lunes, 27 de abril de 2020

Reflexiones de un médico de familia



Hace tiempo que pensábamos reseñar este libro del doctor Manuel Gálvez Ibáñez. Pero las propias razones esgrimidas por este médico humanista en su página promocional nos parecen suficientes para hacerse una completa idea de su valioso contenido. Este médico de familia nos invita a vivir sin miedo y disfrutar de la vida, aportando claves desde su conocimiento, sus particulares vivencias y las enseñanzas de los pacientes, las personas corrientes que conforman la sociedad en la que vivimos. Y lo hace con un lenguaje comprensible y ameno, en el que el humor (tan necesario) está siempre presente. ¡Nuestras felicitaciones al doctor Gálvez!


Manuel Gálvez Ibáñez, autor de «¡Vive!»

sábado, 25 de abril de 2020

Críticas al abandono de la Atención Primaria


Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego. Leon Tolstoi

Si se te ocurre alguna vez criticar a un colectivo, siempre serán sus peores representantes los que se den por aludidos y, para disimular, te acusarán de calumniar precisamente a aquellos en los que no pensabas al formular tu juicio. Arthur Schnitzler

Consideraciones tras la lectura del artículo Los médicos de familia denuncian que la Atención Primaria es la gran "olvidada" en esta crisis [de coronavirus].

En la realidad del presente:
1. Atención Primaria olvidada hoy (y ayer, y seguramente mañana). Es manifiesto el predominio en España del hospitalocentrismo. 
2. Personal expuesto con menos protección que en hospitales. Discriminación que obedece a negligencia o estupidez.
3. Variabilidad en la actuación, por falta de un liderazgo fuerte desde la Consejería de Sanidad (y falta de liderazgo ministerial). 
4. Trabajando con la incertidumbre de no saber si estamos contagiando a los pacientes. Y privados de test diagnósticos. 
En el incierto futuro:
5. Previsto cargar a la AP con la desescalada del confinamiento, sin recursos ni tecnología suficientes. Riesgo de colapso. 
6. Necesidad de un cambio radical en la asistencia. Propuestas:
  • Imprescindible acabar con la atención de complacencia. 
  • Refuerzo de atención telefónica. Discutible por limitación y riesgos; teléfono como barrera en comunicación médica.  
  • Regular acceso a sala de espera: mantener distanciamiento. 
  • Plantearse menos actos médicos pero más resolutivos. 
7. Muchos de los aplausos a los sanitarios serán pitos cuando finalice el confinamiento y los pacientes se vuelvan impacientes. Una pena...

El rumor de los aplausos...

jueves, 23 de abril de 2020

Deshumanización del consultorio médico

Fuente

La siguiente reflexión la habíamos hecho en el mes de febrero, poco antes de que se decretase el estado de alarma por coronavirus...
Hablar de humanización de la sanidad –del sistema sanitario– como bella propuesta está muy bien. Pero las palabras tropiezan con una realidad que desde la barrera no se puede ver: la masificación o saturación de los consultorios de atención primaria, el mayor inconveniente al que se enfrentan en solitario los médicos de familia. Consultas programadas, forzadas y urgentes, propias y ajenas, se agolpan como los heridos en un campo de batalla. Un caos. Sin tiempo, ¿dónde está la pretendida humanización que dignifique, mínimamente, el acto médico, el encuentro entre un profesional de la salud y un paciente que demanda ayuda? Si los medios electrónicos fallan, algo frecuente, la situación se complica, porque la gente se impacienta mucho en las esperas públicas (no tanto, o nada, en las privadas). El agobio consecuente provoca cansancio, el cansancio pérdida de concentración, y el descentramiento favorece los errores. Los médicos  de familia trabajan como si fuesen máquinas. Bueno, así parecen considerarlos los gestores: máquinas, incansables y sumisas. Y las víctimas no reaccionan; o lo hacen levemente, sin levantar la voz, lejos de conseguir un cambio que urge desde hace tiempo. Malo para los profesionales y peor para los usuarios. El drama de la deshumanización del consultorio médico se refleja perfectamente en la viñeta.
...Y ahora un interrogante tuitero ("¿Creéis que alguien se habrá dado cuenta, tras el estado de alerta, de que el 80% de las cosas por las que habitualmente hacemos consultas se pasan solas?") nos ha llevado a otro, queriendo imaginar el deseable alivio de los consultorios: ¿Servirá esta mala experiencia para aminorar la medicalización de la vida, el sobrediagnóstico y el sobretratamiento? Sería ideal para centrarse en los verdaderos enfermos* y dedicarles una atención diligente y de calidad. Con la disminución de la medicina consumista ya no habría masificación de consultas ni agobio. ¡Un sueño! Evitaríamos el hacinamiento en las salas de espera (por cierto, las grandes que no estén fraccionadas convendría compartimentarlas con mamparas para minimizar los contagios de infecciones respiratorias). Y habría tiempo suficiente para atender a los pacientes como personas. Entonces ya podríamos comenzar a hablar de auténtica humanización de la sanidad.

