miércoles, 31 de agosto de 2011

Retazos de Estética Médica

Las actividades relacionadas con la Medicina han sido recogidas a lo largo de la historia por la literatura y por las bellas artes. La narrativa, la poesía y la dramaturgia no han ignorado los sucesos que se relacionan con la salud. Literatura y Medicina es un frecuente binomio. La pintura también ha plasmado escenas de dolientes, de enseñanzas médicas y de galenos abnegados en el arte de curar, y la escultura ha inmortalizado a los protagonistas, célebres o desconocidos. El cine ha recogido historias de médicos y pacientes e incluso la música ha participado en la relación Arte y Medicina. Esta realidad es estudiada por la Estética Médica. Si la estética (del gr. aisthetikós, lo concerniente a la sensación o percepción) en general es la ciencia del conocimiento sensible cuyo objeto es determinar la esencia de lo bello, específicamente médica es la enfocada al campo de la Medicina, desde la Literatura y el Arte.

The doctor (1891), de Sir Luke Fildes

En las obras literarias se incluyen tanto las de ficción como las de no ficción, que tratan de hechos reales. En el primer caso tenemos novelas, relatos, obras de teatro y poemas. En el segundo memorias, diarios, biografías y ensayos, incluyéndose aquí estudios históricos y artísticos, así como libros de divulgación y textos académicos médicos. Podemos recordar novelas como La peste (1947), de Albert Camus, El amor en los tiempos del cólera (1985), de Gabriel García Márquez, El médico (The Physician, 1986), de Noah Gordon, o La enfermedad de Sachs (1998), de Martin Winckler; relatos como El pabellón número 6 (1892), de Anton Chéjov, y otros cuentos del mismo autor; u obras de teatro como El médico a palos (Le médecin malgré lui, 1666), de Molière. Y entre los escritos de no ficción, podemos citar memorias o diarios como De profundis (2006), de José Cardoso Pires, y Diarios 1984-1989, de Sándor Márai; autobiografías como Despertares (1974), de Oliver Sacks; o textos académicos como Sobre la muerte y los moribundos (1993), de Elisabeth Kübler-Ross.


Entre los cuadros pictóricos famosos cabe recordar: Lección de anatomía del doctor Tulp (1632), de Rembrandt; Autorretrato con el doctor Arrieta (1820), de Francisco de Goya; La loca (c. 1822), de Theodore Gèricault; Lección clínica en la Salpêtrière* (1887), de Pierre André Brouillet; Dr. Washington Epps, my doctor (1888), de Sir Lawrence Alma-Tadema; The doctor (1891), de Sir Luke Fildes; Ciencia y caridad (1897), de Pablo Picasso; Triste herencia (1899), de Joaquín Sorolla; Le tubage (1904), de George Chicotot; Vejez, adolescencia, infancia (Las tres edades) (1940), de Salvador Dalí; Before de shot (1958), de Norman Rockwell. Y no hay que olvidar las miles de ilustraciones, anatómicas y clínicas, del médico-acuarelista Frank H. Netter, cuya claridad expositiva hace válida la sentencia de que una imagen vale más que mil palabras.

*Un caso de histeria.

Before the shot (1958), de Norman Rockwell

El séptimo arte ha tratado sobre vidas de médicos y avatares de pacientes que sufrían enfermedades incurables, trastornos psiquiátricos o adicciones destructoras, muchas veces elaborando sus guiones sobre obras literarias. En capítulo aparte se trata de “Médicos generales de cine” (en realidad de televisión), y se citan algunos films clásicos que han narrado, con mayor o menor acierto, historias relacionadas con el arte de curar. Pero podemos citar otros títulos más recientes de la gran pantalla, con indicación de sus directores: El doctor (Randa Haines, 1991), Trainspotting (Dannny Boyle, 1996), Bailar en la oscuridad (Lars von Trier, 2000), Mi vida sin mí (Isabel Coixet, 2002), Las invasiones bárbaras (Denys Arcand, 2003), 21 gramos (Alejandro González, 2003).

