Hay momentos en los que uno desearía escribir para comunicar sus honduras, pero las palabras tropiezan, resbalan, descarrilan... No es posible plasmar esa calle oscura, ese túnel sin salida, ese abismo que nos traga. Y entonces, en pozo tan sombrío y angustioso, es mejor buscar la luz en otros.
Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.
Octavio Paz, La calle
Mainstreet - Bob Seger
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