martes, 5 de noviembre de 2024

La sociedad decadente

Los romanos de la decadencia (1847), Thomas Couture

Partimos del término decadencia, aplicado por primera vez a la caída del Imperio romano de Occidente, entendido como cambios sociales y culturales considerados negativos: deterioro, corrupción, ruina. Pero en todas las épocas parece haber habido sensación de decadencia de las sociedades, a juzgar por los escritos literarios más que por datos objetivos de la ciencia histórica. 

En el exitoso libro de Ross Douthat La sociedad decadente, la decadencia se concreta en una sociedad rica y poderosa que detiene su avance, con hechos que se concretan en: estancamiento, esterilidad, esclerosis y repetición. El estancamiento es económico, cultural e intelectual (agotamiento). La esterilidad se refiere al declive demográfico. La esclerosis es el anquilosamiento que afecta instituciones (deterioro institucional, parálisis política) y empresas, públicas y privadas. La repetición de modelos se impone a la innovación. En definitiva, la sociedad decadente es víctima de su propio éxito. Y el autor, distanciado de optimistas –que sólo ven prosperidad y felicidad– y pesimistas –que esperan el colapso inminente–. Dice que vivimos en una ‘‘decadencia sostenible’’ y se pregunta cuánto tiempo podría durar la era de la frustración y cómo, mediante el renacimiento o la catástrofe, podría acabar nuestra decadencia. 

Cabe una pregunta general: ¿Somos una sociedad decadente? Respecto a la estadounidense, Douthat opina que la decadencia comienza con la llegada del Apolo 11 a la Luna. Un éxito, un triunfo, que lleva a detener el avance, al estancamiento y a los otros inconvenientes: esterilidad, esclerosis, repetición. 

En cualquier caso, cabe señalar las causas de la decadencia, en Occidente en general y en España en particular. Unas indiscutibles, otras admitidas o negadas. El empobrecimiento educativo debe ser relevante (pobreza intelectual y cultural). Y la globalización (pérdida de identidad nacional). Y la comunicación en RRSS (Douthah critica que la cultura digital “ha creado un mundo de hinchas, pornografía, mediocridad y paranoia”). Y la corrupción política (desafección ciudadana). Y el deterioro democrático (rumbo al despotismo). Y la inseguridad ciudadana (legislación ‘‘buenista’’). Y el feminismo radical (lucha de sexos). Y la inmigración irregular (conflicto social). Y el parasitismo social (carga pública). Y el aburrimiento (generador de todos los males, según Kierkegaard). Y quizá otros factores no tan importantes que nos dejamos en el tintero. Con todo, hemos de esperar que no se produzca la catástrofe social, el colapso social, y que avancemos hacia el renacimiento de la sociedad que hemos heredado.

Obertura de La caída del Imperio Romano, Dimitri Tiomkin

domingo, 3 de noviembre de 2024

Gota fría

Lluvia convectiva

Hay lecciones aprendidas –o que se debieron haber aprendido– de anteriores desastres naturales y que parecen olvidarse. Un educativo artículo de Xosé Luís Barreiro Rivas, en La Voz de Galicia, nos recuerda la cuestión preventiva para minimizar los efectos dañinos de las terribles lluvias torrenciales que provocan riadas e inundaciones, como las producidas ahora por la espantosa gota fría o DANA de Valencia. [DANA: depresión aislada en niveles altos.] Pero el daño producido por el agua desatada ya está hecho y, aparte de lamentar la insuficiencia (¿incompetencia o negligencia?) de nuestros gobernantes, lloramos por los muertos y declaramos nuestra solidaridad con todos los afectados, víctimas en mayor o menor grado, muchos de los cuales están sobreviviendo a duras penas. Se nos revuelven las entrañas y vomitamos un rabioso soneto...


GOTA FRÍA

No existe peor desastre natural 
que el que se desatiende o mal se atiende;
si la administración se desentiende,
puede esperarse que mayor sea el mal.

La gente va muriendo y no es normal
ponerse a discutir de lo que tiende
a política guerra y que no entiende
quien no tiene mirada criminal.

Quedan solos los muertos; los demás
sufren las pérdidas de familiares
o amigos y de casas, además

del vil saqueo en dañados hogares
por el agua... No les consuela más 
que el fraternal auxilio por millares.