*Recordemos que en las sociedades desarrolladas el problema mayor del incremento de la demanda asistencial es la "No-Enfermedad".

Fuente

En general conviene planificar  para no tener que improvisar...

Free Improvisation – Cecil Taylor
*** 
Masificación > Deshumanización > Degradación > Medicalización

Pensamientos relacionados
La humanización asistencial es contraria a la masificación (carga o presión asistencial desmedida), generadora de errores y conflictos.
La deshumanización asistencial va de la mano de la masificación de las consultas, que entraña riesgos y baja calidad (degradación) e induce a la medicalización.
–Debemos pasar de la Atención Primaria medicalizadora a la Atención Primaria racionalista. De la extrema Medicina consumista a la justa Medicina sensata
–Sin privar de ningún derecho a nadie, de alguna forma habrá que regular el acceso a la atención sanitaria para evitar la degradación asistencial. La perniciosa hiperaccesibilidad (frente a la accesibilidad ordenada) se opone a la calidad.

martes, 21 de abril de 2020

Medicina de familia y narrativa



Dejemos primeramente que hable otra voz... Para un médico de familia lo más importante es hablar con sus pacientes. De esta forma los acompaña en sus procesos y vivencias, los orienta por el sistema sanitario, les ayuda a superar sus tiempos de enfermar y trata de promover y mejorar su salud. Para que exista una comunicación de calidad hace falta un mínimo de tiempo... (Salvador Casado, Si la medicina de familia pierde la narrativa perderá su sentido)


En una época en la que el dolor psíquico es mayor que el físico, es más necesaria una buena comunicación. Pero cada vez el médico de familia tiene menos tiempo para comunicarse con el paciente, porque son más los actos médicos. He aquí el quid de la cuestión: reducir el número de actos médicos para disponer de más tiempo para cada uno de ellos y aplicar, en consecuencia, la conveniente narrativa.


Time – Pink Floyd

miércoles, 15 de abril de 2020

COVID-19: Crónica algo esperanzada

by @mlalanda

Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Refrán


1. DECLARACIÓN DEL ESTADO DE ALARMA Y TASA DE MORTALIDAD

Ya va más de un mes desde la declaración del estado de alarma (Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo)* ocasionado por la enfermedad COVID-19. Debido al particular diseño del sistema sanitario hispano, fragmentado en diecisiete servicios de salud (correspondientes a cada comunidad autónoma), se habían establecido al menos otros tantos protocolos de actuación, teniendo al Ministerio de Sanidad como teórico coordinador. Algunos han señalado esta fragmentación como problema para la contención de la epidemia. Pero con este real decreto, el gobierno tomó la decisión de asumir todas las competencias** y dictó medidas drásticas, entre ellas el confinamiento de los ciudadanos. A pesar de lo cual, los reproches entre comunidades autónomas y gobierno han sido continuos (especialmente entre éste y Comunidad de Madrid), sin que sepamos aún con seguridad quién lleva el mando. Y a parte de las críticas sobre el retraso en la toma de medidas, con autorización previa de manifestaciones y actos multitudinarios diversos, o de que se hable de chapuza e improvisación, el número de muertos en España nos pone, tristemente, a la cabeza por tasa de mortalidad específica, en medio de la polémica de los distintos sistemas de contabilización entre países.

*El 14 de marzo había en España 5.753 casos notificados y 136 fallecidos.
**La Sanidad Exterior es competencia exclusiva del Estado. Y la pregunta pertinente es: ¿Una pandemia concierne a Sanidad Exterior, y por tanto al Estado?

2. AFLORAMIENTO DE CARENCIAS E IRREGULARIDADES

En este periodo de crisis por pandemia de coronavirus SARS-CoV-2, han salido a relucir todas las carencias e irregularidades sanitarias y sociosanitarias, ya conocidas y notificadas, pero no escuchadas. Siempre se ha hecho caso omiso a las notificaciones de anomalías. Las reivindicaciones de los profesionales de atención primaria han sido continuas en los últimos años, demandando tiempo y medios. Sin éxito. Y ahora, en circunstancias más adversas, se cuestiona la solidez de nuestro sistema sanitario, tan cacareado como uno de los mejores del mundo, sino el mejor. ¿Y qué decir de las residencias de ancianos, que acusan una altísima mortalidad? Pues que se revelan carencias estructurales y se comprueba que muchas residencias no cumplían la normativa, al menos ateniéndonos a los profesionales con que deben contar. [Hasta 40 plazas asistidas: Médico o DUE localizable 24 horas / día; 40 o más plazas asistidas: Médico localizable 24 horas / día y DUE presente 24 horas / día]*. Y ahora, siendo tarde, algunos se rasgan las vestiduras.

