La ola (1896), de Adolphe Bouguereau |
El nombre del compositor y violinista mexicano Juventino Rosas (1868-1894)
seguramente sea poco conocido fuera de su país natal. Y sin embargo, mucha
gente reconocerá su famosísimo vals Sobre las olas,
aunque ignore al autor de esta pieza musical que tuvo, ¡cómo no!, una
inspiración femenina. Falleció prematuramente en Cuba, con sólo 26 años, tras
una exitosa gira por la isla con una orquesta italo-mexicana, a causa de las
complicaciones de la mielitis transversa que padecía ("La última enfermedad de Juventino Rosas"). Pero nos queda su música, y sobre
todo este celebrado vals.
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Y nosotros, llevados por el oleaje, aportamos una sensual canción...
ME FUI CON SU OLEAJE (BARCAROLA)
Tu cuerpo floreció en la noche ardiente,
llenándome su olor y colorido
al punto de saciarme.
Cimbrearon sus ramas y su tronco,
llevando mis raíces sin esfuerzo
presas de su donaire.
Sus aguas me arrastraron en silencio.
A la isla del efímero placer
me fui con su oleaje.
Su fuego caldeó mi aura fría,
quebrose de repente aquel letargo
entre llamas sensuales.
Y música en tu cuerpo yo escuché,
como una sinfonía inacabable
que lenta susurrase.
Sus aguas me arrastraron en silencio.
A la isla del efímero placer
me fui con su oleaje.
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Nota. El arcaísmo lingüístico "quebrose" me pareció adecuado, aunque podría sustituirse por "quebrando".
[Canción. Letra: dic. 1996. Música: oct. 1997]
Preciosa ola, amigo mío, como para zozobrar y gozosamente naufragar...
ResponderEliminarDejémonos naufragar gozosamente, querido Lizardo.
EliminarUn marítimo saludo.
Más allá de las olas cercanas nos llevan las aguas a las Américas y sus valses. ¡Qué bonitos son!
ResponderEliminarBicos, querido José Manuel.
Un bello vals (hispano)americano, de música bien conocida y de autor que yo desconocía.
EliminarUn beso, querida Lola.