[2024, 2 nov.]
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El desastre no ha afectado a la ciudad de Valencia, gracias al Plan Sur aplicado en su momento (1958-1969). Pero sí a los aledaños y otras comarcas próximas, carentes de planes preventivos. Esta realidad y lo que está sucediendo nos hacen plantear interrogantes. Las riadas se vienen produciendo periódicamente desde siempre, pero ahora muchos achacan la causa al cambio climático. ¿Es demostrable? Se ha dejado construir en ramblas, en zonas inundables. ¿No es reprochable la mala planificación urbanística? Para colmo, la cantidad de coches que circulan en espacios urbanos complican las tareas de rescate. ¿Cabe plantearse limitaciones futuras a la circulación de vehículos? Y hay reproches entre poder central y comunidad autónoma, una guerra política entre gobiernos no coincidentes ideológicamente que en situaciones calamitosas como ésta no nos pueden llevar a buen puerto. Mientras se debate qué administración tiene la competencia en este evento natural, los ciudadanos afectados sufren las consecuencias. ¿No es esto censurable? Es desesperante asistir a una descoordinación de los operativos de rescate y en la falta de organización de la asistencia a los afectados, deficiencias impropias de un país desarrollado o del primer mundo (esta falta de coordinación nos hace recordar la pandemia coronavírica). ¿No es preciso un mando único que ponga orden, que logre la eficacia necesaria para salvar el mayor número de vidas y canalizar el apoyo logístico en toda su extensión (alimentos, ropa, medicamentos...)? [Y pienso en especial en la imprescindible logística sanitaria.] Tenemos inundaciones, huracanes, terremotos, erupciones volcánicas… y una carencia importante: la prevención para minimizar riesgos de daños producidos por estos desastres naturales. Por ello, ¿no sería conveniente una ley de desastres naturales? (*) Por supuesto, contemplando medidas de prevención de daños y protocolos de actuación en todo el territorio nacional.
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(*) Veo que hay una Ley sobre Desastres internacional, pero no una expresa sobre desastres naturales y nacional, tan necesaria aquí teniendo comunidades autónomas con competencias que no parecen estar claras todavía. [Teniendo Protección Civil y Comité Estatal de Coordinación, quizá convendría esa ley que regule la actuación en desastres e impida choques de competencias territoriales.]

Crónica del mayor desastre natural de España
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Otras entradas sobre desastres naturales
Cataclismos que desordenan (Inundaciones en Alemania, jul. 2021)
Vivir en áreas de desastres naturales (Erupción volcánica de La Palma, sep. 2021)

jueves, 31 de octubre de 2024

Crisis vocacional en medicina

 
—Amo mi profesión, aunque las condiciones para ejercerla sean adversas.
—Yo también la amaba, pero todo tiene un límite...

Se habla de crisis vocacional en medicina, de que cada vez hay menos aspirantes a galenos, mujeres y hombres, con verdadera vocación médica, por todo lo que entraña esa profunda «llamada interior». No está claro que el detonante fundamental haya sido la pandemia coronavírica, aunque en verdad hizo reflexionar a muchos profesionales de la medicina sobre el verdadero valor de su ejercicio, tan aplaudido por enfrentarse en malas condiciones a lo desconocido y tan vapuleado cuando el peligro parecía haber pasado. En gran parte de los veteranos hay decepción y en los jóvenes, desconfianza. Algunos médicos abandonan prematuramente y otros, sin dejar la que ha sido su elección de vida, se plantean nuevos horizontes. Hay razones para ello: demasiada presión asistencial y gerencial; creciente carga de agresividad social; sobrada responsabilidad para poca recompensa; escasa satisfacción en general que haga mantener el entusiasmo. La sociedad ha ido evolucionando hacia una acuciante fragilidad mental de sus individuos; la intolerancia a la mínima perturbación –o a la frustración– es lo común, la impaciencia en grado sumo se impone, la irreflexión es parte principal de la estulticia creciente. Entonces, el ejercicio de una labor tan humanística, racional y emotiva como la medicina se hace excesivamente dura, hasta llevar incluso al agotamiento absoluto que supone el burnout o desgaste profesional, un síndrome que se expande. Uno puede ser sacrificado, tolerante, comprensivo, resistente a los avatares..., en fin, profesional íntegro, pero, cuando se alcanza un límite inadmisible, el espíritu vocacional se resquebraja y acaba despedazándose. Por eso cabe concluir con una pregunta pertinente: ¿hoy en día merece la pena ser médico?
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En cualquier caso, procuremos abrazar el optimismo sanitario.

