lunes, 30 de junio de 2025

Félix, el amigo de los animales

Félix Rodríguez de la Fuente


FÉLIX, EL AMIGO DE LOS ANIMALES

En bosques y praderas tu figura,
en ríos y desiertos tu presencia,
en aire, tierra y agua tu espíritu tenaz.
Nada escapaba a tu mirada ávida;
la vida del planeta te atraía,
cualquier forma y tamaño de criaturas amadas.
Más allá de las frías descripciones
zoológicas, narrabas lo salvaje
en toda su crudeza, en todo su esplendor.
Oh, Félix, el lobo, la nutria, el águila,
todas las criaturas te importaban
y para ellas un mundo más limpio deseabas.
Carisma irrepetible nos brindaste,
imágenes con fuerza nunca vista,
dominio del lenguaje, prosodia proverbial.
Entretenidos tus documentales
con las justas palabras instructivas;
bella naturaleza, precisa ecología.
Por tu particular entonación
prendías la atención y deleitabas.
(Hasta leer tu Fauna es escucharte ardiente.)
Oh, Félix, tu entusiasmo natural
–que enseguida a la audiencia contagiaba–
no cesaba jamás, ni en los momentos bajos.
—El gran amigo de los animales,
amigo de los hombres y la Tierra.

[2022]
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Entrada relacionada

El Hombre y la Tierra | Banda sonora original

viernes, 27 de junio de 2025

El carnaval de los animales, de Camille Saint-Saëns

Fuente: Valdemusica.blogspot.com

Camille Saint-Saëns (1835-1921) es visto como un músico academicista y serio, que prefiere las estructuras musicales clásicas y la perfección formal, que evita experimentaciones de vanguardia y hace pocos guiños a lo humoresco. Sin embargo, se le considera un eslabón de la música francesa que conduce a Claude Debussy y Maurice Ravel, aunque es sabido que aborrecía la música avanzada y para él difícil de entender de Debussy, compositor bastante más joven. Quizá por eso no quiso que su obra El carnaval de los animales (Le carnaval des animaux), suite en 14 movimientos, se publicara ni se interpretara en público durante su vida, por ser una broma musical, un divertimento alejado de las concepciones académicas, con la excepción del movimiento n.º 10, «El cisne», el más formal, que sí fue publicado e interpretado en vida del compositor. En conjunto, se trata de una “fantasía zoológica”, como la llamó el compositor, en la que desfilan el león, gallinas y gallos, asnos salvajes, tortugas*, el elefante**, canguros, peces, el cuco, fósiles***... y donde no falta la parodia de los humanos (pianistas).  
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*Suena el «can-can» de la operetta Orfeo en los infiernos de Jacques Offenbach.
**Suenan la «Danza de las sílfides» de La Condenación de Fausto de Berlioz y el «Scherzo» de El sueño de una noche de verano de Mendelssohn.
***Suenan la Danza macabra del propio compositor, canciones infantiles y el aria de «Una voce poco fa» de El barbero de Sevilla de Rossini.
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Para muchos críticos, El carnaval de los animales es la mejor obra de Saint-Saëns, y muchos melómanos la tienen como favorita entre sus numerosas composiciones.


Otras interpretaciones AQUÍ/AQUÍ/AQUÍ/AQUÍ
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Otras destacadas composiciones de Saint-SaënsConcierto para piano n.º 2 –de 5–, Sinfonía n.º 3 –de 5–, Danza macabra, poema sinfónico para violín y orquesta, Variaciones sobre un tema de Beethoven, para piano, y la ópera Sansón y Dalila.
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Grabaciones discográficas de obras de Saint-Saëns
Saint-Saëns. Discografía I, II, III, IV, V –Ángel Carrascosa
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Biografías
Charles Camille Saint-Saëns –Biografías y Vidas

Camille Saint-Saëns

martes, 24 de junio de 2025

Debate sobre las guardias médicas


En un debate sobre las guardias médicas, se decía que cuando se planificó la atención médica urgente, fuera de la jornada laboral ordinaria, dicha atención era escasa, porque la demanda era mínima. Por eso las horas de guardia se consideraban como “expectativa de trabajo”, y como tales se pagaban. Pero esa demanda fue aumentando progresivamente y, sin embargo, esas horas nunca pasaron a considerarse como extras. Y al hacerse referencia a las guardias hospitalarias, alguien recordó que las guardias extrahospitalarias todavía son peores, porque se atienden multitud de banalidades y no se dejan de atender accidentes ni procesos agudos graves, en un continuum agotador, inhumano.

