Réquiem es palabra latina que significa “descanso” y la Misa de Réquiem, también llamada Missa pro defunctis o Missa defunctorum, es la ofrenda por el eterno descanso de los difuntos, un ruego por sus almas. Como servicio litúrgico puede ser seguido por los católicos, pero también por los cristianos anglicanos y ortodoxos. Y como composición musical puede ser interpretada en una sala de conciertos o servir de realce al servicio litúrgico. Seamos o no creyentes, es difícil substraerse a la emocionante belleza de algunas misas de réquiem compuestas por inspirados compositores.
La Misa de Réquiem suele tener las siguientes secciones:
- Introitus: Requiem aeternam («Descanso eterno»)
- Kyrie: Kyrie eleison («Señor ten piedad»)
- Sequentia: Dies Irae («Día de la ira»)
- Offertorium («Ofrecimiento»): Domine Iesu Christe («Señor Jesús Cristo»), Hostias («Plegarias»)
- Sanctus: Sanctus, sanctus («Santo, santo»)
- Benedictus («Bendito»)
- Agnus Dei («Cordero de Dios»)
- Communio («Comunión»): Lux aeterna («Luz eterna»).
Pero hay variantes, en forma de división de alguna de estas secciones, lo que suele suceder con la Sequentia (Dies irae, Tuba mirum [«La trompeta»], Rex tremendae [«Rey inmenso»]), Recordare [«Recuerda»], o de movimientos añadidos: motete Pie Jesu («Piadoso Jesús»), Libera me («Líbrame») o In paradisum («En el paraíso»), los dos últimos cerrando algunas composiciones.
Hay grandes logros musicales de Réquiem, como el de Berlioz (“Grande Messe Des Morts”), el de Brahms ("Ein Deutsches Requiem"), el de Fauré o el de Verdi (“Messa da Requiem”). Pero el que ha hecho correr más tinta es el Réquiem de Mozart, pues el compositor falleció en extrañas circunstancias antes de acabarlo y pareciera haberlo escrito para sí mismo. Fue completado por otros músicos y de las diferentes versiones la más reconocida es la de Süssmayr, si bien algunos críticos no encuentran en el resultado final la pureza mozartiana. De sus ocho secciones, la Secuentia tiene tiene seis partes (Dies irae, Tuba mirum, Rex tremendæ, Recordare, Confutatis, Lacrimosa) y el Offertorium dos (Domine Jesu, Hostias).
Valga esta bella Misa de Réquiem y, de íntimo epílogo, el conmovedor “Pie Jesu” (Piadoso Jesús) del Réquiem de Fauré, como celebración del Día de difuntos.
Requiem de Mozart (Selec.)
Introitus
Dies Irae
Rex tremendae
Lacrimosa
Requiem de Fauré: ‘‘Pie Jesu’’
Pie Iesu Domine,
dona eis requiem (sempiternam requiem),
Amen.
Piadoso Señor Jesús,
dales el descanso (eterno descanso),
Amén.
***
Sursum corda (Levantemos el corazón)
Misa (música) y Misa de Réquiem
La misa, como forma musical, es una composición coral del género sacro que tiene seis secciones principales: 1-Kyrie, 2-Gloria, 3-Credo, 4-Sanctus, 5-Benedictus (continuación del Sanctus), 6-Agnus Dei. Pero puede tener otras partes añadidas: Canto de entrada (Introitus), Salmo responsorial, Aleluya, Aclamación al Evangelio, Ofertorio (Presentación de dones), Aclamación Eucarística, Amén, Padre Nuestro, Comunión, Rito de Salida.
La Misa de Réquiem, por los difuntos, suele tener las secciones arriba indicadas.
ANEXO: MISA (consagración de la Eucaristía)
¡Música sublime!
ResponderEliminarEl Réquiem de Mozart me parece, José Manuel, algo sobrenatural, más allá de lo posible para un ser humano... La "Lacrimosa" me conmueve siempre, cada vez que la escucho (y lo hago una y otra vez) como si fuese la primera.
Te agradezco sinceramente este rato, en que he rozado el cielo.
Que disfrutes una feliz semana.
Ya lo creo, amigo Francisco, la Lacrimosa es especialmente emocionante. En youtube hay una excelente interpretación:
ResponderEliminarCoro de la Ópera de Viena y Orquesta Filarmónica de Viena dirigidos por Karl Böhm.
http://www.youtube.com/watch?v=G-kJVmEWWV8
Feliz semana, amigo mío.
Excelente interpretación, en verdad, José Manuel. La he añadido a "mis favoritos" en YouTube. Gracias.
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