En época de ajustes y de apretarse el cinturón los currantes de a pie, es momento de rechazar los privilegios de los integrantes de nuestra tristemente denominada “casta política”. Se han levantado oportunamente las voces del Movimiento de indignados 15-M. Y en el propio Parlamento hispano se ha planteado la retirada de las pensiones elitistas de los políticos, que dan sobradas muestras de defender únicamente sus propios intereses.
He tenido conocimiento de la intervención de una parlamentaria y aspirante a la presidencia en las próximas elecciones sobre la que no me manifiesto, prefiriendo que hable la voz de quien me puso al tanto a través del correo electrónico: “Creo que es la primera vez que coincido con planteamientos políticos de esta señora, pero en esto entiendo que tiene razones para parar más de un tren…”.
Quizás no pare la descomposición de los gobernantes, pero la falta de respuesta aumenta la indignación de los gobernados.
25/01/11 Petición UPyD para modificar privilegios pensiones parlamentarias
Hola José Manuel:
ResponderEliminarEstá claro que no será oída. Son muchos los privilegios de nuestros gobernantes como para que acepten perderlos y equipararse al resto de los españoles.
¡Si por lo menos hicieran su trabajo bien!. Pero ni eso. Ellos son los que nos han traído a esta situación y ahora los que se quieren erigir en salvadores, después de haber manifestado su incompetencia sobradamente.
Saludos.
Como bien dices, amigo Antonio, nuestros gobernantes hacen oídos sordos, no quieren escuchar lo que no les conviene. Así es imposible que hagan su trabajo bien, porque su teórica misión es de servicio; bueno, la verdad es que lo hacen bien para sí mismos. Hay excepciones, pero se hunden el el ancho mar del político privilegio.
ResponderEliminarSaludos y gracias por tu comentario.
Durante años con mi esposa éramos espectadores del circo del parlamento español, viendo las jocosas trastabilladas entre el PSOE y el PP, y cuando vimos el movimiento de los indignados y la cobarde agresión de la que fueron objetos en Barcelona, ya nunca más veremos el drama político español con los mismos ojos.
ResponderEliminarTantas veces elaboramos concepciones engañosas, amigo Tony. Particularmente sobre lo distante, aunque nos parezca próximo en lo afectivo. El drama político se puede ver también como una comedia y el parlamento como un circo (respetando a los auténticos payasos).
ResponderEliminarSaludos cordiales.