Borodin: Sinfonía n.º 1. III. Andante

martes, 29 de octubre de 2024

La medicina fría


La medicina es una ciencia que necesita reflexión y un arte que precisa detenimiento. Si no hay tiempo para escuchar al paciente y considerar lo que dice, no hay forma de aplicar los principios que la rigen. Es una contradicción que surge cuando se trata de dar respuestas médicas cuanto antes a los problemas de salud, en una sociedad cada vez más demandante de atención sanitaria. En la atención primaria se consulta a la carrera y en el hospital no se atiende de forma sosegada. De esta forma se rebaja la calidad asistencial y se pone en riesgo la seguridad del paciente. Es de algún modo un drama de nuestro tiempo, en el que la realidad parece rebelarse contra el estado del bienestar, donde la sanidad pública es uno de sus pilares. Y para acortar los tiempos, en los dos niveles asistenciales, y como estrategia para lidiar con las listas de espera hospitalarias, se ha ido expandiendo la medicina a distancia, la telemedicina, más allá del fin para el que había sido creada. Medios tecnológicos e informáticos han sustituido en gran medida las visitas presenciales (quizá algún día haya que dar el adiós definitivo a la silla marañoniana). Así, las consultas telefónicas, útiles para aclarar una duda o renovar un tratamiento farmacológico, han aumentado de manera desproporcionada. Así, los especialistas de la piel apenas inspeccionan lesiones directamente, sino las imágenes que los médicos de familia les envían, las fotos que ellos mismos han tomado, a pesar de su aptitud para hacer descripciones dermatológicas de lesiones cutáneas y estructuras dermatoscópicas (*); un procedimiento casi ofensivo. De modo que, cada vez más distanciados del paciente, en lo personal (física y psíquicamente) y en lo temporal, el futuro sanitario se reducirá a fríos diagnósticos y crudos tratamientos. El doctor Robot y la inteligencia artificial se harán cargo por completo de la atención médica a las personas, que ya no podrán hallar el calor humano de una buena relación médico-paciente. El devenir de los tiempos...
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(*) Muchos médicos de familia han hecho cursos de dermatoscopia; pero lejos de aprovechar su conocimiento adquirido, los utilizan como fotógrafos.

Y como contraste, una música cálida...

Samba de uma nota só – Caterina Valente

sábado, 26 de octubre de 2024

Setas y haikus

Coprinus disseminatus

El mundo de las setas es de una diversidad inabarcable. Hay setas típicas y atípicas: con forma característica de paraguas y de otras formas (globulosas o caprichosas). Algunas frecuentes son bien conocidas de los aficionados a este mundo e incluso del público en general. Y con el fin de recordar ciertas características diferenciadoras, he realizado breves descripciones, o resaltado particularidades, aprovechándome del haiku como forma poética. Cada descripción individual va precedida de la correspondiente imagen, con el nombre de la seta, científico y común. Tómese desde luego como divertimento, no como detallada precisión científica. 


HAIKUS MICOLÓGICOS 


Setas diversas 
prefieren el otoño 
para lucirse.

Agaricus campestris (Champiñón de prado)

Tan comestible
el champiñón de prado
como el común.

Amanita muscaria (Amanita matamoscas, Falsa oronja)

Es la muscaria
amanita de cuento
bonita y tóxica.

Boletus edulis (Boleto comestible)

Es el edulis
gran rey de los boletus
pardo y sabroso.

Cantharellus cibarius (Cantarela común, Rebozuelo

Es la rugosa 
cantarela amarilla
un rebozuelo.

Coprinus comatus (Coprino cabelludo, Barbuda)

Acampanado
el coprino peludo
erguido y blanco.

Hypholoma fasciculare (Hifoloma de láminas verdes)

Del hifoloma
difiere la foliota
que tiene anillo.

Hydnum repandum (Lengua de gato, Lengua de vaca)

Lengua de gato
de himenio en aguijones.
Género hydnum.

Lactarius deliciosus (Níscalo)

Anaranjado 
lactario delicioso.
Lechoso níscalo.

Lepiota –Macrolepiota– procera (Parasol)

El parasol
de largo pie anillado
crece y se abre.

