miércoles, 2 de febrero de 2011

Médico de familia: Satisfacción y desgaste


Satisfacción. Estado placentero por cumplimiento de una necesidad o un deseo.

Desgaste. Pérdida de fuerza y entereza. 

La satisfacción de ser médico de familia/general/de cabecera no es garantía para evitar el desgaste profesional; el que hoy está satisfecho puede llegar mañana a quemarse. Y el proceso evolutivo no depende únicamente de la personalidad individual –de factores endógenos o motivaciones intrínsecas–, también y sobre todo de la organización asistencial, de las (malas) condiciones, de factores exógenos o motivos extrínsecos. Uno podrá afirmar que le gusta mucho lo que hace, pero si es honesto tendrá que admitir a su vez que no le gusta lo que le obligan a hacer, salvo que se engañe a sí mismo o sea masoquista. Es fácil ordenar “¡hazte cargo de tu trabajo y de tus emociones!”, ignorando el desempeño de funciones dentro de una organización que establece normas irracionales.

“Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás” es sentencia consabida, pero no por ser voluntariosos hemos de resignarnos a sufrir eternamente las consecuencias de nefastas gestiones sanitarias. Las habilidades comunicacionales no valen, o sirven de poco, cuando hay obstáculos impuestos desde fuera; en definitiva barreras del medio derivadas de la organización externa (a unir a las del entrevistador y del paciente); aparte de que al paciente le interesan más los resultados que el modo de alcanzarlos.

El hombre que no se contenta con poco, no se contenta con nada. (Epicuro de Samos) [Quien espera mucho de su trabajo, no está nunca satisfecho con él.]

Quede claro que una cosa es amar la profesión y otra las condiciones sociolaborales, y dudo que algún médico de familia en Hispania pueda comulgar con ellas, a no ser que no tenga los pies en el suelo o sea presa del delirio (o, como alguien dijo, que afronte la situación con estrategias de idealismo en vez de asir las de negación del polo opuesto, realistas si se quiere).

La satisfacción laboral “es una respuesta afectiva o emocional hacia varias facetas del trabajo del individuo” (Kreitner & Kinicki, 1997)

Es muy difícil mantener la ilusión y es fácil caer en el desaliento, hundirse o quemarse; u ondular en función de la “hartura”. Cuando las condiciones no satisfacen y los estímulos favorables son pocos, cuando por encima se penaliza económicamente y no se facilitan medios necesarios para el buen desarrollo laboral, cuando hay que asumir la carga de trabajo de los compañeros ausentes (¡reducción del concepto de Equipo de Atención Primaria!), sin compensación alguna, cuando a la autoridad sanitaria le da lo mismo que se hagan las cosas bien o mal y poco o nada le preocupa la calidad asistencial, ¿qué ilusión cabe mantener y qué claridad puede atisbarse en el horizonte sanitario, particularmente médico? Los resultados dependen de la estructura y del proceso, y si aquélla falla…

El desgaste profesional es consecuencia de una insatisfacción continua.

La satisfacción médica ha de entenderse como la sensación placentera experimentada con la labor sanitaria bien hecha, el cumplimiento de un servicio a los pacientes dentro de un marco de racionalidad asistencial, con tiempo suficiente, sin presiones desmedidas, sin cargas ajenas a los cometidos que definen la esencia de los profesionales de la salud.
SATISFACCIÓN PROFESIONAL. Lo que de algún modo hace feliz al galeno. En una encuesta de diciembre de 2003, se concluía que los médicos hispanos estaban insatisfechos, desmotivados, faltos de promoción y limitados de tiempo para formación.
El desgaste médico, en el otro extremo, indica el deterioro, el debilitamiento o la extenuación consecuente a la insatisfacción de no poder trabajar a gusto en la consulta, abrumado el galeno por mil cuestiones no sanitarias y esclavizado a una tecnología de la información proyectada como un fin en sí misma.
DESGASTE PROFESIONAL. Significa estar quemado, burnout en inglés, como se denomina internacionalmente. Lo que hace infeliz al galeno. [v. QUEMADO, SÍNDROME DEL]
“Buscar la satisfacción y procurar eludir el desgaste” es el conveniente mensaje cargado de optimismo, pero la realidad nos lo destruye cada día. Oscilamos entre el desencanto y el orgullo profesional, en la tesitura de querer y no poder.

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Enlace (entrevista a Barbara Starfield)
El médico de familia debería cobrar más que el cardiólogo 
El problema del desgaste profesional es mundial. El primer nivel asistencial no está recibiendo el apoyo que merece. 
—El sueldo de los médicos de familia debería ser superior al de los cardiólogos. Porque su trabajo es mucho más difícil. El médico de familia es especialista en la incertidumbre, no como el resto de los especialistas, que están orientados a enfermedades concretas.
El tiempo [de consulta] que importa es el necesario para que el profesional entienda cuál es el problema de esa persona
—La visita médica es necesaria para entender lo que nos cuenta el usuario, no para manejar su evolución. Para eso son válidas otras formas de comunicación, como el teléfono o el correo electrónico. 
—La medicalización excesiva nos está poniendo en peligro. (...) Debemos dar marcha atrás… 
—Esta disciplina representa el mayor desafío intelectual en el área de la medicina. 
—La tecnología está a punto de destruir la salud... ¡porque se usa mal!

ANEXO: AFORISMOS SOBRE LA SATISFACCIÓN
  • Prefiere la satisfacción duradera a la gratificación inmediata. (Epicteto)
  • Toda necesidad se calma y todo vicio crece con la satisfacción. (Amiel) 
  • Por muchas riquezas que el hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás. (B. Pascal
  • Cuando el diablo está satisfecho, es una buena persona. (J. Swift) 
  • La vanidad no atiende a razones hasta que no está satisfecha. (J. Joubert
  • Es más fácil reprimir el primer capricho que satisfacer todos los que le siguen. (A. Lincoln)
  • He aprendido a ser feliz limitando mis deseos, antes que satisfacerlos. (J. S. Mill)
  • El poeta que estuviera satisfecho del mundo en que vive, no sería poeta. (G. Papini) 
  • El buen vendedor busca la satisfacción del cliente.
—Insatisfacción
  • Los numerosos viajes realizados para descubrir tierras demuestran la insatisfacción universal. (F. Rückert)
  • El amor es un eterno insatisfecho. (J. Ortega y Gasset)  

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