***
Referencias bibliográficas
  1. Arís A. La medicina en la pintura. Ed. Lunwerg Editores: Barcelona 2002.
  2. Díaz JP. Medicina y literatura. Rev Med Uruguay 1994; 10: 5-12. Disponible aquí.
  3. Fisterra.com. La Medicina en los Libros y Literatura
  4. Loscos J, Baños JE, Loscos F, De la Cámara J. Medicina, Cine y Literatura: una experiencia docente en la Universitat Autónoma de Barcelona. Rev Med Cine 2 (2006): 138-142. Disponible aquí.
Y un blog de referencia: Medicina y Arte, del Dr. Francisco Doña.

    viernes, 26 de agosto de 2011

    A la libertad



    ¡Oh libertad preciosa,
    no comparada al oro,
    ni al bien mayor de la espaciosa tierra!
    Más rica y más gozosa
    que el precioso tesoro
    que el mar del Sur entre su nácar cierra...
    LOPE DE VEGA, Canción
    ...
    No he de callar, por más que con el dedo,
    ya tocando la boca, o ya la frente,
    silencio avises o amenaces miedo.

    ¿No ha de haber un espíritu valiente?
    ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
    ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
    FRANCISCO DE QUEVEDO, Epístola satírica
    ...
    Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
    Para la libertad, mis ojos y mis manos,
    como un árbol carnal, generoso y cautivo,
    doy a los cirujanos.
    MIGUEL HERNÁNDEZ, El herido
    ...
    La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
    MIGUEL DE CERVANTES, Don QuijoteSegunda parte, Cap. LVIII
    ...

    "Coro de esclavos hebreos" (Va, pensiero) de Nabucco, de Verdi

    ***
    POEMAS SOBRE LA LIBERTAD Y SU FALTA [Poemas con la palabra libertad]
    A Pablo Neruda, Gabriel Celaya –personaje
    Alborada, Manuel Curros Enríquez –patria, canto de libertad
    Amarrado al duro banco (El forzado), Luis de Góngora –galeote, mar*
    Canción del pirata (Que es mi barco mi tesoro), José de Espronceda –mar*
    El herido, Miguel Hernández
    El prisionero, Aleksandr Pushkin
    El reo de muerte, José de Espronceda –Lectura AQUÍ
    El vagabundo (The Vagabond), Robert Louis Stevenson
    El vagabundo (O vagabundo), Álvaro Cunqueiro
    Epístola satírica y censoria (No he de callar por más que con el dedo), Quevedo
    –ya vista AQUÍ
    Évame, Carlos Oroza –liberación, Lectura AQUÍ
    La jaula, Alejandra Pizarnik [Análisis AQUÍ] –Lectura AQUÍ
    La libertad, Raúl González Tuñón
    La libertaria, Raúl González Tuñón [y AQUÍ]
    Libertad (Oda), Aleksandr Pushkin
    Libertad (Liberté) Paul Eluard
    Libertad, Ángela Figuera Aymerich –Lectura AQUÍ
    Libertad de expresión, Vladimir Maiakovski [Comentario AQUÍ]
    Mi libertad en sosiego, Juan del Encina –prisión de amor. Canción AQUÍ
    No te tardes que me muero, Juan del Encina –prisión de amor [Análisis AQUÍ]
    ¡Oh libertad preciosa…! (Canción), Lope de Vega –Lectura AQUÍ
    Para la libertad... (II parte de «El herido»), Miguel Hernández –guerra
    Pollice verso (Memoria de presidio), José Martí** –política [Análisis AQUÍ]
    Primero vinieron…, Martin Niemöller
    (Cuando los nazis vinieron por los comunistas) –Lectura AQUÍ y AQUÍ
    Romance del prisionero, Anónimo*** [y AQUÍ. Análisis AQUÍ]
    Se prohibe el paso, Carlos Oroza –Lectura AQUÍ. Canción AQUÍ
    Una prisión, Jorge Guillén
    Vuelo, Miguel Hernández –deseo de libertad en el encarcelamiento

    *Incluidos en POEMAS DEL MAR
    **Pollice verso: expresión latina, que significa «con el pulgar al revés», empleada en los combates entre gladiadores.
    ***Este es uno de los mejores romances del Romancero Viejo (o Tradicional), un romance lírico que en su versión corta produce una intensa emoción.