Lepista nuda (Tricholoma nudum, Tricoloma violeta, Pie azul)

De azul violeta
viste la jovencita
lepista nuda.

Polyporus versicolor (Cola de pavo)

Cuántos políporos
crecen sobre madera
fibrosamente.

Russula drimeia, Russula sardonia

Son llamativas
las quebradizas rúsulas 
de color vivo.

[2024, 12 oct.]

Fantastic Fungi (Hongos fantásticos)
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Entradas sobre setas:

miércoles, 23 de octubre de 2024

Reflexión histórica


Es un error juzgar la historia con los ojos del presente.


REFLEXIÓN HISTÓRICA

Conocer o creer que se sabe
la verdadera historia de un pueblo
no debiera avivar la arrogancia.
Nada mejor que la humildad plena.

El pasado no vuelve a mirarse
en un espejo fiel del presente
ni éste de frente puede mirarlo.
Pero sí lo descifra la ciencia.

No vale presentismo que altera
ni absurda –fantasiosa– ucronía
ni contractual mirada hipotética.
El objetivo enfoque prevalece.

Rechaza ella manipulaciones
de quienes reescribirla pretenden
callando sus espurias razones.
Desea ser contada sin cuento.

Se va la historia humana escribiendo
con diferentes puntos y comas
por vencedores más que vencidos.
Aprendamos de la verdadera.

[2024, 6 sep.]

Los troyanos (ópera): Marcha e himno, Hector Berlioz

lunes, 21 de octubre de 2024

Presión asistencial y rendimiento médico

 
Muy buena ilustración. Explica la curva de rendimiento laboral (‘productividad’) de los médicos de atención primaria en relación a la presión asistencial, al número de pacientes que debe atender cada uno en su jornada laboral, además de la repercusión en su salud. A mayor carga asistencial, menor rendimiento laboral de los médicos de familia y mayor afectación de su salud mental, o más bien psicosomática, hasta el empeoramiento extremo que supone el síndrome del quemado (bournout). Es una relación evidente. Consecuencia de la aplicación del taylorismo en la gestión clínica, estableciendo tiempos máximos para cada paciente –que en general resultan ser mínimos, insuficientes para una atención adecuada–, pretendiendo una mayor productividad (como en una cadena de montaje), olvidándose del factor humano, del productor, que a menudo se ve desbordado, y del objeto de su atención: personas, no coches; personas por cuya seguridad como pacientes hay que velar. Triste realidad que poco o nada parece importarles a los dirigentes sanitarios. Una pena... que aún tiene remedio.

En medicina debe primar la calidad (la mejor atención a las personas) sobre la cantidad (el mayor número de usuarios atendidos), disponiendo del tiempo que cada paciente necesita, sin agendas rígidas, sin cronometraje. Así habrá motivación y satisfacción; de otro modo, insatisfacción y agotamiento.

So Tired - Art Blakey & the Jazz Messengers
***
Sobre el taylorismo [en general y en medicina]
La intensificación del trabajo y su reducción a tareas repetitivas tienen consecuencias psicológicas y físicas que son cada vez más examinadas por especialistas en salud.
Si no es posible montar una cadena con coches viejos y nuevos, usados e impolutos, de diferentes modelos..., difícilmente podemos defender que atender a un adolescente sano, un anciano con síntomas de demencia, una pareja estéril, o un diabético mal controlado que vive en la calle pueden atenderse de la misma forma. (...) Groopman y Hartzband afirman que no es posible conseguir información clínica precisa, completa, dejando aflorar las preocupaciones del paciente y su propia narrativa en consultas de 15 o 20 minutos (si supieran las nuestras caerían fulminados).

