lunes, 10 de agosto de 2020

Agenda médica aberrante


La necedad es la madre de todos los males. Cicerón

Una agenda médica con más de 25 citas (10 minutos/paciente) es inhumana. Va contra la ética médica, implica riesgo para la seguridad del paciente y frustra toda expectativa profesional. Y sin embargo es habitual ver agendas en el primer nivel asistencial (atención primaria) de nuestro sistema sanitario de 40, 50, 60... citas, incluyendo "citas forzadas" (casi nunca urgencias reales) y asignaciones de usuarios de otros cupos cuyos titulares, por diferentes motivos, están ausentes.

No son agendas, sino aberraciones en la asignación de usuarios que quiebran todo derecho de salud laboral y ponen en jaque la salud de los verdaderos pacientes. No, estas agendas condensadas, en las que el tiempo para la atención a cada individuo es mínimo, se permitían antes de la epidemia coronavírica y se permiten durante la misma, porque los gestores sanitarios no están para regular la atención, dando a entender que no les importa la calidad en salud ni la seguridad del paciente.

Parte de una "agenda médica" aberrante"
[En algunas agendas diseñadas para 25 pacientes
se han llegado a asignar más de 100]

Reparemos en que una agenda supone una programación (agendar = programar), y la  agenda médica (¡impuesta!) dispone de determinados «huecos», cada uno de ellos para un paciente/usuario, que vendrá con un problema o varios. Si se sobrepasa, su esencia de programación se convierte en chapucera improvisación y, sobre todo, en un factor de riesgo para la seguridad del paciente. En una agenda de 35 usuarios no deben entrar 70. ¡No puede ser! Debería haber un límite máximo de pacientes asignados por día para garantizar un mínimo de calidad asistencial

No tenemos una agenda médica, porque no hay programación,
sino improvisación (citas forzadas = 'barra libre').

Desgraciadamente: El médico 'indefenso' ante la avalancha de pacientes: no hay límite legal. Una aberrante realidad de la atención primaria que debería salir en algún medio de comunicación, pero no sale en ninguno. La agenda ya hace mucho tiempo que no tiene sentido, porque no se respetan las isocronas (otro absurdo por otra parte, pues cada paciente requiere su tiempo). Ante este disparate agendil, casi sería mejor volver a dar número, como en los ambulatorios de antaño.

Y ante el atropello de la agenda aberrante, caben actuaciones legítimas: 
  • Sindicato: defensa de abuso laboral. 
  • Colegio Médico: defensa de abuso profesional. 
  • Juzgado: defensa de dignidad humana. 
  • Damnificado: retirada en defensa de propia salud.

RECAPITULACIÓN

Tanto hemos reflexionado aquí sobre la problemática en torno a una agenda médica de diseño rígido y en la práctica no respetada en sus tramos establecidos (para consultas, renovación de recetas y trámites burocráticos), que ya nos hemos cansado de hablar de ella y de hacer propuestas para mejorarla, para conseguir la ansiada agenda médica racional o de calidad. Porque de nada ha servido. Aquel cuento lejano de la autogestión de la agenda ya ha quedado en el olvido. Así que creo que seguiremos sufriendo eternamente una agenda médica aberrante, para perjuicio de los pacientes e insatisfacción de los sanitarios. 

Demasiada estupidez para seguir tolerándola...

Stupidity – Solomon Burke
***
Medicina de cantidad vs. medicina de calidad.

Las salas de espera de los centros de salud abarrotadas
a veces parecen una feria de ganado.

Entradas relacionadas

Las citas sin límite = fracaso de la atención primaria.

Enlace relacionado
La demanda y la agenda de calidad, por Ángel Ruiz Téllez*

*ALGUNAS CLAVES
1. La Agenda de Calidad es el efecto o la causa, según se mire, de una organización excelente y, también de una parte del éxito de nuestra tarea sanitaria, cuya única finalidad, recordemos, es la de RESOLVER el mayor número de PROBLEMAS SANITARIOS en las horas de consulta contratadas. 
2. La excelencia clínica (Protocolo) no está reñida con la excelencia organizativa. Un protocolo dice lo que hay que hacer para ser eficaz, pero el sentido común nos dirá COMO hemos de organizarlo para ser eficientes. No es problema de huecos, es un problema de la organización de las agendas, y las agendas rígidas impedirán el Acortamiento de las Fases del Episodio del paciente. 
3. Cuanto mejor es la organización (Agenda de Calidad) y mejor es la eficacia (protocolos, calidad en la Hª clínica) más pacientes distintos y por tanto más necesidades de salud se atienden, por cada 100 visitas. Y por contra, cuanto peor es la organización y la calidad científico-técnica,  menos pacientes y necesidades de salud se atienden por cada 100 visitas, y paradójicamente con más costo. 
4. 1er Límite: LA TENDENCIA INERCIAL DEL COMPORTAMIENTO Y TRATAMIENTO DE LA DEMANDA. Sabemos que la relación 20 -80 es la regla y que el objetivo es romper esa tendencia, por la necesidad de hacer más accesible el sistema sanitario a las otras necesidades existentes de la población. La primera solución es la desburocratizacón de las consultas sanitarias... 
5. 2º Límite: LOS TEMORES. A) el temor a la pérdida de poder o de control de la agenda; B) el temor a poder ser controlado más de cerca; C) el temor a las dificultades de su puesta en marcha; D) el temor a “abrir” la cita al tiempo real de consulta y E) el temor a abrir la “caja de los ruidos de la relación personal “sobre aspectos que chirrían o chirriaron y sobre los que se echó un tupido velo para dejar de verlos, aunque siguieran estando sin resolver.  
–No ha de centrarse la comunicación en las “temidas” salas de reuniones, donde habitualmente se recuerdan malas experiencias llenas de solemnidad y tensión. La aplicación de sencillas y productivas técnicas de reunión y decisión en los grupos es de vital importancia para la conclusión sin traumas de las tomas de decisión. 
9. 3er límite: LOS CONCEPTOS: 1. El concepto Programada-Demanda; 2. El concepto Urgente-Urgencias; 3. La organización de la CITA, responsabilidad de la Dirección o Administración Sanitaria. 
Urgente-Urgencias. Raros son los casos de urgencia graves que acuden a la Atención Primaria. Si los hay, acuden directamente a los centros de urgencia hospitalaria. Sin embargo, se insiste en la restricción de atención SINCITA. ¿Es urgente un cuadro catarral, una diarrea, una receta, un dolor de cabeza...? Urgente ninguno seguramente, pero más o menos necesitados de atención NO urgente y NO especializada también. El asunto que subyace en el fondo es un problema de buena gestión de la agenda, fundamentalmente en lo que se refiere a la oferta de acceso de la población.
Anexo: Encuestas sobre la sobrecarga asistencial
En dos encuestas –mar. 2019– planteamos las medidas a tomar; en la primera encuesta: límite de pacientes diarios, ver enfermos (NO sanos), reformar la atención urgente o plan de ausencias repentinas (por ausencia de personal debido a diferentes motivos); en la segunda: educación sanitaria, regulación de la asistencia, limitación de funciones o copago asistencial. Y estos fueron los resultados.

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