miércoles, 1 de noviembre de 2017

Nuestros muertos

Crepuscular - Faro de Domaio, Moaña / Ría de Vigo

Cuando hablamos de pensamientos en torno a la muerte, referimos una frase de Baltasar Gracián: «¡Qué diferente lenguaje es el de las ausencias!». Y qué bien expresado lo hallamos en este breve pero magnífico poema:

No están en parte alguna,
ya son hierba y estrellas,
pero su sombra enturbia las palabras
y sólo a veces pasan por la mente,
vagan por nuestras almas, reclamando
lo que nunca les dimos
.
W. OSPINA, Nuestros muertos

En esa misma entrada pasada, decíamos que filósofos, pensadores y poetas habían ahondado en el significado de la muerte, buscando respuestas o consuelo. También los músicos, añadimos ahora. Y con música y poesía completamos esta entrada mortuoria, pero en cualquier caso esperanzada.

Marcha fúnebre - Federico Chopin
(III mov. de Sonata para piano nº 2)

Funeral, Franz Liszt
*** 
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de pasar
por tal manera.
J. MANRIQUE, Coplas por la muerte de su padre
–Lectura AQUÍ

POEMAS SOBRE LA MUERTE Y LOS MUERTOS [Poemas sobre la muerte]
Duelo, Luto, Pena / Fúnebre / Macabro / Tóp. lit.: Omnia mors aequat / Ubi sunt
—Muerte natural, accidental, violenta, suicida...
A la memoria de un ángel (Stella matutina), Manuel del Palacio
¡Ai! (¿Como foi?), Curros Enríquez* –niño, hijo, dolor
Al ver mis horas de fiebre (Rima LXI), Gustavo Adolfo Bécquer+ [y AQUÍ] –soledad
Canción de la muerte, José de Espronceda
Cerraron sus ojos (Rima LXXIII), Gustavo A. Bécquer [y AQUÍ]
Coplas por la muerte de su padre, Jorge Manrique** [y AQUÍ. Ya visto AQUÍ]
Cuando llegue la muerte (When death comes), Mary Oliver*** [y AQUÍ]
Cuando yo me vaya, Carlos Alberto Boaglio –Lectura AQUÍ
¿Cuándo vendrá la muerte?, Diego de Torres Villarroel
Del oro, como muchos, no dependo, Tomás de Iriarte –dependencia de la muerte
Detrás de la oscuridad..., Antonio Gamoneda
Dulce sono (Dulce sueño), Rosalía de Castro –niña
El barco de la muerte (The Ship of Death), D.H. Lawrence
El camino de la muerte, Antonio Machado
El viaje definitivo, Juan Ramón Jiménez –Lectura AQUÍ
Elegía a Ramón Sijé, Miguel Hernández –personajetristeza-dolor
Era apacible el día, Rosalía de Castro –hijo [y AQUÍ]
Funeral blues, W. H. Auden
Gacela de la muerte oscura, Federico García Lorca –Lectura AQUÍ
Ir muriendo, Miguel de Unamuno
La muerte, Vicente Aleixandre
La muerte de los pobres (La mort des pauvres), Charles Baudelaire –pobreza
Los muertos, Amado Nervo
Los muertos, José Luis Hidalgo [del poemario Los muertos]
Los muertos van deprisa, Rosalía de Castro+++ –olvido, herencia
Melancolía del desaparecer, Agustín de Foxá –tristeza de morir [y AQUÍ]
Miro un árbol (61 de Sexta Poesía Vertical), Roberto Juarroz++++
Morir soñando, Miguel de Unamuno –Análisis AQUÍ. Lectura AQUÍ
Muerte, Miguel de Unamuno –Lectura AQUÍ
–Lectura AQUÍ
Nocturno III (Una noche), José Asunción Silva –sombra. Lectura AQUÍ y AQUÍ
Nocturno IV –de Nocturnos de la ventana–, Federico García Lorca –luna, agua
Nuestros muertos, William Ospina
Para entonces (Quiero morir cuando decline el día), Manuel Gutiérrez Nájera
Piedra negra sobre una piedra blanca, César Vallejo**** –Lectura AQUÍ
–Canción AQUÍ
[Análisis AQUÍ–Lectura AQUÍCanción AQUÍ
Sentado sobre los muertos, Miguel Hernández –guerra [y AQUÍ]
Ser o no ser (To be or not to be) [Soliloquio de Hamlet], William Shakespeare
Sermón sobre la muerte, César Vallejo
Ulalume, Edgar Allan Poe****** –personaje [Wiki, y AQUÍ]
Una silla vacía, Anónimo

+Moribundo.

