martes, 22 de febrero de 2011

Creación de enfermedades y Espectro de Síndromes de Disregulación


Primeramente, en relación a la polémica cuestión de la creación de enfermedades, reproduzco parte de un texto del periodista Miguel Jara titulado "Una máquina para inventar enfermedades":
Durante los últimos años se ha publicado mucho sobre el fenómeno que los anglosajones denominan disease mongering o tráfico de enfermedades. El concepto de enfermedad está estirándose todo lo posible para abarcar a la mayor cantidad de personas que sean catalogadas como “enfermas”, aunque no lo estén, claro. El objetivo es que todo el mundo esté medicado para algo. Pero hoy no vamos a tratar sobre ninguna de ellas (…) Resulta que el escritor Mike Adams ha desarrollado un invento por el que cualquier persona puede crear su propia enfermedad mental. Con ello trata de poner en evidencia los enormes intereses creados que hay en torno a determinadas enfermedades que no lo son y que sólo existen como excusa para vender más fármacos. Adams ha denominado a su invento La máquina de crear enfermedades. (…)
Adams denuncia que la psiquiatría en buena medida hace tiempo que perdió el rumbo y se ha convertido en parte del marketing de las farmacéuticas. Lo cierto es que multitud de especialistas han cuestionado durante los último años “enfermedades” como la Fobia social, con la que se diagnostica a personas a las que les cuesta hablar en público; el Síndrome de las Piernas Inquietas, ciertos problemas nerviosos de origen desconocido reconceptualizados como “enfermedad” por determinado laboratorio interesado en vender antidepresivos; o el Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, la inquietud propia de la infancia y pubertad. (…)
Este controvertido tema continúa en el candelero y seguramente dará mucho que hablar en el futuro, no sólo porque el mundo seguirá moviéndose por intereses (el de la medicalización de la vida es uno de ellos), sino también por la complejidad del llamado Espectro de Síndromes de Disregulación (Dysregulation Spectrum Syndrome), entre los que se incluyen:
  • fibromialgia
  • síndrome de fatiga crónica (‘surmenage’)
  • colon irritable
  • vejiga irritable
  • migraña
  • síndrome de piernas inquietas
  • dismenorrea primaria
  • alteración de la articulación temporomandibular
Todos estos síndromes tienen en común una alta asociación con el estrés, físico o psíquico, el cual produce una alteración de la neurohormonorregulación y de los mediadores hormonales; un ejemplo es la disminución de los niveles de serotonina que provoca alteraciones del sueño, en concreto insomnio (interesante artículo relacionado: “Controversias en fibromialgia”). El hecho de que se tilden algunos síndromes de “enfermedades inventadas” no significa que los pacientes no aquejen síntomas, no niega el sufrimiento de quienes los padecen, aunque se pueda cuestionar la interpretación correcta de muchos cuadros clínicos difíciles de etiquetar ciñéndonos a criterios diagnósticos y al no existir pruebas determinantes. Ahora disponemos de mayor información a nuestro alcance, de muchísima información; lo difícil es utilizarla e interpretarla correctamente y eludir la manipulación. Hay que saber dónde comienza la ciencia y dónde acaba...

Las ciencias adelantan: don Hilarión (La verbena de la Paloma, Tomás Bretón)

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