Al hilo de este debate, hicimos las reflexiones oportunas. Ciertamente, no se ha considerado la evolución de la demanda urgente, que, desde lo esporádico, ha ido en progresivo aumento. Por diferentes causas, que competen a usuarios, profesionales y administración. Se descuidó el problema durante décadas (dudamos que haya sido analizado por el ministerio de sanidad o por los servicios de salud), y ahora lo lamentamos. En cuanto a la atención a banalidades, cabe decir que es fruto de un cambio social, de la falta de autocuidados, de la pérdida del sentido común... y de un buenismo pernicioso. Y el estar para todo sin justa compensación, ya es consecuencia del permanente trágala de los profesionales de la medicina.
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Entrada relacionada:

Reflections In D - Bill Evans

domingo, 22 de junio de 2025

Romances del Camino de Santiago

Fuente


Romances del Camino de Santiago


1
CAMPUS STELLAE

Aquella luz misteriosa,
tan brillante sobre un campo,
venía de rauda estrella
encendida en lo más alto,
y señalaba el lugar
del cuerpo de Santiago,
muerto por orden de Herodes,
por su ley decapitado;
traído de Oriente Próximo,
de Palestina, ¡milagro!,
a través del mar, en barca,
trasladado hasta ese ocaso.
Construyendo allí una iglesia
quiso el rey glorificarlo;
y así nació Compostela
y la Ruta que va al santo.


2
ORIGEN

En una incierta necrópolis
de romana procedencia,
una tumba venerada
fue en Galicia descubierta,
la del Apóstol Santiago,
en el campo de la estrella,
en el sagrado lugar
que hoy se llama Compostela.
El rey Alfonso II
abrió en asturiana tierra
el Camino Primitivo,
prima Ruta Jacobea.
Pronto el Camino Francés
–el de importancia suprema,
de bordón, sombrero y capa–,
sirvió de vía europea,
impulsado por el papa
Calixto II, a medias
con Xelmírez, arzobispo,
dos líderes de la Iglesia.


3
PEREGRINO

Me encamino a Santiago
como el peregrino aquel
que llamaban Don Gaiferos,
duque él, noble francés,
un Guillermo de Aquitania
–por orden número diez–
que quiso limpiar su alma
bien dispuesto a padecer
las penurias del Camino,
que él recorrió una vez.
El legendario Guillermo
murió en Compostela, al ver
su objetivo ya cumplido;
lo dicen, yo no lo sé,
pero muerte más honrosa
pecador no ha de tener.


4
BÚSQUEDA

En origen religioso,
el Camino sigue siendo
senda de la fe cristiana
de peregrinos auténticos;
para algunos es reposo
del espíritu y del cuerpo;
y del resto no devoto,
unos lo estiman un reto
personal –un desafío–,
otros, interior encuentro
o simple ejercicio físico
o trayecto placentero…
—Mi búsqueda es de la paz
que se fragua en el silencio,
en los pasos que doy libre,
sin ataduras de preso.


5
PARATA

Caminante, sí hay camino
que te lleve a Compostela;
de allende los Pirineos
o sin salirse de Iberia,
una milenaria ruta
marca el rumbo hacia Fisterra.
Partiendo de Roncesvalles,
de Burdeos o de Palencia,
de poblaciones cercanas
o lejanísimas tierras,
encontrarás hospedajes,
albergues donde te atiendan.
Cuando pases O Cebreiro,
tras dos etapas gallegas
hallarás uno en Ferreiros,
concello de Paradela.


6
GOZO

En el final del Camino,
la Plaza del Obradoiro
y la inmensa catedral
con su Pórtico glorioso.
Cantos de los peregrinos
convergen en uno solo;
ritmos del sagrado Códice
provocan un dulce asombro;
el repicar de campanas
acrecienta nuestro gozo.
«¡Gratificante experiencia»,
repiten todos a coro.
—Yo, caminante, al fin
con vieira, y amoroso,
ahora me siento feliz
en el lugar del Apóstol.
____
[Obra ganadora del XXX CERTAMEN LITERARIO MANUEL-ORESTE RODRÍGUEZ LÓPEZ, Paradela, en la categoría «Mención Especial del Camino de Santiago»]

Los secretos y la historia del Camino de Santiago
***
Entradas sobre el Camino de Santiago

El autor del blog
con Pablo Payo Pérez, Mesonero Mayor del Camino de Santiago,
en Villalcázar de Sirga (Palencia).

