jueves, 28 de octubre de 2010

Diálogos político-sanitarios (8): Gasto farmacéutico


Diálogo entre el Dr. Abré, médico de familia, y la señora Medicalina, directora de Farmacia:

Dr. Abré.- ¿No le preocupa que siga aumentando el gasto farmacéutico y que, a pesar de ello, se continúen financiando medicamentos de dudosa eficacia?

Sra. Medicalina.- Estamos promocionado genéricos y vamos a establecer una financiación pública de medicamentos basada en criterios científicos, de superioridad, seguridad y eficacia.

Dr. Abré.- Hasta ahora los tiros les han salido por la culata... ¿Para cuándo medidas serias, en vez de “promociones” que recuerdan las rebajas de los grandes almacenes? 

Sra. Medicalina.- Es nuestra prioridad controlar el gasto y racionalizarlo. Creemos que son buenas las campañas para sensibilizar a los profesionales y concienciar a la población.

Dr. Abré.- ¡Ah, ya! Pero siguen permitiendo la publicidad engañosa y la dispensación en las farmacias sin prescripción preceptiva, al tiempo que critican a los facultativos prescriptores. 

Sra. Medicalina.- Es usted muy mal pensado, Dr. Abré. Nuestra intención es controlar el gasto farmacéutico y disminuir el déficit. Y por supuesto facilitar la labor de los médicos.

Dr. Abré.- ¡Ja, ja! ¿Eficiencia en un marco de calidad? ¿Centrada economía de la salud? ¿Y satisfacción profesional como objetivo?... Sra. Medicalina, todo eso es vacua teoría gestora.

Sra. Medicalina.- Nuestra posición es axiomática. Un medicamento ha de ser eficaz y seguro, con pocos efectos adversos; si por encima es barato, mejor que mejor.

Dr. Abré.- Gran verdad, aunque tan obvia como la de que el uso racional de los medicamentos no ha de suponer de ningún modo perjuicio para los pacientes. Faltaría más.

Sra. Medicalina.- ¡No me lie, no me lie! Y créame: me opongo a la mercadotecnia que emplea el falso y peligroso argumento de alcanzar la felicidad a través de los medicamentos.

Dr. Abré.- Bien, pues consideren los condicionantes del consumo farmacéutico y actúen sobre ellos. Y configuren un listado suficiente a partir de los “medicamentos esenciales”.

Sra. Medicalina.- La política sanitaria y la economía de la salud no le competen, Dr. Abré. Deje estas cuestiones en manos de los expertos, que para eso les pagan… y muy bien. 

El gasto farmacéutico preocupa más que nunca en plena crisis económica. Se suscitan debates en busca de su racionalización y, mientras sigue creciendo, los responsables políticos se enfrentan en desacuerdos partidistas. De ahí que se impongan reflexiones en torno al uso, valor, coste y control de los medicamentos.

2 comentarios:

  1. Sí pues mi estimado amigo, el diálogo entre galenos y administradores de salud parece un extracto de un coloqui digno de la torre de Babel.

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  2. Efectivamente, amigo Tony, confusión de lenguas o diálogo de sordos.

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