jueves, 17 de octubre de 2024

Listas de espera


Pensando en una lista de espera, podemos imaginarnos una cola en la que aguardamos nuestro turno. Así lo ilustramos cuando reflexionamos en busca de una solución a las listas de espera. Pero ¿cuáles son las causas de las listas de espera? En primer lugar, cabe pensar en lo que parece más evidente: la demanda sobrepasa a la oferta de servicios de salud, de recursos humanos y/o técnicos (la demanda de los usuarios es mayor que la capacidad resolutiva de los médicos especialistas); o de otro modo: hay mucha demanda asistencial y pocos medios para darle respuesta sin excesiva demora. En la sanidad pública es explicable por su universalidad; en la sanidad privada, no es ése el problema, pues está reservada a quienes puedan pagarla, salvo que consideremos la variable de la concertada, que supone derivación de pacientes quirúrgicos desde la pública, aunque la gestión de la listas de esperas quirúrgicas sean responsabilidad de ésta y aliviada mediante conciertos con hospitales privados. Por otra parte, podemos argüir también como causa el insuficiente rendimiento laboral en los servicios de salud, su escasa productividad, que obedecería a factores humanos, desde un jefe incompetente o irresponsable (o tal vez más interesado en su actividad privada) a otros galenos incumplidores o desmotivados (o también más interesados en su actividad no pública), pasando por otras categorías profesionales (enfermeras, auxiliares) que no tuviesen el rendimiento adecuado. No nos corresponde a nosotros actuar solucionar las listas de espera, pero hemos dado respuestas en la reflexión referida [enlace arriba]. En fin, apelemos a la de los gestores sanitarios y a la responsabilidad de todos los actores del ámbito de la salud. Y alegrémonos ahora con la música...

Mozart: Gran Partita. Molto allegro
***
Enlaces sobre listas de espera

servicios de salud, España

martes, 15 de octubre de 2024

Aquella mili...

Mili (coloq.): servicio militar obligatorio.
[Tuvo su fin en dic. de 2001]


VENTANA MILITAR

Una marcha por tierra y en el aire
un toque de corneta. Todo listo
para un nuevo comienzo donde todo
está jerarquizado con galones.

Soldados de reemplazo* enmudecidos
escuchan el mensaje que da un cabo;
reciben instrucciones novedosas
y van colgando al hombro su petate**.

Supera alguna voz la cobardía
dejando sus preguntas; y con dudas
los quintos se dirigen en silencio
al barracón que toca en el cuartel.

En diferentes compañías, todos
se han embarcado en el mismo servicio
militar, bajo un coronel al mando.
¡Y da comienzo así la puta mili! 
..…………………………………………….................
Continua es la instrucción, con armamento
o en la física desnudez gimnástica;
en miliciana formación teórica,
tiro y topografía sobresalen.

El sargento es un chulo prepotente;
se ríe de los fuertes y se burla
de los débiles. Su lenguaje pedestre,
incluso obsceno, encubre su estrechez.

Diversos oficiales por talante
(alférez o teniente o capitán…)
atraen o espantan a los soldaditos.
El teatro es tolerable o despreciable.

El tiempo se hace más o menos largo
entre ejercicios, guardias y desfiles;
de diferente modo va pasando
cuando no hay novedades o hay arrestos.
.…………………………………………….................
Después de la milicia de reemplazo
parece que la espalda se aligera.
La experiencia castrense queda atrás…
Y se hace extraña la civil reentrada.

(Tambores militares suenan lejos.)

[2024, 6 ene.]
____
**macuto, mochila.

Marcha militar, Schubert

domingo, 13 de octubre de 2024

El lago encantado, de Anatoli Liadov


Apuntes sobre El lago encantado, poema sinfónico de Anatoli Liadov:
Hay una clase especial de obras musicales que tratan de evocar lugares o paisajes mágicos. Claro de Luna, la famosa pieza para piano de Claude Debussy, por ejemplo, hace aparecer ante la mayoría de los oyentes una escena encantada iluminada por la luna; el comienzo del ballet de Maurice Ravel, Daphnis et Chloé, sugiere un mundo pasado donde juegan las ninfas y los sátiros. El lago encantado, el breve poema sinfónico de Anatoli Liadov, es otra composición de este tipo. (...) Liadov abre y cierra la pieza con un susurro silencioso de los instrumentos de cuerda en sordina. Sólo un puñado de motivos distintos completan los materiales de composición a partir de los cuales Liadov crea esta obra: un breve chirrido de las flautas; frases melódicas cortas en delicados ritmos; unas pocas pinceladas de color del arpa, la celesta o la trompa. Son ideas musicales más seductoras que imponentes, y Liadov las combina con armonías ambiguas para crear un luminoso e impresionista paisaje sonoro.