Cartel anunciador del Centro del Camino y Arco de San Benito
en Sahagún (León).

martes, 17 de junio de 2025

Sistema Nacional de Salud, fortalezas y debilidades


Dejando en el aire la afirmación de que el sistema sanitario español está deturpado, la IA responde que esta afirmación es una generalización que puede ser debatida, pero aunque el Sistema Nacional de Salud (SNS) es generalmente reconocido como uno de los mejores del mundo en términos de cobertura y resultados de salud, también enfrenta desafíos y críticas. Y refiere puntos a favor y puntos en contra.

Puntos a favor (fortalezas):
  • Cobertura universal
  • Alta calidad
  • Énfasis en la atención primaria*
Puntos en contra (debilidades):
  • Financiación (problemas de financiación) 
  • Listas de espera (para consultas, pruebas diagnósticas y cirugías)
  • Escasez de profesionales
  • Desigualdades territoriales (variabilidad de calidad entre CCAA)** 
  • Percepción ciudadana (menos satisfacción general en últimos años) 
Y resume: 
El sistema sanitario español es reconocido por su cobertura universal y calidad en muchos aspectos, pero enfrenta desafíos como la financiación, las listas de espera y la escasez de profesionales, que impactan en la percepción general del sistema.
___
*Sobre la atención primaria, cabe señalar sus carencias: insuficiente financiación, escasez de profesionales, sobrecarga de trabajo y falta de tiempo en las consultas.
**Cada comunidad autónoma tiene su propio servicio de salud, de modo que el SNS hispano lo conforman diecisiete servicios de salud, cada uno con sus peculiaridades.

¿La mejor Sanidad del mundo? La caída en desgracia del sistema sanitario español

domingo, 15 de junio de 2025

Haikus arbóreos 3


Tras los alisos
fluye el río sereno.
Y el sol los mira.


Veo a mi paso
un árbol de otras partes:
jacarandá.


Árbol esbelto
al que le llaman chopo
y también álamo.


En aquel bosque
el imponente haya
me encandilaba.


Una conífera
que siempre me ha encantado:
cedro del Líbano.


Iba el camino
por un bosque de cuento
junto a aguas dulces. 

El nogal (Der Nussbaum), Robert Schumann

viernes, 13 de junio de 2025

Huelga médica, 13 de junio de 2025


Creo que ninguna huelga de médicos ha tenido tanta repercusión mediática como la de hoy, viernes 13 de junio de 2025, con reivindicaciones justas y necesarias. ¿Qué se pide? Garantizar los derechos laborales del médico y protección de su salud, limitando la jornada laboral para evitar una sobrecarga dañina. Y la reforma del Estatuto Marco de Sanidad –ley que regula las condiciones laborales de los profesionales de la salud– no les garantiza nada de esto.

Faro de Vigo

El Mundo

El País

La Vanguardia

20 Minutos

El Confidencial

La Razón

Público

El Español


Médicos van a huelga nacional para mostrarsu rechazo
al Estatuto Marco propuesto por Sanidad
¡Necesidad de un Estatuto Marco propio para el profesional médico!
*** 
Reflexión anexa 1: Médicos hoy y hace cincuenta años 
Los médicos están hoy peor que hace 50 años, si consideramos que entonces la mayoría eran profesionales liberales –con o sin ejercicio público compatibilizado– muy valorados socialmente. En la actualidad, vemos el desencanto y la frustración del profesional de la medicina, sobrecargado laboralmente y con una gran responsabilidad no reconocida como se merece.

Reflexión anexa 2: Trienios del médico
Además de la remuneración salarial, habría que revisar los trienios médicos al alza, considerando la duración de la carrera de medicina y la diferencia en su cuantía tan poco significativa con enfermería e incluso con categorías inferiores. Cuando un médico hace un trienio, otras categorías profesionales ya van por dos o tres.

miércoles, 11 de junio de 2025

El sufrimiento del médico


Por un artículo del Dr. Sergio Minué sobre las causas del sufrimiento de los profesionales clínicos, hemos conocido un análisis de la Dra. Caroline Engen, médica noruega, originado en el suicidio (*) de una joven residente, presionada por las malas condiciones de trabajo que venía soportando (incluyendo tareas burocráticas inútiles), y que nos habla de un entorno laboral noruego insoportable.
(…) el exceso de trabajo, la sobrecarga, la falta y presión del tiempo, incluso para atender necesidades vitales tales como ir al baño. Todo ello generaba un intenso grado de sufrimiento, capaz de llegar al suicidio. (…) Engen observó que no era sólo una cuestión de “cantidad” de trabajo, sino fundamentalmente de su “calidad”. (…) Engen señala dos aspectos clave que ayudan a entender de forma mucho más profunda las causas reales del sufrimiento de los profesionales sanitarios: la visión del trabajo como un empleo complementario al resto de intereses vitales y la transición de la medicina a la ingeniería. (…) la ausencia de médicos, la desmotivación de los médicos y su sufrimiento tiene causas profundas ancladas en la sociedad emergente… 
Un análisis foráneo que nos hace pensar en el medio sanitario hispano.
____
(*) v. entrada «En torno al suicidio»: Medicina, estrés y suicidio.

