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lunes, 26 de mayo de 2025

Coordinación entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria: Propuestas No Hacer

Propuestas No Hacer en Coordinación entre Atención Primaria y Hospitalaria

Estas propuestas de no hacer determinadas cosas inconvenientes, para poder hacer otras convenientes, fue presentada el 26 de noviembre de 2024 –nos lo dicen AQUÍ– en unas jornadas de coordinación entre atención primaria y atención hospitalaria. Ahora queda esperar que estas bases teóricas sean llevadas a la práctica, para mejorar la relación o coordinación entre los dos niveles asistenciales.

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jueves, 13 de marzo de 2025

El paciente oncológico y la comunicación


El paciente oncológico, la persona que ha sufrido o sufre un cáncer (tumor maligno, linfoma...), precisa de una atención especial y, en general, de un enfoque multidisciplinario, por tratarse de un paciente especial, con una enfermedad severa. Necesita la atención de profesionales competentes, con conocimiento y aptitudes: expertos internistas, hábiles cirujanos, oncólogos especializados... y médicos de cabecera capaces. Precisa de técnica y de tecnología médicas. Y requiere que quienes lo traten sepan comunicar, porque la comunicación con el paciente oncológico es fundamental, imprescindible para no dañarlo o desestabilizarlo anímicamente. Una buena transmisión de la información, con el adecuado tacto, es parte de la terapia del enfermo oncológico. Lo contrario, la mala información –o la desinformación– es muestra de una medicina poco humanizada, basada en pura técnica y fría tecnología. Recordemos la labor médica: curar, aliviar... y consolar.

No hay que olvidar la comunicación con el paciente oncológico...
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Comunicación con el paciente oncológico

viernes, 11 de octubre de 2024

Cómo comunicar la muerte de un ser querido en urgencias

Fuente


El artículo «Muerte digna en urgencias hospitalarias», nos ha hecho poner el foco en este tema peliagudo, pero de gran interés humano. Quienes hemos vivido este drama, sobre todo por la muerte repentina o súbita de alguna persona cercana, nos hace abrir heridas y buscar alguna reflexión consoladora. Y hemos hallado una sobre la forma de comunicar a los familiares la muerte repentina de un ser querido. 

La muerte natural lenta es aquella que obedece a una causa patológica o fisiológica. La muerte súbita es la que sucede en menos de 24 horas de iniciados los síntomas que, de acuerdo a la OMS, es debida en mayor porcentaje a causas cardiacas; y la muerte repentina es aquella que se presenta en un individuo enfermo pero controlado y compensado médicamente, de quien los familiares no esperan su muerte. 

Los médicos de emergencia con frecuencia se ven en la obligación de comunicar la muerte a los familiares. El profesional no ha sido preparado para estos eventos, y si lo hace es porque lo aprendió solo y con el tiempo. Hay protocolos nacionales y extranjeros sobre cómo dar malas noticias y cómo comunicar la muerte; pero, ninguno trata de muerte repentina [ni súbita]. Se hace una propuesta de guía de 13 pasos para comunicar a familiares de la muerte repentina.

La actitud del médico de emergencia debe ser comprensiva con la familia, transmitiendo el pesar por la muerte del paciente. El lenguaje debe ser claro y preciso, usando un tono de voz suave; el contacto humano, un abrazo o un apretón de manos o una mano encima del hombro es importante y valorado de forma especial por la familia.

Guía para comunicar a familiares la muerte repentina en emergencia, EM Falconí Chalco

La muerte inesperada de un ser querido es la más dolorosa para los allegados al difunto, porque no tienen en mente que ya le ha llegado la hora de morir (o no esperan un desgraciado desenlace por causa de una fatalidad o un error). En su memoria quedarán los mejores recuerdos de quien se ha ido, y tal vez algunos hallen consuelo en poemas o en sonoridades sobre la muerte. 

Sinfonía de réquiem, Benjamin Britten
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lunes, 19 de agosto de 2024

Entre dos lirios (comedia sanitaria): Acto II, 3-4


ACTO II

ESCENA TERCERA
Dr. GAMIR, CRISTINA
Comienza la consulta del Dr. GAMIR, con su alumna CRISTINA sentada a su derecha. Los pacientes van entrando por turno, después de ser llamados por su nombre. Unos vienen con un problema, otros con varios problemas. Algunos llegan con asuntos burocráticos, incluyendo partes de confirmación de bajas laborales y recetas para renovar, aunque desde que se ha establecido la consulta médica telefónica a muchos se les satisface esta necesidad sin venir a consulta. Los formularios que se solicitan para diversos organismos, directamente o a través de la trabajadora social, sorprenden a la joven aspirante a médico, que comprueba que no todos son pacientes, pues hay quienes acuden mostrando la simple condición de usuarios.

Dr. GAMIR. (Después de haber atendido a veinte pacientes.) Como puedes comprobar, Cristina, son frecuentes las policonsultas.

CRISTINA. Ya lo veo.

Dr. GAMIR. El doctor Rilke dice que antes la gente venía con un problema concreto. Pero de un tiempo a esta parte suelen acudir con dos, tres, cuatro o más problemas. De modo que si tienes treinta y cinco pacientes con dos problemas de media por cada uno de ellos, es como si tuvieses setenta. Las consultas se multiplican y es difícil, o imposible, dar respuesta a todos los asuntos en una sesión. 

CRISTINA. Con tantos usuarios y el poco tiempo disponible para cada uno, ¿no es aconsejable que en cada consulta se trate un solo problema de salud?