Liadov: El lago encantado, Paul Chiavo

El Lago encantado op. 62 se estrenó en San Petersburgo, el 21 de febrero de 1909 bajo la dirección del compositor. Esta pieza iba destinada a una ópera, Zoryushka, que Liadov nunca acabó, basada en una antigua leyenda eslava. Su música no transmite narrativa programática, sino que evoca una escena de misterio silencioso y reluciente belleza. La música es notable por su delicadeza y moderación. Pocos compositores de su época, se habrían atrevido a evitar la expresión dramática en favor de la iridiscencia silenciosa tan completamente como lo hace Liadov aquí.

Anatoli Liadov: El lago encantado Op. 62, Classic Musica

El compositor se refirió a El lago encantado (1908) como un "cuadro de fábula", y fue su favorita entre sus composiciones: "Qué pintoresco es", escribió a un amigo, "qué clara es la multitud de estrellas que se ciernen sobre los misterios de las profundidades". No hay ruegos ni quejas; sólo la naturaleza, fría, malévola y fantástica como un cuento de hadas. Uno tiene que sentir el cambio de los colores, el claroscuro, la incesantemente cambiante quietud y la aparente inmovilidad." La pieza es en efecto una maravilla de serenidad mística...
The Enchanted Lake, Herbert Glass
____
Apunte sobre Liadov
Anatoli Liádov (1855-1914) recibió la primera formación musical de su padre y la definitiva en el Conservatorio de San Peterburgo, estudiando composición con Nikolái Rimski-Kórsakov. Llegó a ser expulsado de ese convervatorio por faltar a clase, siendo readmitido dos años después, y ya formado fue profesor de composición de ese mismo establecimiento de formación musical. Perteneció al Círculo Beliáyev –junto a Alexander Glazunov y el propio Nikolai Rimski-Kórsakov, que había pertenecido al Grupo de los Cinco. Mussorgsky advirtió su talento y Prokofiev fue alumno suyo. Un pensamiento del compositor: «El arte es el reino de lo inexistente. El arte es un producto, un cuento de hadas, un fantasma. Dame una leyenda, un dragón, un espíritu de agua, un demonio del bosque; dame algo irreal y estoy feliz». Y una anécdota: al parecer Diáguilev, el fundador de los Ballets Rusos, le encargó la partitura de El pájaro de fuego, pero tardaba tanto en comenzar que le hizo el ofrecimiento definitivo a Stravinsky. No escribió obras de gran envergadura, pero fue un maestro de la miniatura;  pequeñas piezas para piano y poemas sinfónicos son su mayor legado.

viernes, 11 de octubre de 2024

Cómo comunicar la muerte de un ser querido en urgencias

Fuente


El artículo «Muerte digna en urgencias hospitalarias», nos ha hecho poner el foco en este tema peliagudo, pero de gran interés humano. Quienes hemos vivido este drama, sobre todo por la muerte repentina o súbita de alguna persona cercana, nos hace abrir heridas y buscar alguna reflexión consoladora. Y hemos hallado una sobre la forma de comunicar a los familiares la muerte repentina de un ser querido. 

La muerte natural lenta es aquella que obedece a una causa patológica o fisiológica. La muerte súbita es la que sucede en menos de 24 horas de iniciados los síntomas que, de acuerdo a la OMS, es debida en mayor porcentaje a causas cardiacas; y la muerte repentina es aquella que se presenta en un individuo enfermo pero controlado y compensado médicamente, de quien los familiares no esperan su muerte. 

Los médicos de emergencia con frecuencia se ven en la obligación de comunicar la muerte a los familiares. El profesional no ha sido preparado para estos eventos, y si lo hace es porque lo aprendió solo y con el tiempo. Hay protocolos nacionales y extranjeros sobre cómo dar malas noticias y cómo comunicar la muerte; pero, ninguno trata de muerte repentina [ni súbita]. Se hace una propuesta de guía de 13 pasos para comunicar a familiares de la muerte repentina.

La actitud del médico de emergencia debe ser comprensiva con la familia, transmitiendo el pesar por la muerte del paciente. El lenguaje debe ser claro y preciso, usando un tono de voz suave; el contacto humano, un abrazo o un apretón de manos o una mano encima del hombro es importante y valorado de forma especial por la familia.

Guía para comunicar a familiares la muerte repentina en emergencia, EM Falconí Chalco

La muerte inesperada de un ser querido es la más dolorosa para los allegados al difunto, porque no tienen en mente que ya le ha llegado la hora de morir (o no esperan un desgraciado desenlace por causa de una fatalidad o un error). En su memoria quedarán los mejores recuerdos de quien se ha ido, y tal vez algunos hallen consuelo en poemas o en sonoridades sobre la muerte. 