Suffering, Lars Danielsson
***
Entradas relacionadas

Reflexión anexa: Sufrimiento médico y sensibilidad gestora
Jamás un gestor sanitario le ha preguntado a un médico hispano si tenía algún problema, alguna necesidad o alguna preocupación laboral. Lo cual significa absoluta deshumanización en las relaciones laborales en el ámbito de la salud.

lunes, 9 de junio de 2025

Haikus romanos

 
En su teatro
el esplendor de Roma.
Augusta Emerita.


Resiste el tiempo
la muralla romana.
Lucus Augusti.


A vida o muerte
luchaban gladiadores.
Tiempos de Roma.


Aún maravillan
los mosaicos romanos
con sus teselas.


En su acueducto
dejó la huella Roma.
Segovia bella.

Sobre las aguas
romana ingeniería.
Le Pont du Gard.
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El legado de Roma es prominente en Europa Occidental, Norte de África, Asia Menor (Anatolia) y Oriente Próximo: lengua (latín), arte, ingeniería, arquitectura (inc. construcciones para espectáculos: teatro, anfiteatro, circo), derecho...

Así construían los romanos sus acueductos

viernes, 6 de junio de 2025

Sobre un concierto musical

Bosquejo de la invasión alemana de tierras checas


VIOLENCIA MUSICADA
[Percusión y cuerdas]

En tiempos de frivolidad,
escuchar el Doble concierto de Martinu (*)
nos retrotrae a una violencia bélica,
a un pasado de drama y de tragedia:
la invasión nazi de Checoslovaquia.
(Dos orquestas de cuerda, piano y timbales
narran escenas inquietantes.)
En tiempos de frivolidad ruidosa,
esa música reproduce otros lamentos
de dramas y tragedias similares,
el conflicto ruso-ucraniano, por ejemplo,
actual e intemporal al repetirse la fiereza.
En tiempos de frivolidad malsana,
seguimos esperando que la historia
se enderece. Y no hay manera de alcanzar
un equilibrio permanente
que de guerras nos libre y que la paz mantenga.
Escucho sin frivolidad en la ventana…

[2022, 17 dic.]
____
(*) Concierto para dos orquestas de cuerda, piano y timbales.

Doble concierto, Bohuslav Martinů
para dos orquesta de cuerda, piano y timbales

miércoles, 4 de junio de 2025

La paralítica



LA PARALÍTICA

En una silla de ruedas
iba la joven moviéndose,
ni con cara de tristeza
ni con rostro sonriente,
obligada a desplazarse
en ella por mala suerte,
no a causa de enfermedad,
sino de un accidente.
Lo supe, pues me lo dijo
sin pregunta impertinente,
curioso yo por saber
–compasivo, francamente–
y acercarme a la persona,
a la mujer grata y fuerte.
Me llenó tanto su voz,
que me he vuelto más alegre.

[2025, 8 ene.]
____

Para Elisa, Beethoven

lunes, 2 de junio de 2025

Encuesta sobre los protocolos médicos

 
En una mini-encuesta sobre los protocolos médicos, en los que preguntamos sobre su uso o valor que se les da, parece, por el resultado, que aún prevalece la sensatez.


En nuestra consideración más reflexiva, seguimos creyendo que los protocolos médicos no deben acatarse como dogma, sino que han de servir de guía

Protocol, John Scofield

sábado, 31 de mayo de 2025

Romance del prisionero

 
Ahora que finaliza este caluroso mes de mayo, me apetece recordar uno de los grandes romances anónimos, del Romancero Viejo: el maravilloso «Romance del prisionero». Un romance lírico que en su versión corta produce una intensa emoción; dieciséis versos, llenos de imágenes, en los que late la naturaleza, el amor, la vida... y la libertad, lo que el prisionero no tiene y desea; y el único consuelo que tiene, de pronto se lo elimina un cazador. En resumen, un compendio de sensibilidad poética y una magistral concreción de la añoranza de libertad. 

Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.
____

Animales singulares


Hay animales singulares, extraordinarios o raros, por sus características morfológicas o su comportamiento. Los hay invertebrados e invertebrados; de los primeros, con protección corporal: artrópodos (insectos, arácnidos, miriápodos, crustáceos), moluscos (cefalópodos, bivalvos, gasterópodos) y equinodermos, o sin ella: gusanos, poríferos (esponjas) y celentéreos (con tentáculos: medusas, pólipos); de los segundos: mamíferos, peces, aves, anfibios y reptiles. Entre los animales de alguna manera extraordinarios, pequeños o enormes, que siempre me han llamado la atención, están los siguientes: mantis, araña, ciempiés, caracol, cangrejo, pulpo, estrella de mar, medusa, raya, caballito de mar, delfín, ballena, elefante, perezoso, canguro, ornitorrinco, pangolín, murciélago, topo, loro, ave lira, colibrí, pingüino, rana, camaleón, salamanquesa, tortuga. Dejamos al margen la percepción estética, si los consideramos animales bellos o feos, y nos referimos a especies de animales actuales, no extintas como los dinosaurios, sobresalientes por su singularidad.

De animales rarísimos nos hablan en este vídeo.

Los 15 animales más raros del mundo
***
Enlaces relacionados
Los 15 animales más raros del mundo –National Geographic

—Sobre la fauna observada en el descubrimiento de América
La naturaleza americana también entró en el terreno de lo mítico y de manera muy especial su fauna, aunque faltaban los grandes cuadrúpedos de Asia y Africa. De ella hubo que hacer una interpretación, para lo que con frecuencia se utilizó la obra de Plinio el Viejo o se establecieron identidades con los animales europeos o con los monstruos e híbridos, que heredados del mundo clásico, pervivieron y se transformaron a lo largo de la Edad Media. 
Durante las expediciones americanas, Oviedose colocó a sí mismo como el nuevo Plinio por describir con sus ojos la naturaleza de América que los escritores antiguos no pudieron llevar a cabo. (...) Las taxonomías de Oviedo retoman el modelo pliniano y transitan de lo concreto a lo difuso: animales terrestres, primero; acuáticos, después; voladores, insectos, etc.
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*Gonzalo Fernández de Oviedo, primer cronista de Indias.
–Otro naturalista importante de ese tiempo fue José de Acosta.
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Reino animal o Animalia
Clasificación: 1) por alimentación (herbívoros, carnívoros, omnívoros), 2) por cómo nacen (vivíparos, ovíparos, ovovivíparos), 3) por dónde viven (acuáticos, terrestres, mixtos), 4) por tipo de esqueleto (vertebrados, invertebrados).

Animales: vertebrados e invertebrados
Animales invertebrados
Animales vertebrados

jueves, 29 de mayo de 2025

Sobre la envidia

Andrómeda encadenada a una roca (1832-1883), Gustave Doré

La mitología griega tiene ejemplos divinos para todo lo humano, como las virtudes y defectos de los hombres. De uno de éstos, la envidia, es muestra el mito de Andrómeda, cuya belleza ponía su madre, Casiopea, por encima de la de las nereidas, lo que despertó la ira de su protector, Poseidón. Para aplacarla, el padre de Andrómeda, Cefeo, decidió ofrecer a su hija al monstruo marino destructor que el airado dios había decidido enviar. Pero hubo un final feliz, con la intervención de Perseo, quien, enamorado de la bella, logró matar al monstruo. El mito lo recoge Lope de Vega en un soberbio soneto: «De Andrómeda» (Soneto 86).

Atada al mar Andrómeda lloraba,
los nácares abriéndose al rocío,
que en sus conchas cuajado en cristal frío
en cándidos aljófares trocaba.

Besaba el pie, las peñas ablandaba
humilde el mar, como pequeño río,
volviendo el sol la primavera estío,
parado en su cenit la contemplaba.

Los cabellos al viento bullicioso,
que la cubra con ellos le rogaban,
ya que testigo fue de iguales dichas,

y celosas de ver su cuerpo hermoso,
las nereidas su fin solicitaban,
que aún hay quien tenga envidia en las desdichas.
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Devoradora envidia...

Mozart - Salieri's March (Amadeus Scene)

Escena de Amadeus (Mozart y Salieri), película de Milos Forman
¿Envidiaba Salieri a Mozart?

lunes, 26 de mayo de 2025

Coordinación entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria: Propuestas No Hacer

Propuestas No Hacer en Coordinación entre Atención Primaria y Hospitalaria

Estas propuestas de no hacer determinadas cosas inconvenientes, para poder hacer otras convenientes, fue presentada el 26 de noviembre de 2024 –nos lo dicen AQUÍ– en unas jornadas de coordinación entre atención primaria y atención hospitalaria. Ahora queda esperar que estas bases teóricas sean llevadas a la práctica, para mejorar la relación o coordinación entre los dos niveles asistenciales.