Dr. GAMIR. No es fácil. Muchos te dicen que no tienen tiempo y que quieren aprovechar una sola consulta para resolverlo todo. Esto a Fernando, salvo excepciones, no le parece adecuado. Y a mí tampoco. Los dos somos partidarios de frenar esta deriva. Nos hemos planteado poner un tope de dos motivos de consulta por sesión, los dos más importantes si hay más, ateniéndonos a la ética profesional. Porque después de que se impone un nuevo hábito, cuesta mucho volver atrás.

CRISTINA. Me parece una buena idea.

Dr. GAMIR. Tampoco hay que olvidar a los hiperfrecuentadores, los que realizan visitas con mucha frecuencia. Ya verás como algunas personas vienen muy a menudo a consulta, sin una necesidad que lo justifique.

CRISTINA. ¿Y a qué es debido?

Dr. GAMIR. A diferentes factores. El principal es la presión que se ejerce para que la gente utilice los servicios sanitarios de un modo excesivo.

CRISTINA. No comprendo.

Dr. GAMIR. A ver si me explico. Se está produciendo un consumo abusivo y adictivo de los servicios sanitarios. En este sentido, se habla de una enfermedad social. Pero lo cierto es que está inducida por proveedores interesados. Y no sólo farmacéuticos, también de la medicina privada.

CRISTINA. ¡Vaya! Yo pensaba que la ética estaba por encima de todo.

Dr. GAMIR. Así debería ser. Pero, desgraciadamente, por encima de todo está el dinero. Son muchos los que ven la salud como un puro negocio.

CRISTINA. No soy tan ingenua para no saber que nadie hace nada por amor al arte. O casi nadie. Sin embargo, me resisto a admitir que sólo se persigan ganancias.

Dr. GAMIR. Pues, querida Cristina, me temo que así es. Y el medio más eficaz para conseguir ganancias es infundir temor. ¡Mete miedo y ganarás!

CRISTINA. ¡Uf! Es repugnante.

Dr. GAMIR. A los sanitarios que trabajamos de buena fe nos produce náuseas. Por eso debemos informar a los pacientes con claridad, liberarlos de inconvenientes temores y convencerlos de que deben evitar las informaciones tóxicas.

CRISTINA. He oído hablar de la infoxicación.

Dr. GAMIR. Pues la infoxicación en salud es la peor de todas. La que más daña.


ESCENA CUARTA
Dr. RILKE, Dr. GAMIR, CRISTINA
A punto de finalizar la jornada matutina, entra el Dr. RILKE en el consultorio del Dr. GAMIR, que se halla junto a CRISTINA.

Dr. RILKE. ¿Ha ido todo bien?

Dr. GAMIR. En general sí. Hemos atendido un par de urgencias, una crisis asmática y un cólico nefrítico. Y hemos tenido un conflicto con una paciente que quería que le diese un narcótico para su dolor de rodilla. Pero la mujer, que sufre de artrosis, no tiene la culpa; es una moda que se está extendiendo desde las unidades de dolor.

Dr. RILKE. Están matando moscas a cañonazos. Después de todo, son anestesistas. Tienen la mano demasiado suelta para prescribir opiáceos.

CRISTINA. Durante la rotación hospitalaria nos han dicho que los mórficos deben reservarse para el dolor grave. Creo que es lo que recomiendan las guías de práctica clínica. Yo he metido baza con buena intención, tratando de apoyar esta postura, pero esa señora me miró con hostilidad. Hizo que me sintiera mal.

Dr. GAMIR. Cristina ha intervenido de buena fe y muy educadamente, pero la irritable mujer, Flora Gripa, que tú bien conoces, Fernando, acabó insultándola. Le dijo que se callase y, viéndola tan joven y discreta, la llamó mosquita muerta.

Dr. RILKE. ¿La que fue paciente mía y se cambió para ti?

Dr. GAMIR. La misma.

Dr. RILKE. (Encolerizado.) No tolero la falta de respeto. Y no soporto que algunos no aprecien lo que tienen. Puedo imaginarme un día en que no haya médicos, porque las circunstancias han llevado a que nadie tenga vocación para entregarse a la ciencia, arte y oficio de la medicina. Un día en que ya nadie quiera seguir los pasos de Hipócrates, porque no merezca la pena dedicarse a una labor que no es reconocida ni valorada. Entonces, aquellos que vociferaban sus derechos se darán cuenta de lo que han perdido.

Dr. GAMIR. No creo que lleguemos a tal extremo, Fernando.

Dr. RILKE. Pues en mi opinión, Gustavo, no es descabellado imaginarlo. (Dirigiéndose hacia la alumna en prácticas.) No pretendo asustarte, Cristina, pero la práctica de la medicina tiene sus sinsabores. Sin duda, tiene muchas compensaciones, siempre que la ames y te dediques con convicción y en plenitud a ella. ¡No hay nada más digno que aliviar el sufrimiento! Pero no tenemos por qué tragar sapos ni dejarnos estresar continuamente, a riesgo de tener una úlcera de estómago o, peor aún, un infarto. Como le escuché decir a un compañero: «Primero piensa en tus coronarias». ¡Toma nota, querida! Con el tiempo entenderás que hay que poner ciertos límites, por el bien de todos y sobre todo de los pacientes.

Dr. GAMIR. Hazle caso, Cristina. Tiene experiencia, conocimiento y sensatez. (Haciéndole un guiño al Dr. RILKE.) Fernando es un sabio.

CRISTINA. Tomaré nota.

Dr. RILKE. No soy sabio, soy viejo. (Tras unos segundos de reflexión.) Hay que ser optimista, desde luego, pero moderadamente. Y hemos de asumir que el mundo no se acaba entre las cuatro paredes de un consultorio. Ni mucho menos. 

