miércoles, 10 de enero de 2024

Ejercicio de la medicina e idioma cooficial


Dialogar en diferentes idiomas, conociendo las personas que conversan una lengua común, es de tontos o de intransigentes.

Cuando se estableció la obligatoriedad del conocimiento de las lenguas cooficiales de las regiones o comunidades autónomas españolas con lengua propia para ejercer como médico, tal vez no se pensó en el obstáculo que suponía parar la atracción de profesionales desconecedores de esas lenguas, aunque conocedores de la lengua oficial del Estado. De modo que hablar castellano o español no era suficiente para ejercer en Galicia, Cataluña o el País Vasco, bajo la exigencia respectiva de hablar gallego, catalán o euskera. Pero con el tiempo y la carencia de galenos, la exigencia inicial se ha ido eliminando en función de las necesidades, yéndose incluso al inimaginable extremo de no ser necesario ni el conocimiento del español. Una actitud política incoherente e hipócrita. Sucedió en Galicia con la búsqueda de médicos portugueses. Y ahora sucede en Euskadi con la búsqueda de médicos extracomunitarios, ante la carencia de ibéricos («El País Vasco se queda sin médicos tras imponerles el euskera...»); eso sí, preferentemente hispanoamericanos, lo que evidencia el motivo obvio: que hablan español, idioma universal entendible en el País Vasco, al igual que en Galicia y Cataluña. En fin, no extrañaría que en un futuro no lejano se acabase contratando a médicos que sólo hablen inglés.

Es evidente que la política de imposición idiomática se ha vuelto en contra de los intereses sanitarios de los servicios de salud de territorios con lengua propia, por un capricho revestido de defensa cultural. Las imposiciones no suelen dar buenos resultados, al contrario de los métodos de seducción que favorecen el aprendizaje y hacen amar los idiomas. Y sobre todo se ha obviado el elemento principal de la medicina, la comunicación, con sus componentes verbal y no verbal, en favor de la lucha lingüística. Esperemos la superación del disparate idiomático inicial, repetido en el de los traductores en el Congreso y el Senado hispanos, instituciones de entendimiento y concordia vueltas de confusión y discordia. 

De herramientas de comunicación y puentes de acercamiento, nuestras lenguas se han convertido en armas de confrontación o de destrucción, en una absurda Babel. 

Los Tres - La Torre de Babel
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El lenguaje puede ser un arma de manipulación o de dominio.

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...es muy útil en las áreas rurales, ya que es la lengua vehicular para la mayoría de su población. 
...para que se reconozca el derecho del paciente a que se le hable en su lengua y mejorar su relación.

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