    ...que ni sé cuándo es de día
    ni cuándo las noches son,
    sino por una avecilla
    que me cantaba el albor.
    Matómela un ballestero;
    dele Dios mal galardón.
    Romance del prisionero (Anónimo)

    Romance del prisionero, Anónimo

    No te tardes que me muero,
    carcelero,
    no te tardes que me muero.
    J. DEL ENCINA

    No te tardes que me muero, Juan del Encina

    Amarrado al duro banco
    de una galera turquesca,
    ambas manos en el remo
    y ambos ojos en la tierra,
    un forzado de Dragut
    en la playa de Marbella
    se quejaba, al ronco son
    del remo y de la cadena...
    L. DE GÓNGORA

    No volarás. No puedes volar, cuerpo que vagas
    por estas galerías donde el aire es mi nudo.
    Por más que te debatas en ascender, naufragas.
    No clamarás. El campo sigue desierto y mudo.
    M. HERNÁNDEZ, Vuelo
    –Lectura AQUÍ

    martes, 23 de agosto de 2011

    La dogaresa: Un conde fue


    El compositor Rafael Millán Picazo (1893-1957), nacido en Algeciras (Cádiz), podría haber alcanzado mayores cotas creadoras si no fuese porque una enfermedad mental (que no he logrado averiguar) comenzó a limitar sus capacidades a partir de 1925. Y pese a experimentar una parcial recuperación de las facultades psíquicas en sus últimos años, en la década de 1950, su obra más relevante pertenece a la primera etapa creativa y al género de la zarzuela. Siguió la senda de la opereta vienesa y del género grande zarzuelístico propulsado por Amadeo Vives, pero su nombre no es tan popular como el de éste u otros compositores por el hecho existencial referido. Sin embargo no debiéramos olvidarlo, al menos por ser el creador de una gran zarzuela que mantiene toda su frescura: La dogaresa. Este nombre hace referencia a la mujer del dux, el soberano de la república de Venecia durante el Renacimiento, donde se desarrolla la acción de la obra. Precisamente de ella traigo la famosa romanza “Un conde fue” (parte del número “Grande fiesta hoy”), en la voz del gran barítono Manuel Ausensi. El comienzo puede no ser reconocible por la mayoría, pero en cuanto comienza el texto principal de su melódica narración muchos creerán haberla escuchado alguna vez. Disfruten de este número imperecedero.

    Romanza "Un conde fue"

    El número completo "Grande fiesta hoy"
     

    domingo, 21 de agosto de 2011

    Canción de los piratas


    La canción que a continuación presento está basada en el film La Isla del Tesoro (1934), dirigido por Victor Fleming y basado en la famosísima novela de aventuras de Robert Louis Stevenson (1850-1894). He de confesar mi debilidad por las historias y películas de piratas, sobre todo las del cine clásico, cuya magia no se ha vuelto a repetir. Desde luego hay que beber en la fuente original, en la gran novela de Stevenson, extraordinario creador de otras obras maestras (La flecha negra, modelo de novela histórica, El extraño caso del doctor Jekyll y Mr Hyde, penetrante novela psicológica) y autor de un maravilloso libro de viajes, En los mares del Sur, en el que realiza un soberbio estudio antropológico de unos nativos que lo llamaban Tusitala, “el narrador de cuentos”. Pero ahora recreémonos con una escena de la obra llevada a la pantalla grande en la que, en medio del tenso ambiente, emerge la ruda canción marinera “Ron, ron, ron, la botella de ron”. Y después con un trailer del film que nos traerá todo el sabor de la piratería.