Día a día, jornada a jornada, CRISTINA va adquiriendo experiencia al lado del joven galeno, que se muestra cada vez más cómodo al lado de su alumna, y también más atraído por sus encantos personales. No es de extrañar. Es una chica con buenas cualidades humanas, inteligente y, por encima, tiene una hermosura incontestable. GUSTAVO cree estar enamorado de SONIA, pero su nueva atracción llega a hacerle dudar. Hasta el momento guarda para sí su sentimiento y no lo exterioriza, por discreción y también por conveniencia. 
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(Continuará)

‘‘Lever du jour’’ de Daphnis et Chloe, Maurice Ravel

lunes, 20 de noviembre de 2023

Médicos de familia y otros especialistas


En su momento hablamos de la relación generalista-especialista, de la necesidad de una relación cordial entre profesionales médicos de los dos niveles asistenciales, primario y hospitalario, recordando que el médico de familia también es especialista. Ahora reparamos en una reflexión ajena sobre las derivaciones asistenciales desde el nivel primario (centro de salud) al hospitalario y las interconsultas no presenciales (sin paciente presente). 


...en un 5-6% de los casos nos planteamos [los médicos de familia: MF] que el motivo de consulta del paciente requiere pedir ayuda (urgente o programada) a otro médico, por diferentes motivos: realizar e interpretar procedimientos diagnósticos que son competencia de otra especialidad, o para los que no disponemos de recursos para realizarlos en atención primaria (AP); valorar la pertinencia y realizar, si procede, tratamientos intervencionistas; diagnosticar y/o tratar una situación aguda o crónica descompensada que requiera ingresar al paciente; confirmar o descartar un diagnóstico o recomendar una conducta a seguir; transferir el seguimiento de enfermedades crónicas de baja prevalencia que sobrepasan la competencia del MF; valorar y, si procede, prescribir fármacos, órtesis, CPAP… u otras prestaciones de prescripción exclusivamente hospitalaria. 
En todos los casos esperamos que se nos proporcione información detallada sobre resultados de pruebas, diagnósticos, recomendaciones de tratamientos, conducta a seguir, especificando a quién o quienes se propone para realizar el seguimiento (...)
En cualquier caso, la transferencia de información entre el MF y los otros especialistas es esencial para una atención de alta calidad y para la seguridad del paciente. (...) la historia clínica compartida ha sido un paso de gigante en el intercambio de información entre profesionales. Aunque también es cierto que algunas especialidades tienen el hábito de las abreviaturas, que deberían evitar, tal como recomienda el Código de Deontología Médica. 
De las múltiples cuestiones a debate que genera la relación entre MF y los otros especialistas, abordaremos 2 aspectos al alza en los últimos tiempos: las interconsultas sin paciente y el rechazo de interconsultas por parte de los otros especialistas. 

A partir de aquí se habla de la pertinencia de la consulta telemática, que la tecnología permite, favorecida por el conocimiento del paciente por parte de los profesionales de la salud, no posible si no ha habido un seguimiento asistencial (longitudinalidad). Y también del rechazo de interconsultas (consultas que el MF hace a los otros especialistas), algo que nos parece una ofensa y un quebranto de la ética médica, transgrediendo el referido Código de Deontología Médica. De ahí la necesidad, ya apuntada, de una relación cordial entre profesionales de la salud, por el bien de los pacientes y el bienestar de ellos mismos. Por otra parte, se señala la conveniencia de la libre elección de especialistas, como ya la hay de MF. Y se apunta la inconveniencia de la imposición de protocolos hospitalarios. En fin, mucho hay que mejorar para alcanzar un nivel óptimo en la relación interprofesional en el campo de la salud, y en particular en el sistema público de salud.

El carnaval de los animales: VIII. Personajes de largas orejas - Camille Saint Saens 
Le Carnaval des animaux:  Personnages à longues oreilles
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Art. 46.1. (XI. Relaciones de los médicos entre sí y otros pacientes) La confraternidad entre los médicos es un deber primordial y sobre ella solo tienen preferencia los derechos de los pacientes.

lunes, 9 de octubre de 2023

Dar malas noticas en medicina

 
Como ejemplo de dar malas noticas en medicina, me aprovecho de un texto ajeno, del doctor Juan Manuel Jiménez Muñoz: «Una lección aprendida»:
Una tarde cualquiera de 1988, estando yo [como médico residente] en el Área de Observación con cuatro camas a mi cargo (supervisado siempre por médicos mayores), aterrizó por allí una paciente de 82 años a la que llamaremos Aurelia. Aurelia, procedente de un pueblo cuyo nombre omitiré, vino a parar a mi esquina; y, una vez aposentada en mi terreno, durante doce horas completas la atendí lo mejor que supe.

Venía Aurelia con un grave problema de anuria. Esto es: no orinaba en absoluto. Aurelia tenía una diabetes tan avanzada que sus riñones estaban hechos trizas. No filtraban la sangre. No orinaba desde hacía varios días. Era una sentencia de muerte. Una anciana desahuciada por la ciencia.

Bajaron a verla los internistas, los nefrólogos y los urólogos de guardia. Todos coincidieron en lo mismo: la diálisis no era posible por su mal estado de salud y por la avanzada edad; los medicamentos ya no servían para tratar el problema de Aurelia; y un ingreso hospitalario, para morir en pocos días, no era del todo preciso.

Hablamos con sus hijos para que eligieran entre las dos opciones posibles: quedarse, o irse. Fueron unánimes: llevársela de vuelta al pueblo. Fue una decisión sensata: para morir, si el caso es manejable, nada mejor que tu habitación, tu casa, tus hijos, tus nietos, tus amigos de siempre.

