miércoles, 2 de junio de 2010

Diálogos político-sanitarios (6): Copago sanitario


Diálogo entre el Dr. Abré, médico de familia, y la señora Igualina, defensora del paciente:

Dr. Abré.- Es posible que el copago sea necesario para mantener nuestro sistema sanitario. Bien aplicado, claro, para evitar injusticias sociales.

Sra. Igualina.- No estoy de acuerdo. La sanidad debe ser gratuita y estar libre de tasas.

Dr. Abré.- Piense, señora Igualina, que en casi toda Europa se aplica, incluso en países tradicionalmente preocupados por el bienestar social. Y usted sabe que nada es gratis.

Sra. Igualina.- Bueno, pero tienen una cultura diferente a la nuestra.

Dr. Abré.- Puede que Alemania, Holanda o Suecia. Pero Portugal tiene costumbres parecidas a las nuestras y también lo aplica.

Sra. Igualina.- No lo veo claro, doctor Abré… ¿Qué sería de los enfermos crónicos y de nuestros mayores si tuviesen que pagar por los medicamentos?

Dr. Abré.- No se verían perjudicados si la medicación imprescindible conlleva un aporte mínimo o está exenta de contribución.

Sra. Igualina.- Habla usted de un mínimo, o sea de un porcentaje.

Dr. Abré.- Me refiero a la aportación reducida por medicamentos esenciales, que tienen un “punto negro”. Además, como contraprestación se podría amplia la cartera de servicios.

Sra. Igualina.- No entiendo.

Dr. Abré.- Por ejemplo, se podría incluir la atención bucodental integral, que ahora hay que pagarla del propio bolsillo y sin posibilidad de desgravación. Y las lentes correctoras.

Sra. Igualina.- No había reparado en ello. Visto así… (Silencio reflexivo.) ¡Nada de eso!, yo soy la defensora del paciente y no puedo dejarme llevar por teorías capitalistas.

El copago sanitario (tasa moderadora o ticket moderador) ya ha sido asumido por otros países europeos. En el vecino Portugal existen tasas (taxas) por atención, anunciadas en la puerta de entrada a los centros sanitarios. Y aquí permanece como controvertida opción, puesta encima de la mesa de la Sanidad hispana en varias ocasiones. El lejano “Informe Abril” (1991) ya incluía, con matices, la propuesta de copago entre sus 64 recomendaciones sanitarias. Fue desestimado en su momento y ahora, en plena crisis, vuelve a plantearse el copago con la intención de frenar el déficit (¿frenando la demanda?). Su aprobación debería conllevar, en justicia, un aumento en las cuantías de las pensiones. El debate está servido.

5 comentarios:

  1. Como está de moda, en los más diversos medios de comunicación, votar por la opción preferida: mi voto para el Dr. Abré.
    Soy partidario absoluto del "copago". Mi único temor es que, quienes tienen que regularlo, sepan hacerlo correctamente.

    Por cierto, la imagen de la cabecera no podía ser más adecuada, en los tiempos que corren, con el caduceo de Hermes en vez del bastón de Esculapio.

    Acertado, como siempre, amigo José Manuel.
    ¡Un abrazo!

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  2. Desde luego, querido Francisco, en estos tiempos se busca más el beneficio comercial que la satisfacción de curar. Un abrazo.

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  3. No creo que Don Mariano Depende tarde más de seis meses en implantarlo (¿o se dice implementarlo?)

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  4. Jose Manuel , como siempre dando en la diana y en temas por desgracia siempre de actualidad :
    No nos engañemos : el "copago" es la palabra maldita estigmatizada por los politicos y del estilo de fascismo, etc.. es ya casi el unico mantra que les qu8eda para la manipulacion de las masas en las campañas electorales
    Y es que la barra-libre sanitaria da mucho juego para asegurarse pensiones vitalicias de los politicos y seguir viviendo a cuerpo de rey sin trabajar

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  5. Es cierto que los politicos no tiene que pagar las medicinas.
    Este (espero que sea) rumor esta en internet

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