Sinfonía de réquiem, Benjamin Britten
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Entradas relacionadas

miércoles, 9 de octubre de 2024

Un nuevo MENA (mayor, extraño, no acompañado)


El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.
Gabriel García Márquez
Soy un mayor, lo que significa que recibo múltiples presiones imperativas, tanto latentes como manifiestas, para ser alojado en el espacio social asignado para los que salen de la gran sociedad. También un extraño, en tanto que me inscribo en la retaguardia digital. Sigo saliendo al espacio público sin móvil, lo que me otorga la condición de incomprensible para las legiones smartphonizadas. Y no acompañado, lo que suscita en las profesiones de la salud y los servicios sociales un incremento de presiones para ser controlado, inspeccionado y dirigido, de modo que se recorte mi autonomía y crezca mi dependencia, en la perspectiva de la siguiente fase, que es la del encierro final en una institución de custodia de rostro humano, pero que conserva el ADN del asilo. Así se conforma la última versión de un nuevo MENA, que comparte con la originaria de los menores el atributo del encierro y la expulsión de la gran sociedad.
Es el autorreconocimiento del sociólogo Juan Irigoyen como «nuevo MENA», en una sociedad que excluye a los viejos y abusa o se aprovecha de ellos, en su supuesta condición de seres desvalidos que no pueden defenderse. Maldito edadismo... En este fragmento de un artículo editado en su blog Tránsitos intrusos, con fecha 1 de febrero de 2024, manifiesta su sentir el autor, que falleció cuatro meses después, el 31 de mayo, a los 75 años de edad. Sólo tres días antes, había editado su último artículo, tanto o más amargo: «Ochocientos: en el invierno biográfico». Sobre su figura, profesional y humana, escribió Juan Gérvas una sentida semblanza: «Murió Juan Irigoyen...; y Sergio Minué hizo un particular retrato de su personalidad: «In memoriam: Juan Irigoyen, un hombre libre». D. E. P.

Cronicidad: la mirada desde el interior – Juan Irigoyen 

lunes, 7 de octubre de 2024

Batalla de Lepanto

Batalla de Lepanto, Anónimo

La más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, y esperan ver los veniderosCervantes, «el manco de Lepanto» 


LEPANTO 

La Liga Santa 
y el Otomano Imperio 
se enfrentaron.

Millares de hombres.
Turcos contra cristianos.
Naves de remo.

En aguas jónicas
perdieron musulmanes
 naval combate.

Cambió la historia
batalla de Lepanto
que vio Cervantes.

[2024, 28 ago.]
____
Batalla de Lepanto (7 de octubre de 1571): enfrentamiento naval entre musulmanes otomanos (Imperio Otomano) y cristianos católicos (Liga Santa), acaecida cerca de la ciudad de Lepanto (Naupacto), en el golfo de Patras, mar Jónico. El Imperio Otomano (o Turco) había conquistado los territorios del antiguo Imperio Bizantino y pretendía tener el control total del mar Mediterráneo y los territorios aledaños. La Liga Santa, alianza católica y militar conformada por la monarquía hispánica, los Estados pontificios, Venecia, la orden de Malta, Génova y el ducado de Saboya (países que se veían amenazados), quería frenar la expansión otomana. Resultaron victoriosos los católicos, liderados por Juan de Austria, sobre los otomanos, comandados por Alí Bajá. En la batalla de Lepanto, una de las confrontaciones navales más importantes de la historia (entre naves de remo, la mayoría galeras), participó el ilustre escritor Miguel de Cervantes; en ella perdió la movilidad de su mano izquierda, por lo cual recibió el sobrenombre de «manco de Lepanto». [Wiki]

La batalla de Lepanto – Crónicas de la Historia 

Vivat Hispania!
Domino Gloria!
Don John of Austria
Has set his people free!
G. K. CHESTERTON, Lepanto
  [Original AQUÍ, Análisis AQUÍ]

Enlaces sobre la batalla de Lepanto
La batalla de Lepanto –Min. Cultura
Batalla de Lepanto, 1571 –Min. Cultura
—Lepanto y Cervantes
La más alta ocasión –relato, José Ignacio de Arana

jueves, 3 de octubre de 2024

La prisa y la salud


Despacio, para tener buena salud.