++La Dança general de la muerte es un poema alegórico castellano del siglo XV, escrito en dodecasílabos agrupados en coplas reales, que pertenece al género literario lírico-dramático de las danzas de la muerte o danzas macabras.
Yo só la muerte çierta a todas las criaturas
que son y serán en el mundo durante;
demando y digo, oh homne, por qué curas
de vida tan breve en punto pasante,
pues non hay tan fuerte nin recio gigante
que deste mi arco se pueda amparar;
conviene que mueras cuando lo tirar
con esta mi frecha cruel traspasante.
(...)
¿O piensas, por ser mancebo valiente
o niño de días, que alueñe estaré,
e fasta que llegues a viejo impotente
la mi vanida me detardaré?
Avíate bien, que yo llegaré
a ti a dessora, que non he cuidado
que tú seas mancebo o viejo cansado
 que cual te fallare tal te llevaré.

+++Olvido de los muertos, y los vivos tras su herencia.

++++Visión anticipada de la muerte: en este poema de Roberto Juarroz, el 61 de Sexta Poesía Vertical*, el yo poético mira un árbol imaginando que habrá de mirar por su pareja o que ésta lo hará en su lugar, cuando uno de los dos haya muerto; y espera «fundar una mirada que mire por los dos», cuando ambos ya no estén en ninguna parte. /*Los poemas metafísicos de Juarroz están reunidos en una serie de volúmenes designados con el ordinal y el mismo título, desde Poesía vertical (1958) hasta Decimotercera poesía vertical (1994)./
Ya no nos basta 
mirar cada uno con el otro.
Hemos logrado
que si uno de los dos falta,
el otro mire 
lo que uno tendría que mirar.

*En el poema «¡Ai!» (¡Ay!), un padre se lamenta de la muerte de un hijo, víctima de la viruela («negras vixigas»: negras vejigas). Mayor es el dramatismo cuando se sabe que el padre es el propio poeta y la víctima su pequeño hijo. José Baldomir lo musicó en forma de melodía gallega con el título «¿Cómo foi?» (¿Cómo fue?). 

**Coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique, es acaso el mayor poema de la lírica castellana. Su temática es amplia: la vida, el paso del tiempo (y la vejez), la fe, la historia, placer y dolor, los valores, la amistad... y, por supuesto, la muerte. De la Coplas dijo Lope de Vega que «merecían estar escritas en letras de oro». El poema está escrito en estrofas peculiares: coplas de pie quebrado o manriqueñas.
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando...

***«Cuando llegue la muerte...», la poeta desearía haber dejado alguna huella.
No quiero encontrarme a mí misma suspirando y asustada,
o llena de argumentos.
No quiero acabar simplemente habiendo visitado este mundo.
I don't want to find myself sighing and frightened,
or full of argument.
I don't want to end up simply having visited this world.

****El poeta hace un vaticinio de su muerte, en París, con aguacero, un jueves; y César Vallejo falleció en París, con llovizna, pero un Viernes Santo.

*****Nótese las diferentes formas en el comienzo y otros cambios en el romance, sobre todo en la adaptación de diversas canciones. 

******El poema Ulalume, al igual que otros poemas de Edgar Allan Poe, como El cuervo (The Raven) y Annabel Lee, relata la muerte prematura de una mujer, en este caso, la amante del narrador.

