La medicina institucionalizada ha llegado a ser una grave amenaza para la salud. El impacto del control profesional sobre la medicina, que inhabilita a la gente, ha alcanzado las proporciones de una epidemia. Yatrogénesis, el nombre de esta nueva plaga, viene de iatros, el término griego para "médico", y de genesis, que significa "origen". La discusión de la enfermedad del progreso médico ha cobrado importancia en las conferencias médicas, los investigadores se concentran en los poderes enfermantes de la diagnosis y la terapia, y los informes sobre el paradójico daño causado por curas contra enfermedad ocupan cada vez mayor espacio en los prontuarios médicos. Las profesiones de la salud se encuentran al filo de una campaña de limpieza sin precedentes. "Clubes de Cos", bautizados en honor de la Isla griega de Doctores, han brotado aquí y allá, reuniendo médicos, droguistas glorificados y sus patrocinadores industriales del mismo modo como el Club de Roma congregó a "analistas" bajo la égida de Ford, Fiat y Volkswagen. Los proveedores de servicios médicos siguen el ejemplo de sus colegas de otros campos al amarrar al palo de "límites al crecimiento" la zanahoria de "siempre más" vehículos y terapias. Los límites a la asistencia profesional a la salud son un tema político que crece con rapidez. A qué intereses servirán dichos límites dependerá en gran parte de quién tome la iniciativa de formular que son necesarios: gente organizada para una acción política que desafíe el poder profesional cimentado en el status quo, o las profesiones de la salud decididas a expandir más aún su monopolio.
De la Introducción a Némesis médica, de Iván Illich
El polémico pensador austríaco Iván Illich (1926-2002), de quien algunas frases o sentencias hemos recogido en este blog, ha sido muy crítico con las instituciones, el trabajo no creador, el desmedido consumo energético, la educación escolar y la medicina profesional. Así, en su Némesis médica (1975), se ensaña con la medicina institucionalizada, planteando que “las enfermedades no han ido cediendo por obra de la medicina, sino por la transformación de las formas de vida que incluyen nuevas prácticas de higiene”, y que “el paradigma biomédico no contribuye a la mejora del estado general de salud de la sociedad, siendo un obstáculo que limita la autonomía, el autocuidado, para convertir la salud y su cuidado en patrimonio exclusivo de las compañías e instituciones sanitarias”.
Nota. Illich usa el concepto de némesis (justicia retributiva o «venganza divina») y su opuesto, hybris (desmesura humana): «Nuestra hybris higiénica contemporánea ha conducido al nuevo síndrome de nemesis médica».
Partes y capítulos de Némesis médica de Ivan Illich (en pdf AQUÍ):
Parte I: Yatrogénesis Clínica
Némesis médica / Iván Illich, por Pilar Álvarez del Valle
El disenso de Iván Illich, por Wayward Wandering
Parte I: Yatrogénesis Clínica
- 1. La epidemia de la medicina moderna
- 2. La medicalización de la vida
- 3. Matar el dolor
- 4. La invención y eliminación de la enfermedad
- 5. La muerte escamoteada
- 6. Contraproductividad específica
- 7. Contramedidas políticas
- 8. La recuperación de la salud
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Enlaces
Némesis médica, por Manuel QuijanoNémesis médica / Iván Illich, por Pilar Álvarez del Valle
El disenso de Iván Illich, por Wayward Wandering
Destruyendo el concepto de salud: el humanismo radical de Ivan Illich
La expropiación de la salud, de Juan Gérvas y Mercedes Pérez-Fernández
La expropiación de la salud, de Juan Gérvas y Mercedes Pérez-Fernández
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