Mucho se ha dicho de la mentira, y aquí mismo hemos traído unos cuantos aforismos sobre la mentira. Porque todo es mentira en este mundo engañador; lo dijo el poeta en un momento de enfado. Pero cualquiera lo comprueba por sí mismo. Te bombardean telefónicamente para que cambies de compañía eléctrica o telefónica; y si confías en las palabras engañosas, asistes en la posventa al incumplimiento de lo prometido. Te vas a comprar un coche y todo es amabilidad, sonrisa y facilidades; y cuando picas, constatas igualmente en la posventa que todo era humo. Te mienten en el banco, te engañan en el juego, te mienten en la acera, te engañan en la esquina. Te mienten en lo intrascendente y en lo sustancial. Caes en la cuenta de la falsedad de esta sociedad engañosa, en la que también puedes ser engañador, en beneficio propio o de terceros. Así está montada la estructura social, sustentada en el fingimiento, demasiado esquiva con la sinceridad.
Se ve afectado por el engaño todo ámbito, el sanitario incluido. Lo comprobamos en los servicios de salud: en las diferencias de accesibilidad, en las prebendas de unos, en los obstáculos de otros, en la manipulación de datos, en las palabras vanas de algunos responsables del sistema (que en sus puestos de mando debieran dar ejemplo, siendo honestos y haciendo honor a la verdad). No dudaremos de la sinceridad de los profesionales de la salud, naturalmente; la ética profesional está por encima de todo y, salvo excepciones, es acatada como principio que gobierna sus actuaciones. Hecha esta necesaria salvedad, la igualdad de derechos se difumina en el mar de la falacia y, en el delicado terreno de la salud, podríamos dar muchos ejemplos de inequidad. Pero centrándonos en la actualidad, hoy se hace patente la desigualdad en la distribución de la vacuna anti-COVID, e incluso en el acceso. El poder asume derechos y, como ha sucedido siempre, el dinero manda.
Lies – Cassandra Willson
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P.D. Bueno, también hay verdades en este mundo sobrado de engaño. Así que esbocemos una sonrisa contemplando su hermosa parte de verdad.
En este mundo traidor, nada es verdad o mentira, todo es según el color del cristal con que se mira...
ResponderEliminarAsí es, Silvia, como dice el poema de Ramón de Campoamor. Todo es relativo y subjetivo, aun desde el desencanto («mundo traidor»).
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