Gioacchino Rossini (1792-1868) fue un prolífico compositor de ópera; tiene 37 óperas en su haber, compuestas entre 1810 y 1829, siendo El barbero de Sevilla (1816) la más famosa. También son conocidas La italiana en Argel (1813), El turco en Italia (1814), La Cenerentola (1817) y Semiramide (1823). La última de todas fue Guillermo Tell, inspirada en el drama de Friedrich Schiller sobre este personaje legendario de la independencia de Suiza, y es considerada por muchos como su obra maestra (1829). En 1831, a los 37 años, dejó de componer, por razones desconocidas (¿hastío?, ¿enfermedad?, ¿acaso por su otra pasión: la de gourmet?), y hasta el final de su vida solo aportó otras dos obras importantes: el Stabat Mater (1842) y la Pequeña misa solemne (1864). [v. Composiciones de Rossini]
De elegir una pieza para la isla desierta, no sería desacertado llevarnos la obertura de Guillermo Tell, su última ópera, cuya peculiar estructura la convierte en una sinfonía en miniatura (*). Sobre ella, valga una apropiada descripción ajena:
La obertura se ha convertido en una de las piezas más interpretadas de todas las épocas. Está articulada en cuatro movimientos contrastados: lento, rápido, lento y rápido. En la primera parte lenta [Preludio], el violonchelo es el indudable protagonista, interpretando una melodía de gran belleza expresiva. En la segunda [Tormenta], más rápida, la orquesta va despertándose misteriosamente hasta culminar en un crescendo – tutti electrizante, que podría asociarse al paisaje sonoro de una tormenta; una de aquellas que Rossini gustaba incluir en sus obras. La tercera parte [Ranz des Vaches "llamada a las vacas lecheras"), lenta, contiene el diálogo entre un corno inglés y una flauta travesera. (Didáctico ejemplo para discriminar las diferencias tímbricas de ambos instrumentos.) La parte final de la obertura [Galop "carga de caballería"], la más conocida y popular, es una explosión de alegría con trepidantes destellos rítmicos.
(*) Las oberturas de Rossini siguen una fórmula básica: movimientos de sonata sin secciones de desarrollo, generalmente precedidas de una introducción lenta, ritmos exuberantes, estructura armónica simple y un clímax crescendo.
Gioachino Rossini (Fuente: Wikipedia) |
Apunte médico-melódico (Patobiografía de Rossini).- Entre las múltiples hipótesis parciales, se habla de patologías atribuidas también a otros genios creativos: síndrome maníaco-depresivo, complejo de Edipo y paranoia. En su correspondencia parecen advertirse rasgos paranoicos en su personalidad, pero hay pruebas más convincentes de la existencia de un síndrome maníaco-depresivo. Por otro lado, Rossini padecía uretritis crónica (supuesta gonorrea crónica), precisando desobstruir a menudo la uretra mediante catéteres. Además, tenía obesidad, aquejaba hemorroides y sufrió una trombosis por enfermedad vascular periférica, probablemente a causa de sus transgresiones alimentarias (era un gran comilón). Y un carcinoma anorectal fue la causa de su muerte. Llegó a ser intervenido por Auguste Nelaton, pionero de la cirugía abdominal, pero la operación se complicó con una infección, algo habitual en la época previa a la antisepsia; justo un año antes (1867), Joseph Lister describía los fundamentos de la técnica antiséptica en un artículo publicado en The Lancet, pero habrían de pasar muchos años para la aceptación del método de Lister.
Y ahora disfrutemos de la maravillosa Obertura de Guillermo Tell, en una vibrante interpretación, de de la Orquesta Filarmónica de Berlín y Herbert von Karajan.
[Vídeo añadido post., por eliminación del previo]
Nota. La ópera Guillermo Tell de Rossini está inspirada en el drama homónimo de Schiller sobre el personaje legendario de la independencia de Suiza, hábil ballestero de quien la memoria colectiva recuerda la escena en la que es puesto a prueba por una ofensa al gobernador (no le hizo una obligada reverencia), debiendo disparar una flecha a una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo.
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