*Según normativa de Galicia; la regulación del personal es diferente en cada CA.

3. RESPUESTA SOCIAL: CONFINAMIENTO, APLAUSOS Y RECHAZOS

La sociedad experimentó un pánico inicial y un temor al desabastecimiento, pero en general la gente ha respondido al confinamiento y a las demás medidas de seguridad. Por otra parte, ha manifestado su agradecimiento a los sanitarios (ahora considerados héroes) en forma de aplausos diarios. Sin embargo, se constatan al mismo tiempo algunos actos de rechazo por temor a ser contagiados por esas mismas personas a las que consideran sus salvadores, que arriesgan su vida para defender la de sus conciudadanos (advertimos aquí la expresión contradictoria de un solidario egoísmo). Y en verdad la arriesgan; no por el hecho de desempeñar una actividad que de por sí entraña cierto riesgo, sino por la falta de medios necesarios para afrontar su lucha contra una enfermedad infecciosa expansiva que incrementa el riesgo de contagio, con posibilidad de enfermar y, en los casos más graves, de morir. De hecho, en España hay demasiados profesionales contagiados por coronavirus, por falta de material de protección: batas impermeables, guantes de nitrilo, mascarillas adecuadas... Algunos laboratorios farmacéuticos y diferentes empresas han hecho donaciones, no bien vistas por ciertos sectores.

4. INSEGURIDAD DE LOS SANITARIOS Y AGOTAMIENTO

Por su parte, la autoridad sanitaria, reconociendo que los sanitarios son los que corren más riesgo de contagio, declara su voluntad de asegurar que estos profesionales no se expongan a dicho riesgo. Palabras que no se corresponden con los hechos. Como bien refleja la ilustración de Mónica Lalanda, los sanitarios  están agotados, deshechos y desprotegidos; sobre todo los de servicios de urgencia y UCI. Y aquí topamos con la seguridad laboral de los trabajadores de la salud. Porque la Ley de Prevención de Riesgos Laborales está para cumplirse. Y entre la rabia y la impotencia, en la inseguridad, surgen las preguntas: ¿Está un trabajador obligado a trabajar sin suficientes medios de protección? ¿Es de recibo que se tenga que proveer él de los medios que la empresa no le proporciona? ¿Se puede ir a trabajar con la angustia de quien va al matadero? ¿Es el ámbito sanitario excepción?...

5. COVID-19 Y ATENCIÓN PRIMARIA (A perro flaco, todo son pulgas)

La Atención Primaria, de la que los medios poco hablan (o lo hacen sólo para dar cuenta de sanitarios fallecidos por el coronavirus), se siente especialmente olvidada y desamparada, sin medios suficientes ni directrices claras. Se reciben en el primer nivel asistencial tantas notas informativas, y tan pocas respuestas efectivas, que hemos pretendido poner orden para salir de la confusión mediante un cuadro temático. Pero en enviar material no ha habido diligencia. Eso sí, la habitual burocracia se redobla con la gestión de bajas laborales, cuando se deberían haber tomado medidas para descargar a los profesionales de esta tarea improductiva, que  además entorpece su actividad asistencial. A los problemas enquistados de la AP se le unió la epidemia como una losa que la aplasta; la COVID está acaparándolo todo, desplazando otras cuestiones importantes de salud. Se habla de la necesidad de una AP fuerte y resolutiva, pero para ello ha de estar bien dotada. Se precisan medios humanos y materiales, incluido medio de transporte para la atención domiciliaria (no exigido por la costumbre: siempre se ha dispuesto del propio coche), y más que nunca en situación tan crítica. Por pedir que no quede, aun siendo pesimistas al observar una gestión sanitaria que no nos parece la más acertada.

6. REFLEXIÓN FINAL

En medio de todo (deseando salir cuanto antes de esta pesadilla, de fríos y dudosos datos) y después de todo, dramas familiares, el propio drama de los sanitarios, trastornos emocionales, consecuencias económicas, posibles consecuencias políticas, probables demandas judiciales… En fin, preferible no pensar demasiado. Pero no perdamos del todo la esperanza; habrán de venir tiempos mejores.