¿Cuándo vendrá la muerte? No sabemos.
¿El cómo y el lugar? Ni en conjetura.
¿El detener su curso? ¡Qué locura!
Sólo es cierto y de fe que fallecemos.
D. DE TORRES VILLARROEL

Del oro, como muchos, no dependo (...)
Solamente dependo de la muerte,
ya que discurso no hay ni diligencia
que de su despotismo nos liberte.
Mas la espero sin miedo y con paciencia,
vivo sin desearla; y de esta suerte,
amigo, se acabó la dependencia.
T. DE IRIARTE

Débil mortal no te asuste
mi oscuridad ni mi nombre;
en mi seno encuentra el hombre
un término a su pesar.
ESPRONCEDA, Canción de la muerte

Canción de la muerte, José de Espronceda

Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:
¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!
G. A. BÉCQUER, Cerraron sus ojos (Rima LXXII)
–Lectura AQUÍ

¡Jamás! ¿Es verdad que todo
para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.
R. DE CASTRO, Era apacible el día

Cerraron sus ojos (Rima LXXII), Gustavo Adolfo Bécquer

Volvoreta de aliñas douradas
que te pousas no berce valeiro,
pois por el me perguntas, xa sabes
qué foi do meu neno.
C. ENRÍQUEZ, Ai! (Como foi?)
–Melodía galega (de José Baldomir) AQUÍ

El paraíso existe;
pero no es un lugar (cual la creencia
común pretende) tras el hosco y triste
bregar del mundo; el paraíso existe;
pero es sólo un estado de conciencia.
A. NERVO, Los muertos

Paren todos los relojes, descuelguen el teléfono,
Eviten que el perro ladre dándole un hueso jugoso,
Silencien los pianos, y con un apagado timbal,
Saquen el ataúd, dejen pasar a los deudos.
W. H. AUDEN, Funeral blues

Funeral blues, W. H. Auden

Al estanque se le ha muerto
hoy una niña de agua.
Está fuera del estanque,
sobre el suelo amortajada.
F. GARCÍA LORCA, Nocturno IV

Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses...
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte.
M. HERNÁNDEZ, Sentado sobre los muertos


¡Pobre corral de muertos entre tapias
hechas del mismo barro,
sólo una cruz distingue tu destino
en la desierta soledad del campo!
UNAMUNO, En un cementerio de lugar castellano
–Lectura AQUÍ

POEMAS DE CEMENTERIO [Enterramiento, Sepultura, Sepulcro..., inc. Epitafios]
A una calavera, Lope de Vega*
Blues del cementerio, Antonio Gamoneda
Cementerio, Dionisio Ridruejo
Elegía anticipada, Luis Cernuda [Análisis AQUÍ] –Lectura AQUÍ
En el entierro de un amigo, Antonio Machado 
En la altura los cuervos graznaban, Rosalía de Castro –entierro [y AQUÍ]
En un cementerio de lugar castellano, Miguel de Unamuno [Análisis AQUÍ]
Epitafio, Nicanor Parra+ –autorretrato
Epitafio (Epitaph), Peter Sinfield+ –Lectura AQUÍ
Epitafio de María Pacheco, Diego Hurtado de Mendoza+ –historia, personaje
Epitafio para mi tumba, Alfonsina Storni+
Flores de cementerio, Teófilo V. Méndez Ramos
Inscripción al sepulcro de Dominico Greco, Luis de Góngora –personaje
[Análisis AQUÍ] –Canción AQUÍ (Léo Ferré)
(En la tumba del general inglés sir John Moorepersonaje, guerra, historia
Réquiem (Requiem), Robert Louis Stevenson*****/+ –epitafio
Sepulcro en Tarquinia, Antonio Colinas******

*Soneto sobre una calavera [de mujer], símbolo de mortalidad o muerte.
Esta cabeza, cuando viva, tuvo
sobre la arquitectura destos huesos
carne y cabellos, por quien fueron presos
los ojos que mirándola detuvo.

