Afrontar una enfermedad o negarla marca la diferencia
entre una persona valiente y otra cobarde.
La dignidad con la que algunos pacientes llevan una enfermedad grave e incurable me hace empequeñecer. #admirablespacientes
— José Manuel Brea (@xoselbrea) octubre 5, 2013
Admiro la valentía de los pacientes con enfermedades raras, que nunca dan por perdida su batalla. #admirablespacientes
— José Manuel Brea (@xoselbrea) noviembre 27, 2013
Sing - Carpenters
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Ejemplo de admirable paciente
Sobre un admirable paciente escribe Juan F. Jiménez Borreguero en su blog ‘‘Humanismo médico vs burocracia’’: Reflexiones de un enfermo en torno al dolor y la enfermedad.
José Luis Martín Descalzo* vivió sus últimos años la experiencia intensa del dolor, con una enfermedad cardiaca y renal que le mantuvo atado a la diálisis, pero ello no le hizo perder la esperanza, ni la alegría de vivir y servir.
*(1930-1991) Sacerdote, periodista y escritor.
Estos pacientes nos ayudan tanto a relativizar algunos de los que creemos problemas de la vida ..., nos ayudan a priorizar lo que de verdad importa , y lo hacen desde la humildad. ¡ Son grandes de espíritu, y nosotros tenemos la suerte de ser sus médicos, de poder acompañarlos en muchos momentos de sus extraordinarias vidas!
ResponderEliminarAsí también lo creo yo, Antonio. Todos sabemos de casos ejemplares, pero particularmente tengo en mente dos paradigmáticos. Una enferma terminal, oncológica, que, siempre sonriente, daba gracias por mantenerse viva (previamente sometida a diálisis por insuficiencia renal, también se conformaba porque le podían eliminar las toxinas). Y otra mujer a la que ya hice referencia al hablar de enfermedades raras:
Eliminarhttp://medymel.blogspot.com.es/2009/10/enfermedades-raras.html