Han pasado treinta años desde el intento de golpe de Estado en Hispania,
a poco de su recién recuperada democracia.
a poco de su recién recuperada democracia.
El 23 de febrero de 1981 un grupo de guardia-civiles capitaneados por el teniente coronel Antonio Tejero irrumpió en el Congreso de los Diputados, durante la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, tras dimitir Adolfo Suárez.
A los más jóvenes no les provocará ninguna emoción, por no ser conscientes de los hechos en aquellos momentos o no haber nacido todavía. Quienes lo vivimos, comprendemos el valor de residir en un estado libre, aunque no sea ni de lejos el ideal.
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