**«Elegía escrita en un cementerio rural», de Thomas Gray, es uno de los grandes poemas de cementerio, en estilo anticipado al romanticismo y al gótico; incorpora elementos macabros, lúgubres, con referencias a tumbas, lápidas y epitafios.
La gloria de la heráldica, la pompa del poder,
y todo lo que aportan la riqueza y belleza
aguardan por igual la inevitable hora:
los senderos de gloria conducen a la tumba.
–Lectura AQUÍ
—Thomas Gray es uno de los poetas de cementerio (‘‘Graveyard Poets’’), grupo de poetas prerrománticos ingleses del siglo XVIII, caracterizado por meditaciones melancólicas sobre la mortalidad, los 'cráneos y los ataúdes, los epitafios y los gusanos' en el contexto del cementerio. Otros poetas de cementerio: Thomas Parnell, Thomas Warton, Thomas Percy, James Macpherson ‘‘Ossian’’, Robert Blair, William Collins, Mark Akenside, Joseph Warton y Edward Young. 

***Poema sin título que aparece de diferentes maneras («A la sirvienta...», «A la criada...»), y lo elegimos según la versión de Antonio Martínez Sarrión.

****El título completo es: «Na tomba do xeneral inglés sir John Moore morto na batalla de Elviña (Coruña) o 16 de xaneiro de 1809» –En la tumba del general inglés sir John Moore muerto en la batalla de Elviña (Coruña) el 16 de enero de 1809)–. Un largo título para un extenso poema elegíaco, incluido en Follas novas, en homenaje a John Moore, militar británico que murió en aquella batalla de la Guerra de la Independencia Española (enmarcada en las Guerras Napoleónicas) contra los franceses, a causa de una bola de cañón. En esta elegía, con dedicatoria de la poeta «A mi amiga María Bertorini, nativa del País de Gales», cuyo nombre de soltera era Mary Margaret Jones, Rosalía comienza con una evocación de la tierra que vio nacer al protagonista («britanas islas»), lamentando que haya tenido su último descanso lejos de sus seres queridos, y lo remata con el deseo que descanse en paz y diciéndoles a los hijos de Albión que han de estar tranquilos, porque yacen en un lugar inmejorable en el que sólo puede añorar el abrazo de los suyos. [Una traducción al inglés AQUÍ.]

*****El Réquiem de Stevenson está grabado como epitafio en su tumba, en Samoa, en el Pacífico Sur, donde pasó los últimos años de su vida.
Bajo el vasto cielo estrellado 
cavad mi tumba y dejadme yacer allí. 
Alegremente viví y alegre moriré, 
acostado con un último deseo.
 
Que sea éste el verso que graben para mí:
“Aquí yace donde quería yacer;
ha vuelto el marinero, ha vuelto del mar; 
y de la colina ha regresado el cazador”.

******Poema comentado AQUÍTarquinia es una ciudad en el Lacio, Italia, que tiene una importante necrópolis etrusca que es Patrimonio de la Humanidad.
—En relación a los sepulcros, podemos añadir una estrofa del poema «A mis soledades voy», de Lope de Vega. [Ya visto AQUÍ]
Mirando estoy los sepulcros
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.

+Epitafios, de diferentes estilos.
El epitafio de Peter Sinfield, poeta y músico, es la letra de la canción ‘‘Epitath’’ del grupo de rock progresivo King Crimsom. Más que un epitafio es una elegía, o un lamento elegíaco por la confusión de la humanidad y su triste destino. 
El destino de toda la humanidad que veo
Está en manos de tontos. 
Confusión será mi epitafio.
The fate of all mankind I see 
Is in the hands of fools.
Confusion will be my epitaph.

El epitafio de María Pacheco («Leona de Castilla», «El último comunero»), esposa del comunero Juan de Padilla, ejecutado tras la derrota en Villalar (enfrentado a las tropas realistas de Carlos I, rey al que se oponían los comuneros), fue escrito por su hermano Diego Hurtado de Mendoza y es una reafirmación del ideario de su marido. [Guerra de las Comunidades de Castilla]
Si preguntas mi nombre, fue María; 
si mi tierra, Granada; mi apellido, 
de Pacheco y Mendoza, conocido 
el uno y el otro más el claro día; 
si mi vida, seguir a mi marido; 
mi muerte, en la opinión que él sostenía. 
España te dirá mi cualidad,
que nunca niega España la verdad.

