miércoles, 4 de marzo de 2009

Tríptico paisajístico

 
Tríptico paisajístico: cambio, misterio y arraigo

I. Paisaje cambiante

El mar, las montañas, los ríos, los campos, los árboles, las piedras… cambian cada vez que los vemos, aunque no hayan sufrido transformación alguna. El momento, la luz, las circunstancias, los hacen diferentes a nuestros ojos. Siendo los mismos, despertarán malestar, indiferencia o agrado. Porque les infundimos nuestra propia emoción. Ellos, inanimados, sin maldad, pueden ser demonios repentinos. Por el contrario, transmitirán ternura y avivarán los sentimientos más nobles si queremos que así sea. El paisaje muda con cada particular mirada.


II. Fadas de estraño nome (Hadas de extraño nombre)

En la misteriosa umbría comprendí, de nuevo, las rosalianas palabras. ¡Silencio! (¡Calade!). Sombra amante, frescura, amoroso esplendor. Era el rumor de otras aguas, entrañables, próximas, primas hermanas. Cubierto por la maraña, casi en un túnel vegetal, la semioscuridad propiciaba funestos presagios. ¿Lúgubre morada de almas en pena? ¡No! La tierra húmeda, las plantas y el agua albergaban mitológicos seres: trasgos, xanas, cuélebres… Sentí la caricia del aire invitándome al reposo. Y al entornar los ojos íntimos, las vi en toda su inefable belleza.

–Foto del autor del blog–

III. Mágico lugar (Mondariz)

Quietud y una tristeza dulce se entrelazan en el nostálgico pecho. Sin embargo, discreta alegría se derrama por las suaves pendientes, por la misteriosa floresta y las acequias cantarinas. Las piedras quieren revivir la gloria de un pasado incierto, extrañamente recordado. La mortecina luz, las brumas disipadas, el sonido del silencio, la telúrica fuerza y el agua del encantado lugar me atrapan. Entregado a un cautiverio voluntario y transitorio, remonto el vuelo a los orígenes. Mondariz habla, canta, llora, ríe, sueña. Como mágico lugar, eternamente vive.

Beethoven: Sinfonía n.º 6 "Pastoral", I. mov.
[Vídeo añadido post.]
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La naturaleza se hace paisaje cuando el hombre la enmarca. Le Corbusier

Anexo: El paisaje en la geografía
El paisaje se define como un espacio geográfico con características morfológicas y funcionales similares en función de una escala y una localización. Paisaje es todo lo que alcanza la visión, lo que llega a los sentidos. Está formado por volúmenes, colores, olores, movimientos, sonidos, etc.

El paisaje puede ser: natural, agrario (rural) o urbano. El paisaje natural es el espacio geográfico que no ha sido modificado por el ser humano. El paisaje rural o agrario* [medio rural] es el espacio geográfico donde el ser humano desarrolla actividades agrarias, ganaderas o forestales. El paisaje urbano [medio urbano] es un espacio totalmente modificado por el hombre, urbanizado.

En los paisajes podemos ver zonas de solana –aquellas a las que les da el sol, orientadas al sol– y zonas de umbría, que están a la sombra.

*Tipos de paisajes agrarios: de secano y de regadío.

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