Leyendo una reflexión periodística sobre la Galicia que puede ser y no es, me detengo en las claves:
- Siendo la primera productora de leche, no consigue crear una industria transformadora que ponga en valor la materia prima.
- Siendo una potencia marisquera, descuida su naturaleza y acaba importando marisco de Escocia y Canadá.
- Teniendo un rico patrimonio histórico, no valora su historia y lo mejor de sí misma se cae a trozos.
- Teniendo un potencial humano, se pierde en un individualismo destructor que la daña social y económicamente, obligando a emigrar a sus mejores hijos.
En definitiva, falta de iniciativas empresariales, maltrato del medio –y destrucción del paisaje–, abandono del patrimonio, minifundismo por doquier… entre el aislamiento, la chapuza, la cerrazón y la falta de orgullo. Pensemos en un pueblo, en una ciudad o en un país que todo lo tiene y no consigue realizarse, que no materializa sus grandes posibilidades, insuficientemente desarrollado, que puede (pudo) ser y no es (fue). Y pese a todo, casi en un acto de masoquismo, se quiere.
Un cantar popular recogido por Manuel Leiras Pulpeiro (médico y poeta) resume un indeseable proceder galaico, pleitista, egoísta, cainita y masoquista:
Púsenlle preito a un veciño
polo derrego dun leiro;
perder, perdín canto tiña,
pero amolar, amoleino.
(Le puse pleito a un vecino
por el lindero de un campo;
yo perdí cuanto tenía,
pero él quedó fastidiado.)
Y otro canto interior, olvidado de ruindades humanas, trata de alzarse para loar las bondades, los verdores, los mil ríos, los azules… el mar que se adentra inigualable.
Sementeira – Fuxan os ventos
Desde la Hispania Ulterior, en el entorno de la púnica Gades, amigo José Manuel, me he sentido muy cerca de cuánto dices, a pesar de estar tan lejos.
ResponderEliminarUn solidario abrazo.
Desde la Gallaecia también me siento cerca de tu tierra gaditana y andaluza, querido Francisco. Y sé que, como aquí, junto a sus glorias coexisten sus miserias.
ResponderEliminarUn fraternal abrazo.
Y estas miserias también se pueden comprobar en pueblos hispanoparlantes como el Peru...
ResponderEliminarPero tus reflexiones han motivado otras tantas amigo José Manuel. Tal parece que la falta de implementación de tecnologías está en la raíz de varios problemas, como el darle valor agregado a los lácteos, o cumplir con los estándares en la pesca y empaquetado de mariscos. Cuando un país o región comienza a cerrarse en envidias vanas, en orgullos inconsecuentes, en luchas interinas con el mayor despropósito, derrepente ve como se va quedando rezagada y veces eso solo sirve para retroalimentar estas acciones negativas. Cuanto de eso también pasa en el Perú.
En todos los lugares se cuecen habas, amigo Tony. Poseer riquezas y no explotarlas adecuadamente, por los motivos que sea, es es como tener un Potosí y verse obligado a vivir en precario.
ResponderEliminarLas miserias humanas -fruto de egoísmos y estrecheces de miras- habrán de ser superadas con la generosidad y la sana inteligencia.
Non tedes nin puta idea do potencial da Galiza, nis os que comentades, nin os que escribides meras narracións que mamades antes de copialas, subnormales desterrados. Traballade polo pobo e deixade de amolalo.
ResponderEliminarPara emitir un xuizo racional hai que saber ler e, por suposto, estar sobrio. E para facer patria, primeiro hai que ser respectuoso (non insultar a ninguén) e despois traballar por ela, polo benestar dos seus membros, sen favorecer a langráns que a destruen.
EliminarUn galego que traballa en non amola.
Pois a min amólasme. Non vexo positividade nin no mapa nin na poesía. Non sei, se amo a miña terra, gústame explotar o bo dela e non buscar os defeitos.
ResponderEliminarPido desculpas tamén pola subida de tono. Buscaba un mapa para debuxar unha homenaxe ás víctimas de onte, e acabei co teu, e non me gustou. Pero o homenaxe fíxeno.
Penso que é mellor non mesturar unhas cousas con outras.
EliminarDe tódolos xeitos, ¡viva Galicia e os galegos!