Mientras Aurelia estuvo en el Área de Observación (mientras le hacíamos todas las pruebas que necesitaba y los especialistas iban dando el veredicto), yo charlé mucho con ella. Aurelia estaba en sus perfectas cabales, y era una mujer simpática. Me explicó las faenas agrícolas que había hecho de pequeña; y yo, que también soy muy cateto, le daba palique hablándole de olivos, de espuertas, de morcillas y de albercas. Aurelia y yo, por qué no decirlo, nos cogimos afecto.

Pero llegó el momento de irse y, ¡ay horror de los horrores!, la enferma nada sabía. Sus hijos no se habían atrevido a decirle que se iba. Los especialistas que bajaron a tratarla, tampoco. Y a mí, su médico en ese momento, se me había pasado por alto el pequeño detalle de comunicar a Aurelia que lo suyo no tenía solución, que iba a morirse de todas-todas, que ya no orinaría nunca jamás y que, por decisión de todos menos de ella, se iba a marchar a su pueblo en pocos minutos.

Casi con la ambulancia en la puerta, hube de dar la mala noticia a la dueña de su vida. Era lo justo. Durante las doce horas que allí estuvo, aunque tratada y remirada por medio hospital, yo había sido el médico de Aurelia. Su referencia.
Dar malas noticias es algo para lo que no te preparan en la Facultad de Medicina. Al menos así ocurría antes, en mis tiempos. Ahora, no lo sé. Digamos que dar malas noticias era (o sigue siendo) una ingrata tarea que aprendíamos los médicos a base de ensayo y error. Esto es: a base de meter la pata muchas veces. Y yo, con Aurelia, la metí hasta las honduras. Porque, aunque había docenas de maneras de abordar correctamente el asunto, yo, inadvertidamente, por precipitación o inexperiencia, escogí la única que no se debe escoger: la de tratar a un paciente como si fuera un tonto. Y un paciente, aunque esté senil o terminal, no es ningún tonto. Es un paciente. Una persona con derechos. Y, entre ellos, el derecho de recibir información veraz. Me acerqué a la cama de Aurelia y le cogí las manos. Luego, con aire falsamente desenvuelto, con mi mejor sonrisa postiza, le espeté:
—Muy bien, Aurelia. Traigo muy buenas noticias. Te vamos a dar el alta y te vas a marchar a casa. Te hemos puesto unos medicamentos nuevos que harán efecto en unos días. El médico de tu pueblo, con el informe que llevan tus hijos, ya se encargará de hacerte orinar.

Aurelia me miró, burlona. Aún recuerdo la negrura de sus ojos, el tacto de sus dedos y las arrugas de su cara; el pelo, limpio; blanquísimo; su mano, asida a la mía.

—Sí hijo, sí. Desde luego –Aurelia no me había llamado “doctor”, sino “hijo”. Y una sonrisilla traviesa dejó entrever su dentadura. Luego, amable y mordaz al mismo tiempo, prosiguió–: Si no he orinado en el Hospital Carlos Haya... ¡voy a orinar en mi pueblo!

Y a mí, en aquel preciso instante, se me cayó la cara de vergüenza.
 Marcha fúnebre, Chopin

viernes, 25 de agosto de 2023

El argot médico

Jerga médica

Argot o jerga.  Lenguaje especial entre personas de un mismo oficio o actividad.
En el lenguaje especializado médico existe un registro poco estudiado: se trata de la jerga, jerigonza o argot que utilizan estos profesionales en su comunicación diaria. En castellano se denominan indistintamente, de forma tal que, en la actualidad, los filólogos, gramáticos y lingüistas no han podido establecer aún los límites de cada término. Como toda jerga típica de una profesión, la médica está reservada solo a los médicos y al personal de la salud y, en este sentido, comparte con otras jergas las mismas características de lenguaje especializado. Debido a los aportes que esta hace a nuestra lengua, consideramos que un fenómeno comunicativo como este debería ser explorado mucho más.

Resumen del artículo


*López Díaz, Lídice, López Rodríguez, Elvis Fermín, & Hernández de la Rosa, Yurima. (2015). El argot médico: un registro coloquial poco estudiado. Medicentro Electrónica, 19(3), 163-166. Recuperado en 03 de agosto de 2023, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30432015000300006&lng=es&tlng=es.

¿Qué es la jerga?
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Reflexión anexa
La jerga médica ha de restringirse al ámbito profesional; la comunicación con el paciente debe hacerse con un lenguaje claro. 

jueves, 22 de junio de 2023

Regañar al paciente


La comunicación del médico puede ser decisiva para el paciente.

Posible encuentro médico-paciente:

—Hola, Alfredo. ¿Ha hecho lo que le dije?
—Pues…
—Es la tercera vez que le insisto.
—No me regañe, doctor. Me faltó voluntad…
—... 

No discutir, no enfadarse, no regañar al paciente es un principio del buen hacer del médico, que ha de contenerse y tener paciencia con sus enfermos. Si no es así, perderá su confianza y se irá al traste la relación. Recordemos las necesidades del médico en palabras de Florencio Escardó: «ciencia, conciencia y paciencia». Y no olvidemos el poderoso efecto de las palabras, por beneficiosas o perjucidiales.