Quevedo escribió el poema «¡Cómo de entre mis manos te resbalas! (Salmo XIX)», que incluimos en POEMAS SOBRE LA VIDAen el que dice cómo la muerte fría llega callada, en dos versos que aparecen como epitafio en su tumba. 
¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!


Elegy Written in a Country Churchyard, Thomas Gray

¡Qué bien están los muertos,
ya sin calor ni frío,
ya sin tedio ni hastío!
A. NERVO

—Y tú, sin sombra ya, duerme y reposa, 
larga paz a tus huesos... 
Definitivamente, 
duerme un sueño tranquilo y verdadero.
A. MACHADO, En el entierro de un amigo
–Lectura AQUÍ

¡Fiesta de todos los muertos!
Son tantos que me figuro
Su aglomeración por masas
De silencio sin asunto.
J. GUILLÉN, 2 de noviembre

—Día de los Fieles Difuntos*, Día de los Muertos
2 de noviembre, Jorge Guillén
Día de difuntos, José Asunción Silva

*La iglesia Católica conmemora el 2 de noviembre el Día de los Fieles Difuntos.

POEMAS SOBRE EL SUICIDIO
A un suicida en una piscina, Luis Hernández*
El suicida, Jorge Luis Borges [ya visto AQUÍ]
¿Por qué, Dios piadoso?, Rosalía de Castro** [ya visto AQUÍ]
Suicidio en las trincheras (Suicide in the trenches), D. H. Lawrence
Voy a dormir, Alfonsina Storni

*Luis Hernándezpoeta y médico, al parecer se suicidó; sufría un trastorno mental. Podemos leer poemas suyos AQUÍ, y escuchar su voz –de una entrevista– AQUÍ.

No quedará en la noche una estrella.
No quedará la noche.
Moriré y conmigo la suma
del intolerable universo.
(...)
Estoy mirando el último poniente.
Oigo el último pájaro.
Lego la nada a nadie.
J. L. BORGES, El suicida
El suicida, Jorge Luis Borges
[Vídeo post.]

POEMAS DE EJECUCIÓN (Pena de muerte, Sacrificio)
A la muerte de Torrijos y sus compañeros, José de Espronceda –historia
A varios amigos, Manuel del Palacio –garrote
El cadalso, Antonio Machado*
El elegido, Luis Cernuda –sacrificio
El reo de muerte, José de Espronceda –Lectura AQUÍ
Garrote vil, Ramón M. del Valle-Inclán [y AQUÍ–Lectura AQUÍ
Mi último adiós (Despedida), José Rizal –Lectura AQUÍ

*El cadalso es el tablado construido para la ejecución de la pena de muerte. [Wiki]

Y POEMAS SOBRE LA INMORTALIDAD
El muerto, José Hierro*
Himno a la inmortalidad, José de Espronceda
¿Y ha de morir contigo el mundo mago...?, Antonio Machado** [Análisis AQUÍ]
(And Death Shall Have No Dominion)
Su inmortalidad (Her immortality), Thomas Hardy –dolor de ausencia
–Canción AQUÍ

*El arranque del poema ya expresa el motivo de la inmortalidad:
Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría
no podrá morir nunca.

**Deseo de inmortalidad del alma. El poeta se pregunta qué nos deparará la muerte, si nuestro mundo, como creación del alma, desaparecerá con nosotros.
¿Y ha de morir contigo el mundo mago
donde guarda el recuerdo
los hálitos más puros de la vida,
la blanca sombra del amor primero...?

***Literalmente titulado «Oda: Insinuaciones de inmortalidad», se ha traducido con ese otro título y reducido el poema a una versión particular.
...aunque nada puede hacer volver la hora
de esplendor en la hierba, de gloria en la flor;
no nos afligiremos, más bien encontraremos
fuerza en lo que queda atrás.
Oda a la inmortalidad
–El título de la película Esplendor en la hierba (1961)
de Elia Kazan procede de este poema.
Lectura en esta película AQUÍ

Oda a la inmortalidad, William Wordsworth

Alegoría de la inmortalidad (h. 1540), Giulio Romano

Memento mori (Recuerda que morirás)
Frase latina que nos recuerda la mortalidad

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