Como paciente es curioso observar la cantidad de pantallas de ordenador que hay en Urgencias, y resulta paradójico ver a los profesionales, que se esfuerzan en hacer bien su trabajo, pasar mucho más tiempo frente a la pantalla que frente al paciente. De hecho Urgencias más parece una cadena de producción por donde van circulando ‘vehículos averiados' que un Hospital, en el amplio sentido de la palabra Hospital. (...) El médico en ese contexto es cada vez más gestor y menos médico. No se espera que cure, sino que gestione, y en esa labor las pantallas le marcan los tempos. El médico, y la enfermera, son esclavos de la pantalla. Ella marca prioridades y controla la actividad de los profesionales: en el fondo manda.
Es un fragmento del artículo de opinión "¿Médicos o gestores?", en Diario Médico, de un médico limitado a una específica parcela asistencial. Ninguna queja de la atención sanitaria, al contrario, todo son alabanzas; el descontento es por el sometimiento a una pantalla. El comentario de una médica de familia le recuerda que el sometimiento informático también existe en la Atención Primaria, por cierto en mayor grado y con programas cada vez más complicados, alejados de la clínica y centrados en la gestión. Es parte de un sanitario sometimiento malsano ante el cual nos parece legítimo rebelarse. Si falla la pantalla, si se avería el ordenador, el médico se queda desamparado, como un huérfano del sistema informático totalmente desprotegido. Quizá se inquiete o sude por la angustia; a lo mejor se le queda una mueca entre la risa y el llanto.
No sé si es triste o desopilante; tal vez haya que verlo como algo tragicómico. Pero lo que no deja de sorprender es que los propios profesionales caigan de la burra cuando prueban el sistema. Entonces, solo entonces, abren los ojos y se cercioran de que la HCE se diseñó sin pensar ni en el médico ni en el paciente.
No sé si es triste o desopilante; tal vez haya que verlo como algo tragicómico. Pero lo que no deja de sorprender es que los propios profesionales caigan de la burra cuando prueban el sistema. Entonces, solo entonces, abren los ojos y se cercioran de que la HCE se diseñó sin pensar ni en el médico ni en el paciente.
A veces es mejor cerrar los ojos...
All My Loving - The Beatles
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Enlace posterior:Abducidos por la pantalla
La Dra. Ofri hace dos propuestas: 1) elaborar un indicador de tiempo de médico destinado al ordenador, marcar límites y penalizar excesos, y 2) tratar a fabricantes de HCE como proveedores de material sanitario, de manera que puedan ser multados cuando se demuestre que sus productos, por carencias o inadecuaciones en el diseño funcional, hagan que los médicos se alejen del trabajo clínico..
Como bien dices amigo José Manuel , se trata de un sometimiento malsano que nos hemos dejado colar por nuestra tradicional docilidad.
ResponderEliminarEs una perversión mas del sistema, que repercute a corto y largo plazo en la calidad asistencial y supone por ello un retroceso social
Así es, amigo Juan. Tristemente. No hay nada más que añadir.
EliminarUn saludo