«Meditación» de Thaïs – Jules Massenet
(Intermezzo sinfónico para violín y orquesta)

martes, 9 de mayo de 2023

Sistemas de información sanitaria


Extracto esencial:
La información sanitaria es la información que, directa o indirectamente, permite una mejor comprensión de la salud de la población y del impacto que sobre ella tienen las actividades de los servicios sanitarios. Incluye datos de natalidad, mortalidad, morbilidad, factores de riesgo, actividades y recursos sanitarios. Carece de sentido si no está conectada y sirve de base para la toma de decisiones sanitarias. 
Los sistemas de información (SIS) se definen como un conjunto coherente de elementos relacionados. Estos pueden ser humanos, tecnológicos, organizativos y operativos. La denominación “sistema de información” nace en EE. UU. en los años 60, referida a la gestión de la información empresarial mediante métodos electrónicos. De aquí se extiende a otros campos, incluidos el sanitario. 
Los SIS son de una complejidad muy variable, pero en todos ellos hay una serie de constantes: recogida, procesamiento y análisis de los datos y transmisión de la información. Cada día se dispone de mayor volumen de información, pero muchos profesionales y usuarios se quejan por su falta en determinados aspectos de la realidad sociosanitaria. Parece haber un distanciamiento entre los técnicos de la información y aquellos que la utilizan, por no disponer de información en el momento oportuno o en forma fácil de comprender. 
La finalidad primordial de los SIS es informar e intervenir. Este último aspecto es esencial. La información debe facilitar la toma de decisiones de los diversos actores que operan en los servicios de salud. La pertinencia y utilidad de un sistema de información no radica en generar ingentes cantidades de datos e indicadores (“cementerios de datos”, en expresión de un epidemiólogo), sino en ser capaz de proporcionar en tiempo y forma la incorporación adecuada a la persona indicada. Para ello es preciso que esté estructurada de forma correcta, sea creíble y aceptada por los actores del sistema, recoja los aspectos clave para cada nivel de decisión y no genere unos costes excesivos
En los SIS es necesario diferenciar entre “dato” e “información”. El dato es la expresión de una variable cualitativa o cuantitativa. Los datos son un reflejo de los acontecimientos y la información es el resultado del tratamiento de estos datos de manera que tengan un significado para un propósito específico. Asimismo, es preciso distinguir entre dato, indicador e índice. Los datos se clasifican en objetivos (hard) o subjetivos (soft). Los datos objetivos se refieren a eventos observables, mientras que los subjetivos conciernen a las percepciones de las personas sobre un asunto determinado. Un mismo fenómeno puede medirse en términos de datos objetivos y de datos subjetivos. Hay hechos que se entienden mejor a través de un método subjetivo, como las encuestas de satisfacción de usuarios. Otros, como la mortalidad y la morbilidad hospitalarias, utilizan métodos objetivos por estar los datos disponibles. Los datos o estadísticas deben traducirse en indicadores, expresados en porcentajes, tasas y ratios para facilitar su comparación. En general, los indicadores representan una sola clase de datos. Los índices se distinguen de los indicadores por combinar elementos dispares. Son medidas compuestas más complejas, multidimensionales.

Cada SIS responde a una necesidad que viene o debería venir expresada en los objetivos de la política sanitaria. Antes de establecer un SIS, se requiere una valoración cuidadosa de la relación existente entre la utilidad de la información solicitada y el coste de conseguirla, la oportunidad y pertinencia de la información demandada y el tipo de decisiones posibles. En líneas generales los SIS son útiles para: 

  • la planificación sanitaria y evaluación de programas de salud, siguiendo principios de eficacia, eficiencia y equidad. 
  • la gestión de los servicios sanitarios, buscando la racionalización de los recursos disponibles. 

  • la investigación y docencia. Los SIS son necesarios para elaborar hipótesis etiológicas. 
  • la vigilancia epidemiológica de las enfermedades y factores de riesgo, para conocer el estado de salud de la población.

El cliente del Sistema de Información es todo aquel que tenga que tomar decisiones: el profesional, la organización, el ciudadano. Su relación se debe articular mediante un contrato de servicio para obtener la información adecuada que refleje la realidad de modo comprensible.

Sistemas de Información en Salud

lunes, 1 de agosto de 2022

El acompañante del paciente


Las comunicaciones triádicas* suponen un desafío para las habilidades de comunicación del médico, que mejora sus capacidades para identificar y comprender los problemas del paciente, aunque a costa de una mayor inversión de tiempo. 

*De tríada, grupo de tres; en este caso por los tres intervinientes en la entrevista clínica: médico, paciente y acompañante.

El acompañante del paciente puede ser una valiosa fuente de información clínica, en especial tratándose de niños, ancianos o personas con dificultades de comunicación. También puede ser un incordio, cuando no aporta nada e interfiere en la entrevista clínica.

Bach – Jacques Loussier Trío
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Las consultas con acompañante son generalmente más largas, y los pacientes acompañados suelen ser mayores, mujeres, con menor nivel educativo y peor salud física y mental. 
En cerca del 30% de las consultas hay un acompañante con el enfermo, en general miembros de la familia, especialmente con pacientes ancianos...
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martes, 8 de junio de 2021

La voz de un puericultor

Puericultura


La pediatría en atención primaria está desapareciendo
. Aparte de este hecho, los errores en la crianza y las falsas expectativas crean problemas en la atención pediátrica. Y la realidad pone de manifiesto errores alimenticios, malos hábitos (como el sedentarismo) y falta de sentido común en la actuación de los padres. Escuchenos esto, y más, por voz del Dr. Jesús Martínez.