***
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jueves, 22 de mayo de 2025

Hombres completos


[Relato]

Frisaban los setenta, y eran amigos y compañeros de siempre, de juegos infantiles, de escuela, de universidad y ahora de jubilación. Francisco Luna, en el pasado –y en el presente– un digno médico general. Anselmo Gavío, consagrado a una parte de la ciencia y el arte médico: antaño, y hasta la muerte, un insigne oculista. Se desplazaban en el automóvil clásico de Anselmo desde la ciudad de Herculia hasta Valdoseira, el pueblo que viera nacer a este oftalmólogo, y entablaban una charla no poco trascendente. La había iniciado Francisco, quien comentaba lo siguiente.

–Los seres humanos precisamos unos de otros para vivir, y cada vez de manera más terminante. No habría de ser así en los albores de la humanidad, pero parece tan natural en la actualidad que no le damos el valor que merece.

–¿A qué te refieres, Paco?

–Pues a que no sopesamos la dureza del pasado remoto. Si lo hiciésemos, admiraríamos la capacidad del hombre primitivo para sobrevivir. El hombre y, por supuesto, la mujer. Imagínate: un mono desnudo, en todos los sentidos, en lucha despiadada con la naturaleza, esforzándose día a día por no perecer.

No se demoró la réplica del otro.

–Yo no lo veo así. El hombre de las cavernas necesitaría también de sus congéneres. Casi con seguridad que colaboraban todos los miembros de un grupo en sus faenas cotidianas. Cada uno aportando lo mejor de sí mismo. ¿No sé si me entiendes?

–Sí, querido Anselmo... Pero cada cual, debería adquirir múltiples habilidades. Todos habrían de tener destreza para la caza y la pesca, conocer los rudimentos agrícolas, ser hábiles artesanos, capaces de elaborar vestimentas y útiles... ¡Qué sé yo! Tendrían que realizar todos los trabajos que la supervivencia exigía.

–¿Cómo un moderno Robinson en su isla?

–¡Exactamente! Pero además algunos emplearían parte de su tiempo en ocupaciones improductivas. Se complacerían con el arte y la decoración, pintando las paredes naturales de sus hogares y modelando figuras. ¿Qué me dices de eso? Y lo harían por mero placer, sin buscar utilidad práctica. Sólo para llenar el espíritu.

Tampoco se dilató aquí el argumento antitético del oculista.

–¡Estás equivocado! Quienes pintaban o tallaban estarían exentos de las demás labores. Otros cazarían en su lugar, o buscarían agua, o velarían por su seguridad… Cada individuo estaría especializado en una determinada tarea. En suma, cada cual, con su misión, aunque no fuese de modo tan concluyente como en nuestro tiempo. ¡Ah!, y te recuerdo que pintaban animales porque creían que así sería más venturosa la caza, y que esculpían voluminosas formas femeninas para implorar la fecundidad. Ya en la escuela nos hablaban de esto. ¡Te estás haciendo viejo, Paco!

Levemente contrariado, éste se detuvo brevemente, pero volvió por sus fueros.

–Bueno, tienes razón en parte –Luna no quería dar su brazo a torcer–. Pero los móviles atribuidos al arte primitivo son especulaciones. E insisto, todos estarían obligados a hacer un poco de todo. Sería inaudito que en tiempos remotos algún hombre se dedicara en exclusiva a las artes plásticas. No habría tiempo para el ocio, un lujo proveniente del reparto del trabajo en las sociedades modernas. Quien no quisiera ser borrado de la faz de la tierra, debería conocer al menos lo esencial.

Ya enredados Luna y Gavío en tales disquisiciones atávicas, había que proseguir la sustanciosa plática. De modo que el segundo interpeló al primero.

–¿Y a qué llamas tú esencial?

–A lo imprescindible para sobrevivir. Mi buen amigo, lo esencial para todo ser viviente es alimentarse, y el hombre no es una excepción. Lo demás va detrás. Y para conseguirlo, habría que procurarse los medios: la caza y la pesca exigían utensilios que había que elaborar, lo mismo que para cultivar la tierra. Obtenido el alimento, nuestros ancestros deberían protegerse, tanto de las inclemencias del tiempo, procurándose adecuadas prendas de abrigo, como de las fieras o de los individuos de otros grupos tribales; y para esto último, debían fabricar armas para su defensa. Todos necesitaban tener diferentes capacidades.