    [Vídeo post. por eliminación del previo]
    ***
    Anexo: Piratería. Piratas, corsarios, bucanero y filibusteros
    Pirata (del griego peirates), aventurero del mar. 
    Corsario (del latín cursus, «carrera», y francés corsaire): marino con patente de corso.
    Bucanero (de boucan, «carne ahumada»): pirata que saqueaba posesiones españolas en el Caribe. 
    Filibustero (del francés flibustier, «el que hace el botín libremente»): pirata de las Antillas.

    viernes, 19 de agosto de 2011

    Apariencias

    Fuente: picasaweb

    No debemos dejarnos llevar por las apariencias. Conocemos rostros de piedra, autoritarias miradas de hielo, altivas efigies que respiran inalcanzables aires. Sabemos de bocas ariscas, de manos que rehúyen el contacto, de oídos que no atienden nuestra súplica. Pero lejos de la dureza, de la frialdad y de la indiferencia que alguno trata de mostrar, para defensa de sus intereses o de su dignidad, subyace un individuo frágil, inseguro y temeroso que aguarda, acaso inconscientemente, el calor del afecto, de la amistad, del amor desinteresado y franco. No debemos dejarnos llevar por las apariencias, porque engañan…

    Las apariencias engañan

    domingo, 14 de agosto de 2011

    Sonambulismo y música


    Todos hemos oído hablar del sonambulismo o noctambulismo, un peculiar trastorno del sueño clasificado como parasomnia; las otras parasomnias son: el terror nocturno, el bruxismo nocturno (apretar o rechinar de dientes involuntario) y la enuresis nocturna (pérdida de orina involuntaria). Y si no conocemos a individuos que lo padecen, al menos sabemos de sonámbulos y sonámbulas a través del cine o de series de dibujos animados, donde hemos visto a protagonistas que en pleno sueño se levantan de la cama y caminan con los ojos cerrados y los brazos extendidos al frente. Salen incluso a la calle y permanecen en un estado de inconsciencia sin atender a ninguna señal exterior. Intrigante y asombroso.


    El sonambulismo suele afectar a niños y adolescentes, manifestándose generalmente como episodios aislados, pero los adultos no están libres de este fenómeno. No se conoce su causa, aunque se asocia con el cansancio, el alcohol, la ansiedad y otros trastornos. Tampoco existe un tratamiento eficaz, limitado a la actuación en lo posible sobre estos factores asociados.

    Es importante significar que se puede despertar al sonámbulo sin que entrañe peligro para él, lo que antaño se creía contraproducente.

    La única certeza que se tiene del sonambulismo es que se produce durante las etapas del sueño 3 y 4, de "sueño profundo o de ondas lentas”; es decir, de “no movimientos oculares rápidos” (NMOR o no-REM: en inglés NREM “Non-rapid eye movement”), tras sus etapas 1 y 2 (de "sueño ligero”), y antes de la etapa final del sueño o de “movimientos oculares rápidos” (MOR o, en inglés, REM “Rapid eye movement” o REM sleep), en la que se producen con más nitidez imágenes de ensoñación u onirismo. Un tema apasionante.


    Si bien el sonambulismo es más frecuente en los primeros años de la vida, también se puede presentar en los adultos y de manera más aparatosa. Esta parasomnia ha quedado recogida en una famosa ópera del compositor italiano Vincenzo Bellini (1801-1835): La sonnambula. En algunas escenas la protagonista, Amina, camina dormida, y en el punto culminante de la obra lo hace sobre el puente del arroyo del molino que pertenece a su madre; cantando, naturalmente…

    ***
    ANEXO: TRASTORNOS DEL SUEÑO
    Los múltiples trastornos del sueño se pueden clasificar en cuatro apartados: 1) Problemas para conciliar el sueño (insomnio)*, 2) Problemas para permanecer despierto (somnolencia diurna)**, 3) Problemas para mantener un horario regular de sueño (problema con el ritmo del sueño)*** y 4) Comportamientos inusuales durante el sueño (conductas que interrumpen el sueño)****.

    *Entre sus causas: malos hábitos, turnos laborales, sedentarismo, sustancias tóxicas –alcohol, drogas–, fármacos, cafeína, ruidos, depresión...
    **Entre sus causas: narcolepsia y apnea obstructiva del sueño.
    ***Entre sus causas: desfase horario (jet lag) y trabajo a turnos.
    ****Entre sus causas: terrores nocturnos y sonambulismo.

    1
    Fuente: MedlinePlus

    2
    Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño
    Fuente: Scielo

    martes, 9 de agosto de 2011

    Juan Rof Carballo, padre de la Medicina Psicosomática


    Juan Rof Carballo (1905-1994), médico y ensayista, es considerado el "padre de la Medicina Psicosomática". Hijo del ilustre veterinario Juan Rof Codina, catalán destinado a Galicia, estudió en Santiago de Compostela, donde fue discípulo del gran patólogo gallego Roberto Novoa Santos, participó en el Seminario de Estudos Galegos, colaboró en revistas galleguistas y se relacionó con destacadas personalidades de la ciencia y la cultura gallega de su tiempo. Completó estudios en Barcelona, Madrid y, como becario, en Viena y Colonia. El inicio de la Guerra Civil Española en 1936 le sorprendió en Berlín y permaneció fuera de España hasta su finalización. De regreso se doctoró con una tesis sobre los ácidos grasos insaturados y trabajó junto a Carlos Jiménez Díaz en Madrid. Colaboró también con Gregorio Marañón, quien le definió como un "francotirador del espíritu", y fue miembro de la Real Academia Española. 

    Rof Carballo estaba convencido del vínculo entre psique –alma– y cuerpo. Aportó una nueva concepción de la relación médico-paciente, con métodos próximos a la psicología en el trato a los enfermos; Domingo García-Sabell llegó a definirlo como "curador". Por otra parte, literatura, arte y música y estuvieron siempre presentes en sus escritos; era un declarado mozartiano y respecto a la literatura gallega admirador de Rosalía de Castro; fue además uno de los principales representantes del llamado "grupo Galaxia", que dio lugar a la Editorial Galaxia en 1951. Al fallecer, Pedro Laín Entralgo, a la sazón presidente de la Real Academia Española, le dedicó emocionadas palabras: "Un trozo importante de mi vida se va con él…".


    De sus escritos médicos sobresale su famosa Patología Psicosomática (1949), el primer tratado integral sobre el tema, de difusión mundial, que junto a Cerebro interno y mundo emocional (1952) y Urdimbre afectiva y enfermedad (1961) forma su trilogía fundamental sobre Medicina Psicosomática.

    De sus ensayos sobre psicología, biología, sociología y antropología, destacan Entre el silencio y la palabra (1960), Violencia y ternura (1967), Biología y psicoanálisis (1972), Signos en el horizonte (1972), El hombre como encuentro (1973), Teoría y práctica psicoanalítica (1984) y Los duendes del Prado (1990). Su principal obra en gallego es Mito e realidade da terra nai (1957).
    ***
    Enlace relacionado:

    viernes, 5 de agosto de 2011

    De la teoría a la práctica médica

    Lección de Anatomía del Prof. Nicolaes Tulp. Rembrandt, 1632 

    ...falta de adecuación entre la medicina que académicamente se enseña y la medicina que socialmente se hace. 
    Pedro Laín Entralgo, "El médico y el enfermo"

    No hay duda de que para desarrollar con competencia cualquier actividad profesional se precisa una mínima base teórica. La medicina no es excepción; mejor dicho, precisa de una mayor base teórica que la mayoría de actividades humanas. La Educación Médica implica la transmisión de conocimientos en salud.