***
Pediatría y puericultura
Tradicionalmente, la pediatría es considerada como la rama médica que se dedica al tratamiento y curación de las enfermedades de los niños, mientras que la puericultura es la ciencia que tiene por objeto la prevención enfermedades de la infancia; es decir, pediatría = tratamiento y puericultura = prevención. Esta definición, extraída de uno de los muchos diccionarios de definiciones que existen en internet, refleja con claridad un hecho, que parece ser comprendido y seguido con rigurosidad por varios colegas y sistemas de formación pediátrica. Pero, ¿realmente son dos cosas diferentes?

lunes, 19 de abril de 2021

Cuando el silencio dice más...

Silencio y comunicación

A veces dice más el silencio que una larga explicación.

Hay momentos en la vida de un médico en que ya no valen las palabras, en que todo cuanto dices al enfermo suena estéril... Instantes en que las palabras ya no expresan lo que tú sientes, o cuánto sientes tú lo que dice sentir el otro, quien te habla, quien se desahoga contigo, quien vuelca en ti sus dolores y dolamas, las penas que le laceran el alma, el miedo que lo acongoja, el insomnio que lo desvela, el cáncer que lo corroe, el hijo que lo atormenta. Tus palabras de consuelo –inútiles, hueras y técnicas– se pierden en sus oídos como guijarros arrojados a las olas; como el trino de los pájaros entre el ulular del viento. Sí. 

Hay momentos en que las palabras sobran, en que se hace imprescindible un gran silencio; momentos en que tu mano de médico, tocando la otra mano, la de quien te habla, es más precisa que cualquier discurso, más necesaria que cualquier consejo.

—Doctor, no se lo tome usted a mal; pero aunque fuese un ratito quisiera que tuviese usted estos dolores.

Y es cierto que hubo momentos en que yo me tomaba a mal estas salidas de los pacientes, y me molestaban esas frases. Entonces yo era joven y altanero, con la escasa sabiduría de quien sólo sabe lo que en la Facultad le enseñan, pero sin saber aún que nada más sabía. Y al no saber que no sabía, respondía a los pacientes con demasiado desparpajo: 

—No necesito ser diabético para recetar insulina —les decía yo—. No necesito tener una úlcera de estómago para recetar bicarbonato...

Pero, aunque no lo supiera entonces, yo estaba muy equivocado. Porque sí: hace falta tener una úlcera para recetar el bicarbonato con cariño. Y sí: hace falta ser diabético para entender que los pinchazos de insulina son molestos, y que no todas las agujas son iguales. Y sí: hace falta una biopsia de tu propia próstata para entender el miedo al cáncer del paciente, su pudor al tacto rectal, al toqueteo impersonal de un guante frío, de la vaselina sobre el ano dilatado. Y sí, sí, sí: hace falta un colonoscopio dentro de tus propias tripas para saber de la vergüenza de ventosear en público sin poderlo remediar, de que tus pedos estallen ante el colega que te atiende, ante la enfermera joven que vigila tu gotero. Y sí, mil veces sí: hacen falta los golpes de la vida para entender las miserias de la gente

Este texto es buena parte de El poder de los silencios,  una reflexión del Dr. Juan M. Jiménez Muñoz. Y a nosotros nos suscitó un pensamiento que, de modo parecido, ya habíamos dejamos reflejado en la entrada El médico enfermo.

Cuando el médico es paciente, su percepción cambia; y puede que alguno pierda su engreimiento y se vuelva más compasivo... Nos puede valer de ejemplo el protagonista de la película “The Doctor”, un médico frío y distante, al que le diagnostican una enfermedad grave; al verse en el papel de paciente y sufrir lo mismo que sus pacientes, entonces, sólo entonces, los comprende. 

The Sound of Silence, Simon & Garfunkel
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Si rey fuera, instituyera
cátedras para enseñar
a callar.
Lope de Vega

AFORISMOS SOBRE EL SILENCIO [y Callar]
  • La palabra es plata y el silencio es oro. (Refrán)
  • Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras. (Shakespeare)
  • El silencio es el único amigo que jamás traiciona. (Confucio)
  • Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio. (Proverbio indio) [Var.: No hables si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio.]
  • Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo. (Beethoven)
  • A veces, el silencio es la peor mentira. (Unamuno)
  • El hombre se revela en la conversación no sólo por lo que dice, sino por lo que calla. (S. Zweig)
  • Saber callar es la única sabiduría. (L. van Brabant)
  • Con la palabra, el hombre supera a los animales, pero con el silencio se supera a sí mismo. (Paul Masson)
  • Quien calla otorga. (Refrán)
  • El silencio puede dañar o reconfortar.
  • El silencio de la mente es fuente de felicidad.
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lunes, 15 de febrero de 2021

Guía de la Medicina

En esta guía de los estudios universitarios dedicada a la Medicina*, se habla de su historia, de sus objetivos, de la patología humana, de los métodos de estudio y de las especialidades médicas. Pero también de sus aspectos humanísticos.

Ya en la introducción, considerando la etimología de la Medicina (del gr. mederi: cuidar), se dice que, como arte y ciencia, cuida del hombre en la enfermedad, y que desde la facultad debiera impulsarse la preocupación básica por el enfermo

En «El médico y su profesión», se habla del trato directo y personal con los pacientes, en especial de los clínicos (del gr. klinikós: de la cama), por trabajar a la cabecera del enfermo. Y de los códigos de comportamiento del profesional médico.

Sobre esto último, se hace referencia a la Declaración de Ginebra de 1948, en la que la Asociación Mundial de Médicos adoptó el juramento hipocrático como pilar básico de la conducta y ética médicas. Es la actualización de dicho juramento.

[Texto último tras varias enmiendas]

Dejan claro los autores de la guía que en este código de comportamiento se destaca el sentido de servicio que ha de presidir la actuación médica. Un espíritu que lleva implícitas varias disposiciones, entre ellas: disponibilidad, esfuerzo y dignidad.

