El dolor no puede ser nunca ni insoportable ni de larga duración, a menos que tú lo agrandas a fuerza de la imaginación; debes verlo dentro de sus límites naturales. Marco Aurelio
El dolor es para la humanidad un tirano más terrible que la misma muerte.
Albert Schweitzer
Cuando hablamos del primer síntoma a combatir, nos dejamos en el tintero algunos aspectos sobre el dolor que tratan de analizarlo filosóficamente, en el contexto del sufrimiento, en cuanto a su utilidad (apropiación por el individuo par algún fin) e incluso sobre su connotación paradójicamente placentera (valga un oxímoron: el “placentero dolor” de los románticos). Podríamos hablar entonces de tres aspectos diferentes y relacionados: dolor y sufrimiento; dolor y utilidad; dolor y placer.
Primeramente, el dolor es un síntoma desagradable,
displacentero, molesto, perturbador, inquietante… (*) Puede provocar un
sufrimiento que sólo se eliminará tratando el síntoma y, si es posible, la patología
causante de la sensación álgica.
El dolor es un síntoma útil, porque nos informa de una
anomalía y nos alarma de un peligro; es por ello necesario para la
supervivencia. En otro sentido, puede ser de utilidad para quien
lo usa como medio para lograr un beneficio, desde una ganancia familiar hasta un ventajismo laboral (o una incapacidad).
El dolor puede llegar a ser una experiencia agradable, algo necesario para quienes lo
sienten como parte de su filosofía de vida, los que asumen con
fervor el ideal romántico que se regodea en el sufrimiento, algo más propio de
otra época.
Es por ello que el dolor podemos contemplarlo como un síntoma genérico, con sus variables individuales (cada cual siente el dolor de manera diferente, e incluso lo expresa de distinto modo), o como un elemento diferenciado en cada persona. Entonces, el dolor es mucho más que un síntoma a combatir.
[Nota.- No he leído el libro que encabeza esta entrada, "Medicina del dolor: Filosofía, Ética y Política", pero la portada y el índice de contenidos son sugestivos.]
Baile doloroso y placentero
Fred Astaire & Cyd Charisse
***
(*) Como recomienda Marco Aurelio, no debemos contribuir a que el dolor se haga insoportable.
—¡Ay, cómo me duele...!
—Cuanto más te quejes, más te dolerá.
- El prudente no aspira al placer, sino a la ausencia de dolor. (Aristóteles)
- El dolor propio es insufrible; el ajeno, exagerado. (Anónimo)
- No os espante el dolor; o tendrá fin o acabará con vosotros. (Séneca)*
- Se duele más de lo necesario quien se duele antes de lo necesario. (Séneca)*
- Cuando el dolor es insoportable, nos destruye; cuando no nos destruye, es que es soportable. (Marco Aurelio)*
- El dolor en esencial en la vida y no proviene del exterior, sino que cada uno lo llevamos dentro como un manantial que son se agota. (Schopenhauer)
- Un estudio muy amplio nos indica que los dos enemigos de la felicidad humana son el dolor y el aburrimiento. (Schopenhauer)
- El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro. (C. Arenal)
- Dolor contado, al punto aliviado. (Refrán)
- Dios castiga en los hijos las culpas de los padres, porque sabe que no hay mayor dolor para los padres que el dolor de los hijos. (J. Benavente)
- El dolor envejece más que el tiempo. (G. Fuertes)
- El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. (Buda)
*Pensamiento estoico.
[v. también AQUÍ]