La informática es una herramienta inestimable para el ejercicio de la medicina, e imprescindible en la actualidad para que funcione el sistema de salud. Estamos en la era de la salud digital. Son evidentes los beneficios de la informática en salud: reducción de errores y costos, mejora de la coordinación interprofesional. Sin embargo, ahora también es un condicionante del funcionamiento de los servicios de salud; si hay un fallo informático –una ‘‘caída informática’’–, los procedimientos médicos dejan de ser operativos y los profesionales se ven imposibilitados para ejercer sus funciones. Esto puede verse como algo anecdótico, por no ser lo habitual, o como un drama de la medicina actual, por ser frustrante cuando sucede. Es el odioso sometimiento informático... Y no entremos en la relación humana que la medicina entraña, pues aunque la informática no mejora la relación médico-paciente, los fallos informáticos pueden generar crispación de los usuarios, que sufren los galenos siendo víctimas. En fin, es el avance de los tiempos y sólo caben estrategias que minimicen las malas consecuencias de las caídas informáticas.
¡Ah!, somos esclavos de la informática...
Obertura de Los esclavos felices, Juan Crisóstomo Arriaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario