Leyenda: [Consulta médica, Museo Etnográfico Extremeño de Olivenza]
La figura del médico rural, junto a la del cura y la del maestro, han sido una constante en la historia de muchos pueblos.
Los avances científicos del siglo XIX marcaron la formación y actitudes de grandes profesionales que ejercieron en Olivenza. Nombres como los de Victoriano Parra, la dinastía de los Ramírez o Valeriano Cabral están ligados al progreso de la ciudad. De ellos y su compromiso surgieron iniciativas que permitieron luchar contra las epidemias y promover medidas de saneamiento hasta entonces desconocidas.
En la consulta pueden distinguirse varios espacios, siendo la mesa de despacho el centro administrativo y punto inicial de contacto con el paciente. A la izquierda, camilla de reconocimiento y mesa auxiliar de primeras curas. Por los asientos, el maletín de visitas, los estetoscopios y un aparato para medir la presión arterial. Al lado del lavabo, armazones y pesas de metal para inmovilizar las extremidades escayoladas. En el mueble de la pared pueden observarse una selección de medicamentos. En la vitrina, una colección de instrumental que incluye estuche de madera con patente francesa para realizar autopsias y dos más pequeños de cirugía.
A la derecha, laboratorio de análisis clínicos. Se aprecian, además del microscopio, tubos de ensayo, hornillos, mecheros Bunsen, placas de preparaciones y estufas de cultivo. Los envases con productos químicos, reactivos y colorantes, se encuentran dispuestos en la estantería. Se muestran también dos morteros de farmacia fabricados en hierro y mármol, así como báscula para recién nacidos y adultos.
Especial mención merece el instrumental de ginecología, en el que destacan valvas y fórceps. Al fondo, una antigua nevera para conservar las vacunas.
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