La influencia del jazz sobre la samba y el espíritu de la negritud que impregnó a músicos blancos atraídos por los ritmos afroamericanos, dio lugar a una nueva música armónicamente sofisticada que alcanzó gran popularidad en Brasil: la Bossa Nova, cuya traducción al castellano sería “Nueva Ola”. El nacimiento de este género musical en Río de Janeiro, en la década de 1950, supuso un hito en la cultura brasileña. Aprovechando el extrovertido ritmo percusivo y sincopado del samba, se creó así un nuevo estilo, íntimo, plácido y acariciador.
El pianista y compositor Antônio Carlos Jobim –o simplemente Tom Jobim– y el guitarrista-cantante João Gilberto, junto con el poeta Vinicius de Moraes, son considerados los creadores de la Bossa Nova. Desde su país de origen se difundió por todo el orbe, gracias en gran parte al impulso dado por el saxofonista de jazz Stan Getz, cuyas grabaciones de esta música sensual, y en particular las que hizo en colaboración con Joao Gilberto (Garota de Ipanema, Desafinado, Corcovado…), han dejado una huella imperecedera. Y en un flujo bidireccional, acabó influyendo en el propio jazz.
Con la segunda generación de la Bossa Nova, surgió en la década de 1960 la Música Popular Brasileña (MPB), que fue introduciendo diferentes elementos musicales urbanos (rock, pop, reggae) y una carga de contenido social en los textos de sus canciones. Vinicio de Moraes, uno de los integrantes del referido trío creador de la Bossa Nova, fue el iniciador de la MPB. Buenos representantes de la misma, creadores e intérpretes, son Caetano Veloso, Gilberto Gil y Chico Buarque. De la existencia de otros muchos, y de su importancia, puede comprobarse entrando en los enlaces genéricos o indagando en publicaciones específicas.
Para remontarnos a los inicios de la gran revolución musical urbana de Brasil, nadie mejor que João Gilberto y Antônio Carlos Jobim; el pianista-compositor y el guitarrista-cantante, de quien Caetano Veloso cantó “Melhor do que o silêncio, só João”. Traigo aquí Desafinado, una de las piezas eternas de la Bossa Nova, disfrutable aun con deficiencias técnicas de grabación.
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Nota. La batucada, ritmo repetitivo y acelerado, interpretado por un conjunto percusivo (de tambores), se considera una derivación de la samba.
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