Mientras tanto, en la espera activa de un final y una vacuna eficaz...

¿Cómo acabará la pandemia de Covid-19?

martes, 14 de abril de 2020

En las nubes

Cumulus

A pesar de los pesares, y del gran pesar presente, hay momentos en los que es necesario distraerse de preocupaciones (no son buenas para la salud). Y una hermosa forma es evadirse con las nubes...


NUBES

Son cirros los altísimos cabellos
indomables. Con copos de algodón,
cirrocúmulos de confusión.
Y cirrostratos por fibrosos cuellos.

Muestran los altocúmulos sus sellos
en cielo aborregado. Más unión
los altoestratos. Mala predicción
los grises nimbostratos sin destellos.

Qué pintorescos los estratocúmulos.
De forma diferente a cualquier nube,
descienden como niebla los estratos.

Vuelas en algodón de bellos cúmulos.
Y a tormentosa giba nadie sube:
la de cumulonimbos poco gratos.

In the Clouds

viernes, 10 de abril de 2020

El Cristo de Velázquez

Cristo crucificado (1639), Diego Velázquez

El extraordinario cuadro de Velázquez inspiró a Unamuno este poema...

¿En qué piensas Tú, muerto, Cristo mío?
¿Por qué ese velo de cerrada noche
de tu abundosa cabellera negra
de nazareno cae sobre tu frente?
Miras dentro de Ti, donde está el reino
de Dios; dentro de Ti, donde alborea
el sol eterno de las almas vivas.
  
El Cristo de Velázquez
poema de Miguel de Unamuno

Este «Cristo» es el libro mayor y el testamento de Miguel de Unamuno.
Juan Ramón Jiménez
***
Y a propósito del autor del poema, escritor y filósofo, valga lo que sigue. 

Sobre este poema y la poesía de Unamuno 
Rubén Darío: “Miguel de Unamuno es, ante todo, un poeta (…) El canto quizá duro de Unamuno me place tras tanta meliflua lira (…). Y ciertos versos que suenan como martillazos, me hacen pensar en el buen obrero del pensamiento que, con fragua encendida, el pecho desnudo y transparente el alma, lanza su himno o su plegaria, al amanecer, a buscar a Dios en lo infinito”.
El estilista es, a lo sumo, un imitador, mientras que poeta es el que sigue inexorablemente la primera de las reglas que Unamuno puso al frente de su "Credo poético" en 1907: "Piensa el sentimiento, siente el pensamiento". Y ahí mismo, contrario al precepto de Verlaine ["La música ante todo"], declaró: "algo que no es música es la poesía".
OBRAS DE UNAMUNO
  • Narrativa. Novelas: Niebla (1914), Abel Sánchez (1917), La tía Tula (1921), San Manuel Bueno, mártir (1930). Cuentos.
  • Ensayo: Vida de Don Quijote y Sancho (1905), Del sentimiento trágico de la vida (1913), La agonía del cristianismo (1925), Cómo se hace una novela (1927).
  • Poesía 
  • Teatro: La esfinge.
POEMAS DE UNAMUNO
Poemas Miguel de Unamuno (Selec.) –poesi.as
El Cristo de Velázquez (1920)

Unamuno (1930), Juan de Echevarría 

Al morir quisiera, ya que tengo alguna ambición, que dijesen de mí:
¡fue todo un poeta! Unamuno a Clarín (1900)

Sobre el escritor Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864-1936, Salamanca)
Miguel de Unamuno –Biografías y vidas
Escritor y filósofo español, principal exponente de la Generación del 98. Estudió filosofía y letras en la Universidad de Madrid. Se doctoró con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca. Fue catedrático de lengua y literatura griega, catedrático de historia de la lengua castellana y rector de la Universidad de Salamanca. También fue diputado de las Cortes constituyentes de la Segunda República, de la que se fue distanciando hasta el punto de secundar la sublevación militar que dio inicio a la guerra civil española, aunque terminó retractándose de su apoyo inicial y pronunciando su famosa frase: «Venceréis, pero no convenceréis». Y en sus apuntes manuscritos para El resentimiento trágico de la vida escribió: «Los motejados de intelectuales les estorban tanto a los hunos como a los hotros. Si no les fusilan los fascistas les fusilarán los marxistas».

 Activismo y confrontación política...