    Desde los inicios de la carrera universitaria, pasando por la licenciatura y los estudios de posgrado, hasta el final de nuestra actividad profesional no dejaremos de aprender. Nos veremos obligados a una puesta al día mediante una formación continuada, porque los avances y los descubrimientos no cesan. La formación continuada supone una instrucción constante, imprescindible en medicina para mantener la competencia profesional. Sus objetivos: actualizar conocimientos –técnicos, éticos, legales, sociales y económicos– y favorecer la comunicación entre los profesionales. Corregiremos errores, tomaremos buena nota para el futuro y afianzaremos nuestra seguridad. Así siempre, en avance inacabable.

    Por otra parte, la disciplina humanística Teoría y Método de la Medicina se ocupa de los sistemas de información, la documentación y la terminología empleada por los médicos. Aquí se incluyen los conceptos de salud y enfermedad, la calidad de vida, el método científico, el método de la práctica clínica, el método de la relación con el paciente –perteneciente a la Comunicación Médica–, los términos o vocablos de la ciencia médica y el análisis de la literatura científica.

    Parece evidente la necesidad de hacerse con un buen diccionario médico, leer buenas revistas especializadas, tesis y libros, disponer de soportes audiovisuales adecuados y, por supuesto, contar con buenos maestros que nos transmitan su experiencia y su saber. Lo demás vendrá dado por el interés y el entusiasmo que pongamos en el aprendizaje, que nunca cesa. Una buena instrucción es la base para alcanzar una adecuada capacitación.

    Y en el momento de la verdad, cuando pongamos manos a la obra y nos entreguemos al arte médico, aplicando nuestras habilidades médicas y quirúrgicas, habremos de procurar hacerlo con humildad, sin envanecimiento, teniendo presentes en todo momento las “4H” de Osler: humildad, honestidad, humanidad y humor.
    ***
    Otros enlaces relacionados
    Fundación Educación Médica
    Sociedad Española de Educación Médica
    Diccionario médico –Cín. Univ. Navarra

    miércoles, 3 de agosto de 2011

    Aforismos musicales


    Música: arte de las musas; arte de combinar los sonidos.

    En favor del arte sonoro, arte de las musas (en particular de la musa Euterpe), un antiguo dicho popular reza que “la música amansa las fieras” (por el mito de Orfeo) y otro que “quien canta sus males espanta”. Y el mismísimo Miguel de Cervantes dejó escrito que “donde hay música no puede haber cosa mala”, reconociendo además su poder de reanimar el espíritu y espantar los males, adelantándose así a los apóstoles de la musicoterapia. Y es que la música –con sus principales elementos: ritmo, melodía y armonía–, produce deleite, conmueve el espíritu por su carácter alegre o triste. Podríamos traer innumerables frases en torno a lo melódico, pero creo que es suficiente para hablar de sus bondades con una muestra de escogidos aforismos musicales.
    • La música, esa misteriosa forma del tiempo. (J. L. Borges)
    • La música es la aritmética de los sonidos como la óptica es la geometría de la luz. (C. Debussy)
    • La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. (Platón)
    • La música es parte de nosotros, o nos ennoblece o degrada nuestro comportamiento. (Boecio o Boethius)
    • La música es el alimento espiritual de los que viven de amor. (W. Shakespeare)
    • La música es el verdadero lenguaje universal. (C. M. von Weber)
    • La música es el esperanto sonoro. (E. Levy)
    • La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu. (M. de Cervantes) 
    • Siempre la música fue / el imán de mis sentidos. (Calderón de la Barca)
    • La música es el vino que inspira nuevas creaciones y yo soy Baco que prensa este delicioso vino para los hombres y los embriaga espiritualmente. (Ludwig van Beethoven)
    • La música empieza donde se acaba el lenguaje [variante: donde acaban las palabras da comienzo la música] (E. T. A. Hoffmann)
    • La música es la literatura del corazón, que comienza donde terminan las palabras. (A. de Lamartine)
    • La música sin sentimiento no vale ni el papel en que fue escrita. (M. Ravel)
    • La música no es para entender, sino para sentir; no tiene significado, va más allá de lo verdadero y de lo falso. (C. Halffter)
    • La música es un arte que está fuera de los límites de la razón, lo mismo puede decirse que está por debajo como que se encuentra por encima de ella. (P. Baroja)
    • El arte de la música, por encima de las demás artes, es la expresión del alma de una nación. (R. W. Willims)
    • La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido. (L. Bernstein)
    • La música grandilocuente... es una forma de énfasis estúpido, suena hueco y solo contiene viento. (V. Jankélévitch)
    • Si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco. (P. I. Tchaikovsky)
    • Sine musica nulla vita –Sin música no hay vida. (Nietzsche)
    Los músicos (entre 1617 y 1620) de Diego Velázquez
    ***
    Primero la música y luego las palabras (Prima la musica e poi le parole).
    Antonio Saleri