Atravesando la ría de Vigo en barco comprobé, una vez más, que la ansiedad social está en todas partes. Antes de que el barco realizase la maniobra de atraque, ya se apelotonaba gente en la puerta de salida. ¡Qué angustia! Recordé a usuarios de la sanidad pública que se apoyaban en la puerta de mi consulta antes de que les llegase su turno. Y pensé en aquel consejo de vivir más despacio. Qué falta de tranquilidad, qué estrés y qué necesidad de sosiego tenemos. Porque la impaciencia nos devora en este mundo acelerado, aun disfrutando de paz, sin estar en medio de un conflicto armado. Tenemos tantas cosas que hacer, o la cabeza en tantos sitios a la vez, que no disfrutamos del momento que estamos viviendo. Sufrimos como si estuviésemos en permanente peligro, en amenaza continua o en una guerra sin fin. Y en este modo apresurado de vida está la causa de los principales trastornos psíquicos, en forma de ansiedad y/o depresión de diversa intensidad, que se tratan con psicofármacos en lugar de atacar las causas sociales. También de trastornos orgánicos, en especial cardiovasculares, por el influjo general del sistema nervioso. Nuestra salud se ve condicionada por un modo de vida que no encuentra reposo. Por eso nos conviene evitar el agobio e ir hacia la calma, incluso en el ámbito de la salud, promoviendo una medicina sin prisa. Respiremos profunda y lentamente...

[Publicación post. como carta al director:
La prisa y la salud, Faro de Vigo, 8 oct. 2024]

In a Hurry · Christian McBride Big Band
***
ANEXO: AFORISMOS SOBRE LA PRISA [Proverbia]
  • La prisa engendra el error en todo, y del error sale muy a menudo el desastre. (Heródoto)
  • El hombre corriente, cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla. (Lao-tsé)
  • De nada sirve el correr; lo que conviene es partir a tiempo. (La Fontaine)
  • Dios creó el tiempo, pero el hombre creó la prisa. (Prov. irlandés)
  • Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo. (G. K. Chesterton) 
  • Ningún hombre con prisa puede considerarse civilizado. (W. Durant)
  • La incredulidad es impaciencia. La fe ignora la prisa. (S. Vestdijk)
  • La rapidez, que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa. (G. Marañón)
  • Sin prisa, pero sin pausa. (Goethe)
  • Deprisa y corriendo. (Loc. adverbial)
  • Vísteme despacio que tengo prisa. (Refrán)*
*O de otro modo: Despacio para llegar a tiempo.

martes, 1 de octubre de 2024

La paz del bosque

Paz del bosque Op. 71 n.º 4 de Piezas líricas de Grieg

A esta bellísima pieza lírica para piano de Edvard Grieg, que tanto me seduce, he intentado añadirle una letra que la música me inspiraba, ajustándome siempre a su cadencia; de ahí que la métrica de los versos sea variable, polimétrica. Cerrando los ojos y viendo con la melodía, tan hipnótica, fueron fluyendo los versos de un poema con la humilde osadía de convertirla en canción.


LA PAZ DEL BOSQUE

Paz, paz,
estando aquí, estando aquí…

Por la mañana brinda un olor
que me alimenta y se queda en mí;
en el ocaso tiene un bello color
que hace sentirme calmo y feliz.

Entre los árboles soñando voy,
bajo sus ramas yo querría vivir;
pues me acaricia el blando mirar
y la dureza me hace hoy resistir.

Teniendo el alma de soñador
temo a la vida mucho más que a morir;
por donde voy, por donde voy
sé que habrá algún lugar para el fin,
algún lugar, algún lugar, algún lugar,
algún lugar, algún lugar para mi fin.

Paz, paz,
estando aquí, estando aquí…

En este bosque mi palpitar
se une a las aves de cantar afín;
en la natura con el dulce trinar
asciende al cielo mi hondo latir.

Algo más bello no puede haber
que una floresta que haga sentir;
y se estremece mi corazón
pensando que alguien la pueda herir.

Teniendo el alma de soñador
temo a la vida más que a morir;
pero es este lugar
el mejor para el fin.

[2024, 26 sep.]


Nota. Otra interpretación que consideré de la pieza lírica AQUÍ.
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Curiosidades sobre el bosque