Entre otras cuestiones políticas: polemizó con Sabino Arana, cuando iniciaba su actividad nacionalista y consideraba a Unamuno como un vasco «españolista»; en 1894 ingresó en la Agrupación Socialista de Bilbao y la abandonó en 1897; sus constantes ataques al rey Alfonso XIII y al dictador Primo de Rivera hicieron que este lo desterrase a Fuerteventura en 1924, pero poco después fue indultado, lo que no evitó que se exiliase voluntariamente a Francia, primero a París y, al poco tiempo, a Hendaya. En 1889 viajó a Suiza, Italia y Francia, donde se celebraba la Exposición Universal y se inauguraba la torre Eiffel.  

Amistad y enemistad... 

Entabló amistad con Ángel Ganivet, intensificada hasta su suicidio en 1898. Finalizada ese mismo año la guerra hispano-estadounidense, en la que España pierde sus colonias, surge el Grupo de los Tres (Azorín, Baroja y Unamuno) y la llamada generación del 98. Polemizó con Ramiro de Maeztu y José Ortega y Gasset. Ramón Gómez de la Serna dijo que, cuando Unamuno entraba en la Revista de Occidente, Ortega se levantaba y se iba. A Pío Baroja le incomodaba su intransigencia, y escribió que «Unamuno se creía todo. Era, sin proponérselo, filósofo, matemático, geógrafo, filólogo, naturalista, arquitecto, además de vidente y de profeta» y «no hubiera dejado hablar por gusto a nadie. No escuchaba». Tampoco caía demasiado bien a Valle-Inclán ni a Fernando Pessoa, quien sufrió sus ninguneos y advirtió sus contradicciones. Imbuido de lo que él llamaba, con los neologismos que caracterizan su estilo, su alterutralidad o neutralidad activa, el gran filólogo Ernst Robert Curtius llegó a definirlo como Excitator Hispaniae.

Desconcierto y desencanto...

Los últimos días de vida (de octubre a diciembre de 1936) los pasó bajo arresto domiciliario en su casa, en un estado de resignada desolación, desesperación y soledad. Unamuno dijo que se había unido al movimiento salvador, que acaudillaba el general Franco, para salvar la civilización occidental cristiana y la independencia nacional, ya que se está aquí, en territorio nacional, ventilando una guerra internacional, y España no debía estar al dictado de Rusia ni de otra potencia extranjera cualquiera. Asistía al horror de la guerra civil, que consideraba verdadera enfermedad mental colectiva, una epidemia de locura con cierto substrato patológico-corporal, llena de inauditas salvajadas de las hordas marxistas, rojas, realizadas por bandas de malhechores degenerados, excriminales natos sin ideología, decididos a satisfacer feroces pasiones atávicas, en un régimen de terror. Pero temía que a un horror le sucediese otro, sabiendo que el terror también imperaba en la zona nacionalista... Y declaró su dolorido sentir: «Triste cosa sería que el bárbaro, anti-civil e inhumano régimen bolchevístico se quisiera sustituir con un bárbaro, anti-civil e inhumano régimen de servidumbre totalitaria. Ni lo uno ni lo otro, que en el fondo son lo mismo (...) No, no me he convertido en un derechista. No he traicionado la causa de la libertad. Pero es que, por ahora, es totalmente esencial que el orden sea restaurado. Pero cualquier día me levantaré —pronto— y me lanzaré a la lucha por la libertad, yo solo. No, no soy fascista ni bolchevique; soy un solitario (...) La barbarie es unánime. Es el régimen de terror por las dos partes. España está asustada de sí misma, horrorizada. Ha brotado la lepra católica y anticatólica. Aúllan y piden sangre los hunos y los hotros (...) Ésta es una campaña contra el liberalismo, no contra el bolchevismo. Todo el que fue ministro en la República, por de derecha que sea, está ya proscrito. (...) Vencerán, pero no convencerán; conquistarán, pero no convertirán». Murió de repente en su domicilio.

Preocupación intelectual y angustia existencial... 

Inicialmente, sus preocupaciones intelectuales se centraron en las cuestiones éticas y los móviles de su fe; el materialismo dialéctico no resolvió sus dudas existenciales y preocupaciones religiosas. Propuso que la solución de muchos de los males hispanos era «europeizar España»Literaturizó su pensamiento, primero con el ensayo Vida de don Quijote y Sancho (1905), obra en la que contradijo su tesis europeísta y propuso «españolizar Europa». Apuntó que la relación entre los dos protagonistas de Don Quijote de la Mancha simbolizaba la tensión existente entre ficción y realidad, locura y razón, que constituye la unidad de la vida y la común aspiración a la inmortalidad. Y literaturizó su experiencia personal a fin de dilucidar la oposición entre la afirmación individual y la necesidad de una ética social. El dilema planteado entre lo individual y lo colectivo, entre lo mutable y lo inmutable, el espíritu y el intelecto, fue interpretado por él como punto de partida de una regeneración moral y cívica de la sociedad española. Él mismo se tomó como referencia de sus obsesiones del hombre como individuo: «Hablo de mí porque es el hombre que tengo más cerca»
Unamuno paseando, María Cecilia Martín Iglesias

Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado.
Miguel de Unanumo

—Personalidad de Unamuno
Miguel de Unamuno –Rincón Castellano
Un hombre inquieto y rebelde, paradójico y contradictorio, ferozmente individualista, siempre rindiendo culto a su propia personalidad.
...la vida íntima de un hombre preso de una violenta crisis espiritual, angustiado por el porvenir de su familia. Algunas de estas cartas se convierten en verdaderas confesiones.
—Unamuno y el conocimiento
Ferviente defensor de la lectura y la sed de conocimiento, una de las frases más célebres de este excéntrico personaje era «Sólo el que sabe es libre y más libre el que más sabe. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas».  
—Unamuno prosista
 
—Unamuno políglota [Quien sólo sabe su lengua, ni aun su lengua sabe. Goethe]
Aparte de lenguas muertas, el viejo Rector de la Universidad de Salamanca hablaba con soltura francés, inglés, alemán e italiano y aprendió danés para leer a Søren Kierkegaard.
Yo, señor, apenas creo en la pedagogía como ciencia independiente, y cuando veo cómo ha trastornado los espíritus de no pocos maestros creo aun menos en ella.
—Unamuno individualista
Unamuno, «Excitator Hispaniae», Ernst Robert Curtius
A un individualista tan apasionado como Unamuno no se le puede encasillar en los límites de una sociedad. Basta con que el problema del destino español sea un punto neurálgico del trabajo espiritual de su existencia, para poderle unir abiertamente a los hombres de 1898. Pero su lucha por la solución del problema lo muestra desde en comienzo como el luchador que sólo está en sí mismo.

Miguel de Unamuno (1925-30), Maurice Frankes 


—Unamuno, viajero e iberista
Grandes viajeros: Miguel de Unamuno [Enamorado de España y Portugal]
No ha sido en libros, no ha sido en literatos donde he aprendido a querer a mi patria: ha sido recorriéndola”. Montaraz intelectual, el escritor bilbaíno gastaba zapatos anchos y cómodos, de caminar, y unos cuadernos de hule negro donde anotaba sus andanzas metafísicas por la intrahistoria de Castilla, Extremadura, La Mancha, Aragón, Mallorca, Galicia, Cantabria, el País Vasco, Portugal, Canarias...
A primeros de junio del 35, en el Hotel Palace de Lisboa, había recibido a su amigo del alma, el poeta Joaquim Teixeira de Pascoaes. Juntos, entusiastamente, recordaron su viaje mítico al Monte Maráo a la sierra de Marão, y sus afinidades literarias y filosóficas.
Los viajes de don Miguel de Unamuno a Portugal y su relación con lugares y gentes que conoció (políticos revolucionarios, pescadores pobres, libreros, cabalistas y poetas suicidas) componen una amalgama vital del Rector salmantino que sus biógrafos han ignorado o marginado. [Vídeo sobre el libro AQUÍ / Unamuno y Portugal]