    Enlace relacionado (posterior)

    Mas los claros gorjeos de las aves
    Con la voz se imitaban mucho antes
    Que pudiesen los hombres regalarse
    Los oídos con versos armoniosos...
    LUCRECIO,  [Origen de la música], Rerum natura

    ANEXO: POEMAS SOBRE MÚSICA
    A Emilia, Adelardo López de Ayala –personajereligión [y AQUÍ]
    [suplicándole que cante el «Avemaría», de Schubert​]
    A la música, Felipe Benítez Reyes
    A ti, única (Quinteto de la luna y del mar), Leopoldo Lugones –música, naturaleza
    Al oír las canciones, Rosalía de Castro –tiempo
    Alma música, Nicolás Guillén
    Café-concierto, Oliverio Girondo –erotismo
    Cantares, Manuel Machado [y AQUÍ]
    Chopin, Federico, Luis Hernández –personaje
    Cosaute, Diego Hurtado de Mendoza* [Wiki]
    Del salón en el ángulo oscuro (Rima VII), Gustavo Adolfo Bécquer
    Guitarra, Nicolás Guillén
    La guitarra («Corazón malherido por cinco espadas»), Federico García Lorca
    La música, Tomás de Iriarte**
    La música (La musique), Charles Baudelaire
    La música es el cielo prometido (Humorada XXVIII), Ramón de Campoamor
    La vida de Borodin (the life of Borodin), Charles Bukowski
    Las seis cuerdas, Federico García Lorca
    Mas los claros gorjeos de las aves [Origen de la música], Lucrecio
    (Sobre la naturaleza de las cosas –Rerum natura–, libro V, 1993-2009)
    Música, Miguel de Unamuno –desdén, en favor de la poesía
    Música (Music), Walter de la Mare
    Piano (Piano), D.H. Lawrence
    (Ode "We are the Music Makers”) –Lectura AQUÍ
    Schumann, Robert, Luis Hernández

    *El cosaute (del francés coursaut) es danza cantada de tipo cortesano.
    **Extenso poema didáctico. Analizado AQUÍ.

    Cuando cantas en dulce melodía
    la Oración de la Virgen, me parece
    que otra vez el Arcángel aparece
    y se postra a las plantas de María.
    A. LÓPEZ DE AYALA, A Emilia

    Del salón en el ángulo oscuro,
    de su dueña tal vez olvidada,
    silenciosa y cubierta de polvo,
    veíase el arpa.
    BÉCQUER, Rima VII

    Gustavo Adolfo Bécquer, Rima VII

    Somos los hacedores de música,
    los soñadores de sueños...
    A. O’SHAUGHNESSY, Los hacedores de música

    We are the Music Makers, Arthur O’Shaughnessy

    La noche.... tus ojos.... un poco de Schuman...
    y mis manos llenas de tu corazón.
    L. LUGONES, A ti, única (Quinteto de la luna y del mar)
    –Lectura AQUÍ

    ¡Oh, guitarra! 
    Corazón malherido 
    por cinco espadas.
    F. GARCÍA LORCA, La guitarra

    La guitarra, Federico García Lorca

    Otra lectura AQUÍ

    La música (1910), Henri Matisse