármacos (Nuevos medicamentos, AINES, IECAS, Estatinas, Omeprazol, Genéricos y Penicilinas), entrañaba una perversidad que se oponía a la calidad. Un ejemplo: se dieron casos de prescripción de omeprazol como “protección” de fármacos no gastrolesivos y de envases de 14 capsulas en vez de 28 para alcanzar el objetivo previsto. Por otra parte, lo ideal sería la receta multiprescripción y financiar solamente los fármacos que han mostrado utilidad. Creo que nosotros hacemos bastante con señalar las irregularidades que detectamos en la práctica diaria y hacer propuestas de mejora. Tomar las medidas oportunas ya corresponde otros, a quienes han asumido la responsabilidad política en materia sanitaria. Lo malo que estos hacen oídos sordos y se nos castiga –injustamente– con recortes y se nos desincentiva moralmente, mientras otros se deja que otros se sigan poniendo las botas.
Un saludo y muchas gracias por tu interesante comentario.