Unamuno fue miembro de la Sociedad de Amigos de Portugal


Eternismo, no modernismo, es lo que yo quiero. Unamuno a Darío

–UNAMUNO Y RUBÉN DARÍO: DIFERENTES PERSONALIDADES

Rubén Darío era callado y tímido. Su discreción en el trato social era absoluta. Unamuno dogmatizaba ex cathedra, como buen pensador, como hirviente polemizador (…) Aparte de estas diferencias de personalidad, les separaba, todavía más profundamente, la distinta concepción y realización poética. (…) Unamuno estaba, por lo menos al principio, muy distanciado y displicente ante aquellos nuevos sones modernistas y nunca en verdad sintió agrado, y aun menos simpatía, por la obra de Rubén, que desdeñaba cordialmente y acusaba de afrancesada: “No hay autor en castellano más francés que usted”, le escribía con indisimulada descalificación. (…) La poesía de Unamuno era muy distinta. Más inclinada hacia su mundo interior, iba por otros caminos poco agradables para el oído por su dureza expresiva, poesía sin halagos formales, adusta e hirsuta. (…) Aunque durante mucho tiempo se tuvo en menos su obra poética —por cierto muy tardía—, como una pequeña distracción del ensayista y pensador, sin embargo, hoy se la considera como una de las más importantes del siglo XX por la gran riqueza de pensamiento y la intensa vibración emocional. (…) Y fue Rubén Darío, tan aparentemente alejado y ajeno de la poesía unamuniana, quien, con sorprendente anticipación, captó y proclamó la honda calidad de la obra poética del Rector de Salamanca: “Yo soy uno de los pocos que han visto en usted al poeta”, le dice en una carta. Y, al publicarse el primer poemario de Unamuno (Poesías, Madrid, 1907), envió a La Nación de Buenos Aires (mayo de 1909) un trabajo titulado “Unamuno poeta”, que éste valoró tanto que, posteriormente, lo incluyó como prólogo de su libro poético Teresa. (…) Verá usted [Valle-Inclán a Unamuno]: Rubén tiene todos los defectos de la carne: es glotón, bebedor, es mujeriego, es holgazán, etc. Pero posee, en cambio, todas las virtudes del espíritu: es bueno, es generoso, es sencillo, es humilde, etc. En cambio, usted almacena todas las virtudes de la carne: es usted frugal, abstemio, casto e infatigable. Y tiene usted todos los vicios del espíritu: es usted soberbio, ególatra, avaro, rencoroso, etc. (…) Unamuno tenía evidentes dosis de soberbia, envidia e intransigencia; era poco generoso, ferozmente individualista, egoísta y ególatra, él mismo decía que estaba enfermo de “yoísmo”. (…) La preeminencia intelectual eliminaba cualquier apetencia sensual, la austeridad y sobriedad casi puritanas le rodeaban (…) Alfonso Reyes afirmó, a la muerte del poeta nicaragüense: “Rubén tenía todos los pecados del Hombre, que son veniales, y Unamuno tiene todos los pecados del Ángel, que son mortales”.

Unamuno: el ‘‘enemigo’’ de Darío

lunes, 6 de abril de 2020

En el confinamiento


En unos momentos en que España todavía sufre intensamente el azote infeccioso de la enfermedad COVID-19, los ciudadanos soportan la prolongación de un obligado confinamiento que expone a muchos a la ruina económica y a todo el país a la recesión. Y espoleado por la luctuosa situación, crítico con la gestión gubernamentalla información oficial, y escandalizado por la insuficiente protección de los profesionales de la salud, he escrito estas liras.


CONFINAMIENTO

En el confinamiento
pandémico: la libertad robada
aviva el sentimiento
de amenaza probada,
cuando evento invisible no era nada.

Con tiempo racionado

para pisar la calle y adquirir
suministro preciado,
vital para sufrir
obligatorias horas sin salir,

asoman los reproches

sobre dudas ancladas en la mente,
de ahorros y derroches
desde el daño presente,
por no actuar anticipadamente.

Llegó veloz el virus

de la lejana China milenaria,
nuevo coronavirus,
pesadilla diaria
que engrandece la lucha sanitaria

 y hay recuentos de muertos

que marchan más que nunca en soledad…
Tras números inciertos
y cruda frialdad,
¡sean memoria de la humanidad!

Adagio de Albinoni

sábado, 4 de abril de 2020

Pío Baroja dixit

Pío Baroja

Baroja ha escrito, ciertamente, los mejores retratos y, sin duda, los mejores paisajes que se han escrito en lengua castellana.
El defecto de Baroja es que es un hombre de adjetivo ligero. A veces juzga, adjetiva, ligeramente —los lanza como los asnos los pedos—.
Josep Pla

Traemos unas cuantas frases escritas o pronunciadas por Pío Baroja (1872-1956), médico que abandonó la medicina para dedicarse a la literatura, particularmente como novelista. Autor, entre otras novelas, de La buscaEl árbol de la ciencia.

  • Hay que reírse cuando dicen que la ciencia fracasa. Lo que fracasa es la mentira; la ciencia marcha adelante, arrollándolo todo. 
  •  La generalidad de los hombres nadamos en el océano de la vulgaridad.
  • A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre. 
  • La historia es una rama de la literatura.
  • La revolución es buena para los histriones. Sirven todos los gritos, todas las necedades tienen valor, todos los pedantes alcanzan un pedestal.
  • Para mí un político es un retórico a quien no hay que tener en cuenta y el Gobierno que no haga nada es el mejor. 
  • Es que la verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices. En la semiverdad o en la mentira, muchos​.
  • La crueldad, como la estupidez, cuanto más adornadas son más detestables.
  • El carlismo se cura leyendo y el nacionalismo, viajando. [atribuida, dudosa]
  • La burocracia en los países latinos parece que se ha establecido para vejar al público.
  • Solo los tontos tienen muchas amistades. El mayor número de amigos marca el grado máximo en el dinamómetro de la estupidez. 
  • Una novela larga será siempre una sucesión de novelas cortas.

