viernes, 26 de febrero de 2021

La inseguridad, esa forma del miedo


La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar. Mario Vargas Llosa

La inseguridad (o incertidumbre), una forma del miedo, nos provoca ansiedad, incluso crisis de pánico. Y controlar la ansiedad es la clave para evitar, a la larga, el desgaste emocional. Combatir las preocupaciones, evitando las ideas obsesivas, es necesario para vivir relajadamente. El miedo al futuro nos impide disfrutar del presente. Frente al pesimismo de quien espera siempre lo peor, el optimismo del que siempre tiene la esperanza de hallar una salida. Frente a los factores negativos, confrontamos otros positivos: seguridad, certeza, valentía, control, relajación… Pero, claro, las circunstancias son cambiantes, y a veces demasiado adversas.

Leemos: 

La ansiedad (sentimiento de preocupación o intranquilidad), el miedo, la incertidumbre, el enojo y la tristeza son sentimientos comunes que algunas veces los pacientes y sus familias tienen cuando se enfrentan al cáncer. Son respuestas normales a las muchas tensiones del cáncer. [Ansiedad, miedo y desgaste emocional, American Cancer Society]

–Podríamos concretar la secuencia: 
Incertidumbre (miedo)—Ansiedad—Enojo (ira)—Tristeza (incluso depresión)

La incertidumbre ante el futuro (el miedo al futuro) nos puede provocar una ansiedad anticipatoria que no nos deja disfrutar el presente. [¿Por qué siempre esperamos lo peor? Que el miedo al futuro no te impida disfrutar de tu presente

Los humanos necesitamos seguridad y certezas. Pero también hay que saber convivir con el miedo, asumiéndolo como parte de nuestra experiencia… [Cómo convivir con la incertidumbre: asumamos el miedo, evitemos el pánico

Concluimos:

No es fácil dominar el miedo, conseguir la calma y tener seguridad. No es fácil, pero tampoco es imposible; para combatirlo precisamos controlar las emociones, disponer de la necesaria fortaleza emocional; así conseguiremos disfrutar.

Uncertainty
***
Y a propósito de los miedos, valga un poema de liberación (personal y colectiva).

HIMNO

Sabiendo de la cadena
que constriñe el universo
y hallando que el propio mundo
me detiene prisionero,
quisiera decir: —¡Amigos,
dejad a un lado el lamento,
romped vuestras ataduras,
subid conmigo hasta el cielo!

Sabiendo que los espacios
no separan –en un vuelo
se recorren– y las almas
son distantes en su encierro,
quisiera entrar en vosotros
y contemplar lo que espero,
destruyendo las barreras
que favorecen los miedos.

Sabiendo que el corazón
abatido todo el cuerpo
debilita, y que claudican
los organismos de hierro,
quisiera emprender la lucha
sin traicionar a mi sueño,
reverdecido sin pena,
liberado hacia otro encuentro.

[1985]

No hay comentarios:

Publicar un comentario