En este espíritu de servidumbre, que entraña sacrificio personal —que va más allá del horario de trabajo—, puesta al día en conocimientos y habilidades y conducta digna, quizá estriba lo que se ha dado en llamar «vocación de médico».

Los autores se preguntan si existe la vocación de médico. En todo caso, no la entienden como carisma especial, sino como una suma de aptitud, para aprender y ejercer la profesión, y actitud: un interés por esta rama del saber y modo de vivir.

En «La relación médico-enfermo», se recuerda que la historia clínica, o anamnesis, es un diálogo con el paciente (y/o sus familiares o acompañantes), que comienza con una simple pregunta: ¿Qué es lo que le pasa a usted? (Motivo de la consulta.)

Se establece la comunicación como puntal, pues gran parte de su tiempo lo dedica el médico a comunicarse con pacientes y familiares, enfermeras y colegas. Por eso debe estar bien formado en la habilidad de la comunicación, oral y escrita.

Y se apuntan dos expresiones populares sobre las que debemos reflexionar: «Letra de médico», por ilegible, y «visita de médico», por breve. La letra debe ser clara para evitar confusiones, y la visita ha de durar lo que necesite el paciente. 
***
*Prieto JM, Fuster M. Guía de los estudios universitarios: Medicina. Pamplona: Eunsa, 1981. [Jesús Prieto Valtueña, Manuel Fuster Siebert]

No en vano, esta guía es una de las fuentes bibliográficas de nuestro Léxico médico de la Atención Primaria. Sobre todo, por haber conocido a uno de sus coautores: el Dr. Manuel Fuster Siebert, médico cardiólogo siempre preocupado por el enfermo.


Concierto para dos violines, Antonio Vivaldi

miércoles, 13 de mayo de 2020

Salud 3.0

Paciente 3.0

Después de la Salud 2.0, llega la Salud 3.0...

La principal diferencia entre salud 3.0 y salud 2.0 es…
por Lizbeth Castillo Yañez
Con la irrupción de las nuevas tecnologías todo se digitaliza o está en vías de hacerlo, lo mismo ocurre con la salud, cuyo nuevo paradigma dicta que hay que usar los recientes desarrollos para preservar la salud de los pacientes, incluso a distancia. Al respecto, señalan los expertos, el modelo 2.0 tiene un punto débil: afronta el cambio desde una perspectiva de negocio al automatizar el tratamiento de las patologías; no obstante, en su debilidad puede encontrar la renovación, pues el tiempo libre que puede ganarse con esta opción bien valdría invertirlo en profundizar en la relación médico-paciente. 
(…) “el foco” está en que la salud 3.0 devuelve “al corazón la humanidad y emplea la tecnología para permitir una relación más profunda”. 
(…) permitirá a los médicos liberarse de la necesidad de invertir tiempo en padecimiento comunes para “pasar de una medicina poblacional a una medicina personalizada”. 
(...) un punto clave en el uso del Big Data, que no es otra cosa que almacenar grandes cantidades de datos y usarlos para encontrar patrones repetitivos, consiste en conservar la privacidad de la información a fin de automatizar el tratamiento de las patologías más comunes, lo que traería beneficios indirectos con la mayor disposición de tiempo:
  • Personalizar el ejercicio de la medicina.
  • Mayor investigación en enfermedades raras o novedosas.  

Este nuevo paradigma implica dos aspectos fundamentales. Para comenzar, el paciente se sitúa en un rol proactivo respecto a su atención sanitaria. Es un paciente empoderado, que se informa sobre su enfermedad, busca información activamente y exige al sistema sanitario cada vez más. Por otro lado, gracias al Big Data, los profesionales sanitarios se reubicarán en una nueva red o universo colaborativo bajo claves de seguridad tecnológica
En definitiva, todo gira en torno a la información adecuada y al buen uso de esa información, por la seguridad del paciente. El paciente deja de ser pasivo a ser muy activo en el proceso de comunicación. Quienes más pueden beneficiarse de la salud digital o e-Salud son los pacientes más frágiles o vulnerables, aquejados de enfermedades crónicas y ancianos, aunque éstos no suelen usar internet o lo usan poco para comunicarse, por no tener acceso a ordenadores o no saber manejarlos bien. En cualquier caso, el cambio de comportamiento en la comunicación esta muy condicionado por el entorno social y familiar, mediante el "contagio social".

Hablamos de Salud 3.0, "Web 3.0 y Medicina" o Medicina 3.0., con sus luces y sus sombras. Ahora que opine cada cual, médicos y pacientes... 

Tipos de Web: 1.0, 2.0, 3.0, 4.0


Otra explicación:
Web 1.0, 2.0, 3.0, 4.0
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Entradas relacionadas
Comunicación médica 2.0 (Medicina 2.0)
Sobre pacientes 2.0
Sobre la salud digital (e-Salud)

martes, 21 de abril de 2020

Medicina de familia y narrativa



Dejemos primeramente que hable otra voz... Para un médico de familia lo más importante es hablar con sus pacientes. De esta forma los acompaña en sus procesos y vivencias, los orienta por el sistema sanitario, les ayuda a superar sus tiempos de enfermar y trata de promover y mejorar su salud. Para que exista una comunicación de calidad hace falta un mínimo de tiempo... (Salvador Casado, Si la medicina de familia pierde la narrativa perderá su sentido)


En una época en la que el dolor psíquico es mayor que el físico, es más necesaria una buena comunicación. Pero cada vez el médico de familia tiene menos tiempo para comunicarse con el paciente, porque son más los actos médicos. He aquí el quid de la cuestión: reducir el número de actos médicos para disponer de más tiempo para cada uno de ellos y aplicar, en consecuencia, la conveniente narrativa.


