[Microrrelato]
De niño me gustaba jugar a policías y ladrones. Mi sueño entonces era ser policía, pero acabé siendo ladrón. El de Andrés, mi mejor amigo de juegos infantiles, era ser arquitecto y al final se convirtió en abogado.
–El futuro es incierto, Jacinto –solía decirme. Y ayer mismo me lo repitió.
–Dímelo a mí –le respondí–; tenía un plan perfecto y se torció.
Me detuvieron con las manos en la masa; perdí el botín y el juez decretó el decomiso de mis escasos bienes. Andrés se encargó de mi defensa, como otras veces. Y tuve el testimonio de mi casera: "Créalo, señoría. Jacinto roba por necesidad, no por diversión". Pero el juez no se convenció y decretó mi prisión. Y mi buen abogado y amigo, abrazándome lloroso, me dijo resignado: "¡Ojalá tú fueras policía y yo fuese arquitecto! No habríamos de sufrir juntos este amargo trance".
[2015, feb.]
A veces el destino se torna burlesco o nos brinda pocas luces...
Thick as a Brick ("De pocas luces") - Jethro Tull
No hay comentarios:
Publicar un comentario