«Shéhérezade» de Tristan Klingsor (1874-1966) es una obra poética inspirada en la suite sinfónica del mismo nombre de Rimski-Kórsakov, sobre la narradora de los cuentos de Las mil y una noches, y por su parte inspiró al compositor Maurice Ravel, quien musicó tres de sus poemas (Asia, La flauta encantada, El indiferente) y los publicó bajo el mismo título genérico de Shéhérezade como obra musical para voz y orquesta. Un ejemplo de la relación música-poesía en cuanto a la inspiración de un arte en otro: una obra musical que inspira un poema y viceversa.
Asie, Asie, Asie.
Vieux pays merveilleux des contes de nourrice
Où dort la fantaisie comme une impératrice
En sa forêt tout emplie de mystère.
Asia, Asia, Asia.
Viejo país maravilloso de cuentos de nodriza
donde duerme la fantasía como una emperatriz
en su bosque lleno de misterio.
[Asie/Asia]
Shéhérezade, tres poemas para voz y orquesta – Maurice Ravel
I. Asie (Asia)
II. La flute enchantée (La flauta encantada)
III. L'Indifférent (El indiferente)
***
Hay música inspirada en la palabra y viceversa. Son frecuentes las canciones inspiradas en poemas y las óperas que beben de novelas y dramas. También sabemos de poemas sinfónicos inspirados en obras literarias. Por otro lado, aunque no tanto, hay ejemplos de inspiración literaria en obras musicales. De modo que la inspiración es mutua entre música y literatura, a pesar de la linea divisoria que entre ambas artes establece el famoso aforismo de E.T.A. Hoffmann*: «Donde calla la lengua, comienza la música» (la música empieza donde terminan las palabras).
*Escritor y músico, autor de cuentos que sirvieron de inspiración a Jacques Offenbach para componer su ópera Los cuentos de Hoffmann.
Enlace relacionado
Música y palabra, Blas Matamoro
No hay comentarios:
Publicar un comentario