La medicina, que es arte y ciencia, precisa de una entrega como quizá ninguna otra profesión. Sometida a la incertidumbre y supeditada a un horario no siempre definido, su ejercicio tiene mucho de vocacional. Hasta el punto de que a veces se habla de sanitario sacerdocio, sobre todo en el medio rural. Y hemos pretendido recoger esta hermosa y admirable entrega en un poema.
ENTREGA MÉDICA
La primera obligación del médico es la ciencia; la primera condición la conciencia;
la primera necesidad la paciencia. FLORENCIO ESCARDÓ
Por la noche engullido y ¡ay! te despiertan,
cuando bien reposabas a pierna suelta.
¡Implica desagrado retirar las sábanas!
(De un tirón el descanso no tiene precio.)
cuando bien reposabas a pierna suelta.
¡Implica desagrado retirar las sábanas!
(De un tirón el descanso no tiene precio.)
A un sueño fragmentado verse obligado...
Fastidioso tributo de profesiones
sanitarias de entrega muy remarcable.
Carga de medicina y enfermería.
Si obligación primera siempre es la ciencia
y condición primera es la conciencia,
necesidad primera es la paciencia.
Asumir conociendo y atemperando.
Entonces el galeno debe adaptarse
y aceptar impasible la incertidumbre
y evitar, por supuesto, la irritación.
Vocación se precisa. ¿O alguien lo duda?
"Andante" de la Sinfonía nº 1 de Balakirev
***
La entrega médica supone sacrificio y goce.
VOCACIÓN MÉDICA [Vocación y Medicina]
Si la vocación es una «llamada», la vocación médica es la «llamada de la medicina». Gregorio Marañón, en su ensayo Vocación y ética (1935), dijo:
La vocación es, en su etimología y en su real y vulgar acepción, la voz, voz interior, que nos llama hacia la profesión y ejercicio de una determinada actividad.
Valga también un artículo al respecto que enlazo: «Sobre la vocación médica...».
La vocación es una cualidad que define al buen médico y está presente en los profesionales sanitarios de referencia. La vocación médica puede definirse de varias formas, pero tal vez alcance un amplio consenso la que propone que es una motivación profunda de servicio al enfermo y a la sociedad que está determinada por las vivencias y el entorno. Si bien la mayoría de médicos y estudiantes de medicina invocan la vocación y el atractivo intelectual para su elección, no es menos cierto que el azar o la pertenencia a un determinado grupo social pueden ser decisivos en algunos casos. Los literatos, por su parte, suelen atribuir a sus personajes valores tradicionales de la medicina y de la vocación médica como el altruismo o la empatía, así como algunos estereotipos de la imagen de la profesión.
Sobre la vocación médica habría mucho que decir; alegar incluso que, aunque entrañe sacrificio, la entrega no ha de implicar esclavitud.
En general, la vocación es una tendencia positiva que suscita un estado de alegría.
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