–Toda esa argumentación está muy bien –dijo Anselmo–. Aunque lo que afirmas sólo habría de ser necesario hasta que el hombre adquirió conciencia social y compartió trabajo y beneficios. No niego que en principio existiera un hombre cazador, pescador, agricultor, guerrero y artista. Si quieres, un «hombre completo». Pero después cada uno con su tarea respectiva. ¿O no lo consideras así, Paco?

Francisco se ensimismó en busca de una réplica contundente que no logró asir.

–Desgraciadamente sí. Aunque yo, la verdad, admiro más la capacidad de los primeros, de esos hombres completos, poseedores de conocimientos varios.

Fuente

El doctor Luna quería convencerse de que el mérito es de quien sabe de todo un poco y no de los que se aíslan en una parcela del saber. Algo natural en un médico general. Por su parte, el doctor Gavío trataba de convencerlo de lo contrario.

–En nuestro tiempo –dijo el especialista de los ojos–, y cada vez más, la comunidad propone que cada individuo se especialice, de manera que conozca amplia y profundamente una materia. Las exigencias de nuestra época lo imponen.

–¿Aunque de lo demás no se tenga ni remota idea, Anselmo?

–Entiéndeme, Paco. El tener conocimientos de otras cuestiones, no está de más; aunque sean someros, siempre pueden ser útiles. No obstante, ¡cada uno a lo suyo!

–Admito que cada individuo debe ser gran conocedor de su particular oficio. Mas no por ello hemos de renunciar a otros campos del conocimiento, ya por curiosidad, por simple placer o por liberarnos temporalmente del cerco que impone el cotidiano quehacer. ¿O es que un carpintero no puede cultivar su jardín, un jardinero tocar un instrumento musical o un músico elaborar un mueble de madera? El hombre es una criatura ávida de conocimiento, y en mayor o menor grado todo le interesa –Luna quemaba sus últimos cartuchos, tratando de ganar una difícil batalla.

–Sí, pero –apuntó Gavío– a la hora de la verdad echamos mano de los especialistas, conocedores de un pequeño trozo de saber. Cuando no podemos solucionar algo buscamos a quien de ese algo lo sabe casi todo. Un hombre actual poco haría en un paraje ancestral solo y desamparado. Aun suministrándole medios para facilitarle la empresa, ésta le sería harto difícil, por no decir imposible. Si le proporcionásemos vivienda a la vera de un río, rodeada de toda la flora y la fauna imaginables, y le dijésemos «toma un cuchillo, un hacha una escopeta o lo que quieras y ¡hala!, a ver cómo sobrevives en ese edén», no tardaría en implorar ayuda al cielo. Lo contrario sólo sucede en las películas, no es más que pura ficción.

Tras tomarse unos instantes para la inteligente reflexión, precisa para evitar el desbocado pensamiento, el médico general creyó conveniente decir lo que afluía a su cabeza. No daba el brazo a torcer e insistía en su idea de conocimiento global.

–Yo creo que podríamos hacer un poco de todo –remarcó–. En nuestro campo profesional, más vale un todólogo que un cachitólogo –aquí Gavío se rascó la cabeza, pensativo–. Nada debiera sernos ajeno, convendría saber algo de todo, o de casi todo, lo que durante siglos hemos logrado aprender. ¿No es bueno saber injertar una planta, fabricar un taburete y tocar un instrumento? Entiendo que la autosuficiencia, hasta cierto punto, proporciona seguridad y satisfacción.

Francisco llevaba la idea del humanismo a sus últimas con secuencias, con la terquedad del profesional de la medicina, del médico de cabecera (hoy denominado médico de familia), que ve al individuo en su integridad. Y el amigo, más corto de miras, acotado en su especialidad y casi afrentado, la seguía cuestionando.

–Creo que eso no es más que una utopía. Cada uno tiene su lugar en el engranaje social y en su sector laboral. Se dan pocas facilidades para una formación plena e integral. Somos muchos y hay que repartir funciones. ¡Qué remedio!

–Ese es el gran error, Anselmo. ¡El gran error!

El oculista, callando, parecía avenirse. Puro espejismo: sólo bajaba el tono de su discurso. Si el otro era terco, éste le ganaba en obstinado.

–Yo siempre me dediqué a lo mío. Conozco bien lo concerniente al ojo humano; del resto me considero un profano. Además, cada vez surgen más subespecialidades, o sea que la fragmentación va a más. En nuestra profesión es evidente.

Aquí se desvaneció el coloquio. Recorrieron varios kilómetros en silencio, contemplando el verde paisaje y reflexionando ambos amigos sobre el asunto.


