Rebosaderu |
El médico de atención primaria es –tristemente– burócrata y escribano, portero y aliviadero del sistema sanitario. #medicodefamilia
— José Manuel Brea (@xoselbrea) marzo 10, 2014
Atendiendo a perspicaces comentarios del Dr. Julio Bonis, en un foro médico de atención primaria, concluyo con el siguiente texto, con algunos epígrafes introductorios:
El especialista hospitalario establece protocolos
de acceso
El especialista gestiona el exceso de demanda estableciendo barreras de acceso (mediante protocolos), creando listas de espera y usando al médico general como rebosadero de la demanda que no puede asumir. De modo que se establecen criterios de priorización para decidir qué pacientes pueden acceder directamente al especialista y el resto acaba en el médico de primaria. Porque ningún especialista acepta asumir el total de la demanda, y el médico de familia (y pediatra de primaria) son los únicos que tienen su agenda repleta de "no puede esperar" cada 3-4 minutos.
El médico de familia es la puerta de
entrada al sistema… y rebosadero
Cuando un paciente viene de "urgencias" (no puedo esperar) en la mayoría de los centros no es nunca atendido por enfermería, sino por la puerta de entrada (el médico). Enfermería se comporta como especialista, gestiona su propia demanda, se autocita pacientes "crónicos" cada 30 minutos e incluso en muchos centros un día está en extracciones, otro en espirometrias, etc.
Una cosa es ser la puerta de entrada y otra cosa es poder recitarte a tus pacientes. En el primer caso no controlas la demanda, cualquiera puede ir al mostrador y decir: "Necesito que me vea fulano y no puedo esperar", de modo que te conviertes en rebosadero del sistema; en el otro caso expandes la demanda hasta el punto que te interese y si no te interesa "le das el alta" o recitas más tarde o generas lista de espera.
Desagüe, aliviadero o rebosadero |
La importancia del médico de familia
como especialista en personas
El médico de familia no es un especialista en patologías de baja complejidad y alta prevalencia, sino que es un especialista en su cupo (población asignada). Eso le obliga a saber manejar pacientes de alta complejidad, que son aquellos que combinan problemas (que no siempre son patologías). Por eso el médico de familia tiene que atender a todo paciente, tenga patologías prevalentes, infrecuentes, simples o complejas.
Como el médico de familia tiene que atenderlo todo y no puede decir "esto no es de lo mío vaya a la otra ventanilla", se centrará en general en los problemas frecuentes en su población (su corpus de conocimientos se adaptará a la población que atiende) y en los casos infrecuentes solicitará el apoyo de profesionales especializados en esas patologías infrecuentes o en la aplicación de tecnologías que requieren una especialización para ser aplicadas correctamente.
Fisioterapia en centros de salud |
Sobre posible mejora de accesibilidad
a la fisioterapia
Si el fisioterapeuta quiere dar accesibilidad y eliminar el filtro del médico de familia porque piensa que "no funciona" entonces tiene dos opciones: o lo valora él o lo valora un algoritmo definido según su criterio experto (“Protocolo de coordinación Primaria-Especializada”). Pero ¿cómo responder operativamente a la necesidad de valorar la demanda de los pacientes en un contexto de sistema público de salud gratuito en el punto de acceso? Si un paciente tiene una lumbalgia que él cree se beneficiará de fisioterapia... ¿cómo resolver el acceso al sistema?, ¿a qué ventanilla tiene que acudir?
Si lo valora directamente tendrá que dedicar tiempo a hacer de filtro, y no puede demorar el triage, alguien tendrá que valorar al paciente en un periodo de tiempo razonable. Eso implicara menos tiempo para aplicar sus terapias. Si no tendrá que pasar primero por el MAP, como mínimo para aplicar el protocolo que habrás diseñado, con lo que volvemos a la situación actual. Y ¿qué hará con los pacientes que no pueda asumir? Pues los mandará al médico de familia, es decir lo usará como rebosadero, desagüe o puerta de salida, con lo que volvemos de nuevo a la situación actual.
Estas conclusiones, tomadas como he dicho de reflexiones ajenas
cargadas de verdad, pueden engendrar polémica; pero nadie dispondrá de
argumentos suficientes para negar la evidencia de que, en nuestra querida Hispania, el médico de familia es el aliviadero del
sistema sanitario.
Quejas eternas de médicos de atención primaria:
burocratización, insatisfacción, descoordinación...
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