The Enraged Musician (El músico enfurecido, 1741), de William Hogarth
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“Para el público los músicos parecen la encarnación de un sueño. Una persona descubre su talento, y además para uno de los trabajos más bonitos del mundo: la música. Se puede pasar la vida tocando, o sea, haciendo eso que más le gusta y que más ilusión le hace. Viaja por todo el mundo, pudiendo actuar, ser aclamado – ¿qué puede ser más bonito que eso?
Pero según algunos estudios este sueño hace que hasta el 80% de los músicos terminen con enfermedades. Una cifra, que médicos de medicina general nunca se imaginarían tan alta. A pesar de eso, ser músico cuenta como uno de los trabajos más dañinos y perjudiciales para el cuerpo. Más del 10% de los músicos empleados en orquestas alemanas están de baja.”
Estos son dos párrafos del artículo “Cuando cada sonido se transforma en preocupación”, que contrapone melodía y enfermedad, placer y dolor, goce y sufrimiento… relacionando Música y Medicina.
“The Sound of Music”, canción principal de la película del mismo título (1965),
traducida como “Sonrisas y lágrimas”
Me encanta el grabado de Hogarth. Está lleno de detalles satíricos. Es un placer mirar la imagen a mayor aumento. Gracias por tan buen rato.
ResponderEliminarDesde luego el grabado es muy sugerente y no dudé en traerlo como ilustración. Me alegro que te haya gustado, amigo Juan.
EliminarUn médico-melódico abrazo.
Querido José Manuel: qué interesante. Está claro que las apariencias engañan en muchas ocasiones. El artículo merece una lectura atenta que , desde luego, haré en cuanto acaben mis evaluaciones. Sobre la imagen comparto la opinión de Juan.
ResponderEliminarMoitos bicos ¡y gracias por ilustrarnos!
Sí que engañan las apariencias, amiga Lola. El color de rosa se puede ennegrecer (como el texto). Pero siempre cabe prevenir las lesiones o, ya producidas, tratarlas, para continuar dando rienda al arte de los sonidos. La Música por encima de todo.
EliminarMelodiosos besos.