Cerca del pueblo de Gavío, Luna retornó la palabra.

–Disfruté mucho de mi profesión, con sus satisfacciones y malos tragos. La abnegación se compensa con el bien causado, aliviando el dolor, curando la enfermedad o consolando en la desgracia. No me quejo del destino. ¡No!

–Te puedo decir otro tanto. Además, no hay forma de volver atrás.

–¿No has tenido otras inquietudes? –avivó Francisco.

–Ya sabes –dijo el oculista– que pinto al óleo en mis ratos libres. La creatividad me complace y me relaja. Pienso que también habría sido feliz entregado a la pintura.

–¡Ah!, mi frustración es la música –suspiró el médico general–; llegué a creerme un gran concertista de violín. Lejos de emular al legendario Sarasate, no llegué ni a acariciar el pequeño instrumento de cuatro cuerdas; a pesar de mi melódica pasión y mi sensible oído. Necesitaría otra oportunidad, otra vida para llenar ese vacío.

Sonrieron ambos, a la par que sus ojos traslucían una inequívoca aura de melancolía. Pero Anselmo acabó poniendo coto a la fugaz tristeza.

–La vida es así, querido Paco. Se tienen ilusiones y se disipan sin darnos cuenta. Pero no nos pongamos nostálgicos, que parecemos dos carcamales. Yo te aseguro que he sido aceptablemente feliz en mi trabajo, obligado a conocer todo de un poco. Cataratas, glaucomas, desprendimientos de retina… acapararon mi tiempo.

–¡Sí hombre, yo también! –exclamó Francisco, aunque no totalmente convencido–. Por mi parte, tenía que saber un poco de todo: enfrentarme a una infección pulmonar, a un traumatismo, a un parto o a una crisis nerviosa. Debía actuar más que como «internista de la calle» (así se nos ha llegado a calificar a los médicos generales), sobrepasando los límites de la medicina interna: haciendo de cirujano, traumatólogo, dermatólogo, oftalmólogo, otorrinolaringólogo, tocólogo, ginecólogo, psiquiatra, geriatra o urgenciólogo de la calle. Por correlación atlética, yo diría que el médico de cabecera es un decatloniano. En fin, nada me debía ser extraño.


Ya a la entrada de Valdoseira, un niño les hacía ademanes de bienvenida. Anselmo, sonriente, hizo saber a su amigo que se trataba del menor de sus nietos. Detuvieron el auto y se apearon. Y Gavío pronunció orgulloso: 

–Aquí tienes a Carlos, que ya tiene once años.

–¡Encantado de conocerte! –saludó Francisco, estrechando la mano al pequeño, que ahora se mostraba serio, y dándole un beso en la mejilla. Después añadió el tópico consabido–. Y dime Carlitos, ¿qué quieres ser de mayor?

–Oculista, como mi abuelo –dijo sin pensarlo y, para que no quedase ninguna duda, señalando al aludido, que no cabía en sí de tan ufano.

El generalista correspondió al gesto del especialista cuando se cruzaron sus miradas. En breve, el niño se despidió, quedándose con otros niños en el umbral del pueblo. Entonces, Francisco hizo un comentario concluyente.

–Al hacer esta pregunta tópica no debiéramos esperar respuestas concretas como «quiero ser médico, bombero, astronauta...». Tendríamos que aspirar a ser, como tú bien calificaste, hombres completos y… –la atención se le fue golosamente tras la hermosa silueta de una fémina que pasaba distante– mujeres completas.

–No pides nada... –y el oculista corrió solidario hacia el mismo punto de mira.

El sustancioso diálogo se había coronado con ese estético cierre. Y se disponían a transitar el escaso trecho que restaba para llegar a la casa rural de Anselmo, donde les aguardaba el resto de su familia, cuando, a los pocos metros (después de haber recorrido más de sesenta kilómetros desde Herculia), el coche se detuvo. Intentó el oculista ponerlo en marcha; sus conocimientos eran escasos en la materia, por no decir nulos, y el vehículo no encendía por el hecho de mirar ciegamente el motor. Comprobó en vano la tensión de las correas y enseguida desistió. Francisco echó un vistazo general al motor, revisó sus piezas elementales –que algo más de idea tenía–, pero tampoco consiguió atisbar la avería. Ambos miraban sin ver. Finalmente, rendidos a la evidencia de desconocer los entresijos del coche, estuvieron de acuerdo: ¡Había que buscar un mecánico del automóvil!

[1986]


Simon & Garfunkel "Old Friends" - Instrumental Arranged & Performed