Obra de Pío Baroja

Notas:
La primera obra de la trilogía "La lucha por la vida" es La busca.
Entre las novelas que no se citan, es importante El árbol de la ciencia.
***
Otras entradas sobre Baroja
José de Letamendi [El árbol de la ciencia]

Enlaces externos
Pío Baroja –Biografías y Vidas
Pío Baroja, por Luis Antonio de Villena
Pío Baroja se retrata a sí mismo en La sensualidad pervertida, novela de 1920: sentimental y cínico, melancólico y cerebral, quijote e hidalgo, débil y fatalista... sin duda es un "pequeño buscador de almas". 
 
PÍO BAROJA (1872-1956): APUNTE SOBRE SU TÉCNICA NARRATIVA Y ESTILO 
Baroja no creía en un tipo único de novela, sino en un género multiforme, proteico, en formación, en fermentación; lo abarca todo: el libro filosófico, el libro psicológico, la aventura, la utopía, lo épico; todo absolutamente. Porque la novela no es un género bien definido como un soneto. Su idea de la novela era abierta, polifónica, permeable y fragmentaria, pues la consideraba un fluir en sucesión. Su composición debe ser heterogénea («la novela es un saco en que cabe todo»). Conformaba sus obras como una serie de episodios dispersos, unidos muchas veces por la presencia de un personaje conductor central en medio de cientos de personajes episódicos o secundarios, o por una serie de personajes conductores que se suceden, como en El laberinto de las sirenas.

La mayor parte de los personajes barojianos son seres inadaptados o antihéroes que se oponen al ambiente y a la sociedad en la que viven, pero, impotentes e incapaces de demostrar energía suficiente para llevar lejos su lucha, acaban frustrados, vencidos y destruidos, físicamente o moralmente, y, en consecuencia, condenados a someterse al sistema que han rechazado. Así ocurre con sus personajes más famosos: el Andrés Hurtado de El árbol de la ciencia, que se suicida; el Fernando Ossorio de Camino de perfección, incapaz de ver que la sociedad se impone a sus vanas ilusiones; el César Moncada de César o nada, que ve destruidos todos sus esfuerzos de político progresista al abandonar apenas un momento la lucha para ocuparse de sí mismo, o el Martín Zalacaín de Zalacaín el aventurero, asesinado por la familia rival, los Obando, o Manuel, protagonista de La lucha por la vida, que se ve una y otra vez arrojado a los mismos barrios bajos miserables.

En cuanto a la caracterización de sus personajes, que Baroja llama «muñecos», opta por que se vayan reflejando mediante sus propios actos o mediante las observaciones del propio narrador, pues aborrece el monólogo interior. Tras examinar las virtudes de grandes psicólogos de personajes como Stendhal y Dostoievski, Baroja concluye que es imposible crear caracteres sin incurrir en contradicciones, cuando a él lo único que le obsesiona es la sinceridad y la verdad: profundizar en los caracteres determina siempre en la narrativa una propensión a la patología, por lo que no es raro que muchos personajes, si se profundiza en ellos, terminen por aparecer raros o perturbados, como muchos en sus novelas. 

El escepticismo barojiano, su idea schopenhaueriana de un mundo que carece de sentido, su falta de fe en el ser humano le llevan a rechazar cualquier posible solución vital, ya sea religiosa, política o filosófica y, por otro lado, le conducen a un marcado individualismo pesimista, y no por ello anarquizante

A menudo se ha reprochado a Baroja su descuido en la forma de escribir. Eso se debe a su tendencia antirretórica, pues rechazaba los largos y laberínticos periodos de los prolijos narradores del realismo, actitud que compartió con otros contemporáneos suyos, así como el afán de crear lo que denomina una «retórica de tono menor», caracterizada por: empleo del período corto, sencillez y economía expresiva, tono agrio, selección de un léxico que degrada la realidad a tono con la actitud pesimista del autor, breves ensayos (expone algunas de sus ideas e intensos intermedios líricos), tempo narrativo rápido, atomización de la estructura novelística en capítulos muy cortos (probablemente por influjo de la novela por entregas que leyó en su juventud) y con gran abundancia de personajes secundarios (anuncia el personaje o protagonista colectivo de novelas posteriores como La colmena de Camilo José Cela), diálogos respetuosos con la oralidad y la naturalidad, deseo de exactitud y precisión. 

Pío Baroja utilizó a veces un tipo de novela formada esencialmente por diálogos, como en La casa de Aizgorri, Paradox, rey y El nocturno del hermano Beltrán.

Pío Baroja (1920-1923)Juan de Echevarría