Time – Pink Floyd

lunes, 9 de diciembre de 2019

Medicina y mujeres, por Carro Otero


El profesor Xosé Carro Otero, parte del Juramento hipocrático ("Juro por Apolo médico, por Asclepio, Higea y Panacea…"), como parte de la gran obra de Hipócrates en el siglo V a.C.: Corpus Hippocraticum.  Se detiene en estas dos diosas, hijas de Asclepio y Epione, diosas de la prevención de enfermedades y de la salud. Y da un salto al siglo XII, desde Grecia a Italia, para habla de otras mujeres curan, en la escuela médica de Salerno: Trótula de Salerno y Abella, matronas u obstetras. Después repara en la feminización de la medicina actual (80% de estudiantes de medicina), reconociendo la superior capacidad de las féminas.
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Entradas relacionadas
A través de la Historia de la Medicina
Sobre Mitología y Medicina

Trotula de Salerno (1911-1914) de John William Waterhouse

martes, 12 de noviembre de 2019

La vestimenta de los sanitarios


El hábito no hace al monje, pero...

Aunque ya pasaron los tiempos en que las enfermeras llevaban cofia, la vestimenta profesional, y en este caso de los sanitarios, no es una cuestión menor. Redunda en la buena imagen y en la estética...
Cada profesión requiere de un vestuario laboral adecuado para sus trabajadores y acorde a la labor que realizan. Un uniforme no sólo debe ser cómodo y estético, sino también práctico y seguro. Estos últimos rasgos vienen dados por el tipo de tejido que se utilicen. (...) En profesiones sanitarias, los tipos de tejidos más utilizados para los uniformes médicos son la mezcla del poliéster y algodón y la microfibra. La mezcla algodón y poliéster ofrece mayor duración y versatilidad a la prenda, le hace un tejido más resistente gracias a la fuerza del poliéster y a la ligereza y suavidad del algodón, además no encoge ni se deforma. [Tipos de tejidos en la ropa de trabajo
(...) en sanidad es importante mostrar una imagen de limpieza, higiene y profesionalidad que transmita confianza a los pacientes. (...) pijamas sanitarios, casacas sanitarias, pantalones sanitarios, batas de médico, vestidos, pichis, kimonos, delantales sanitarios, bandanas sanitarias, calzado y zuecos sanitarios y los complementos necesarios para una equipación total. [Ropa Sanitaria y Vestuario de Enfermería]
..., pero también en la confianza del paciente y en la propia salud laboral. No vamos a pontificar sobre la vestimenta ni entraremos en más detalles (uniforme, corbata, accesorios o complementos...), para no herir susceptibilidades (en estos tiempos se le saca punta a todo). Preferimos enlazar un vídeo con un debate sobre esta cuestión, donde se habla de las normas al respecto, de la priorización de la higiene y la seguridad, de la evolución de los tiempos. Con todo, pensemos en la importancia de las batas médicas, los pijamas o los zuecos sanitarios.


A continuación (1) un vídeo, sobre ropa sanitaria que nos ha llamado la atención por su buena estética (la moda también se adentra en el ámbito sanitario), sin ánimo de hacer publicidad del fabricante; y (2) el enlace al debate referido arriba. 

1
Ropa en el ámbito sanitario

2

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Enlaces relacionados
Diccionario textil
Un médico con su bata blanca y un cirujano con su uniforme verde (o azul). En algunos departamentos de obstetricia y ginecología, los uniformes sanitarios son de colores comprendidos entre la gama cromática del rojo y del rosa.
Los colores más usados en Sanidad son el blanco, el azul y el verde. El blanco es símbolo de pureza, limpieza e higiene. El azul es sinónimo de tranquilidad y relax. El verde, color por excelencia de los cirujanos para entrar en quirófano, transmite serenidad y relajación.

ANEXO: AFORISMOS SOBRE EL VESTIR (Vestimenta)
  • El bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo se disfraza y el elegante se viste. (Balzac)*
  • Aumenta la soberbia el buen vestido. (Tirso de Molina)
  • El hábito no hace al monje. (Frase proverbial)
  • Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. (Refrán)
  • Calza como vistes, y viste como calzas. (Refrán)
  • En el andar y en el vestir serás conocido entre mil. (Refrán)** 
  • Los vestidos se realizan con adornos.***
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*Opuestos a la elegancia: ordinariez, fatuidad y cursilería. 
**Bien vestido: arreglado, elegante, estiloso, dandi, figurín... 
Mal vestido: desarreglado, desastrado, andrajoso, harapiento, zarrapastroso...
***adorno en vestido: alamar, fleco, cairel...
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Elegancia (Estilo, distinción, refinamiento, gracia, gusto, delicadeza, galanura)*
  • La elegancia es el único rasgo de belleza que nunca se desvanece. (Audrey Hepburn)
  • La elegancia es cuestión de esqueleto. (Pitigrilli)
  • La elegancia no consiste en llamar la atención, sino en ser recordada. (Phoebe Philo)
  • La elegancia no está sólo en la forma de vestir, en el buen gusto, sino también en la forma de mostrarnos y comportarnos.
  • Mejor vestimenta añeja elegante que moderna hortera.**
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*También es clase, señorío o tronío.
**Adjetivo ‘añeja’ mejor que ‘vintage’.
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  • La moda es gusto colectivo y cambiante.
  • Todo lo que es moda pasa de moda.(Coco Chanel)
  • La moda es la manada; lo interesante es hacer lo que a uno le da la gana. (Luis Buñuel)