Algeciras, 21 de
diciembre de 1947 - Cancún, 26 de febrero de 2014
Ha fallecido en la ciudad de Cancún, México, el gran
guitarrista flamenco Francisco Sánchez Gómez, más conocido como Paco de Lucía, natural de Algeciras.
Fue uno de los últimos renovadores y dinamizadores del flamenco, junto al
cantaor Camarón de la Isla, otro gigante de este género también fallecido. Siempre inquieto en agrandar el
lenguaje de la guitarra, se mostró abierto a otros estilos musicales, especialmente al
jazz.
“El Instituto
Nacional para la Salud y Cuidado de Excelencia, proporciona una guía
nacional y consejos para mejorar la salud y la atención social. Desarrolla
guías, normas y la información sobre la salud de alta calidad y la atención
social. También asesora sobre las formas de promover la vida sana y prevenir la
mala salud.”
Esta es la introducción en The National Institute for Health and Care Excellence (NICE), del National
Health Service (NHS), cuyo acrónimo coincide con la palabra bonito o atractivo. Bien quisiera yo una referencia semejante al NICE, un
organismo sanitario orientador que velase por la calidad, por la excelencia en
los cuidados de salud, cuyo propósito se centra en:
ayudar a los profesionales a ofrecer la mejor
atención posible
dar a las personas los tratamientos más eficaces
basados en la evidencia más reciente
procurar la eficiencia
reducir las desigualdades y la variación
Sí, me gustaría que tuviésemos aquí algo tan bonito como el
NICE...
La Bella Durmiente: "Panorama"- Peter I. Tchaikovsky
Una noticia de prensa recoge la
alerta de carencia de puertas de emergencia en centros de salud. Un hecho ya comunicado hace años, como
otros concernientes a la seguridad, sin que haya recibido una respuesta
favorable, como suele ser habitual. Es como si te dijeran: “¡Tranquilos, que no
pasa nada!”. Ahora se reitera la notificación de tan grave deficiencia tras un
foco de fuego en uno de ellos. Y la
respuesta de los responsables de la seguridad del centro, de los usuarios y los
profesionales (en este caso más de éstos, porque pasan la jornada laboral
dentro de la edificación), parece limitarse a que “cumplen con la legalidad
exigida”. En definitiva, es de esperar que todo siga igual, hasta que se produzca una
desgracia y lleguen los clamores. Entonces,
sólo entonces, se lamentará el infortunio y se tomarán las oportunas medidas por
la vía de urgencia. Pero con seguridad que nadie, absolutamente nadie, entonará el mea culpa. Porque
aquí el que manda parece estar impune ante toda negligencia o error, por grave
que sea.
Centro de Salud y PAC Calle Bolivia, Vigo
Del centro que funciona como PAC
(Punto de Atención Continuada), antes “Servicio Especial de Urgencias”, que
provoca un manifiesto rechazo de los usuarios por ser totalmente obsoleto (y dejando la estética a un lado, que también tiene delito), ya
se comunicaron los siguientes problemas:
1) Deficiencias estructurales:
Carencia del necesario espacio.
Insuficiente luminosidad.
Escasísima aireación.*
Ofrece pocas facilidades para la adecuada
limpieza.*
*La ventilación es muy importante para prevenir la propagación de infecciones respiratorias, como la limpieza (y desinfección) para evitar contagios.
2) Problemas de seguridad e higiene:
Carencia de salida de emergencia, con el agravante de que
los únicos ventanucos de los dormitorios
tienen rejas.
Hacinamiento de pacientes, debido a la limitación de
espacio.
Insuficientes dispositivos antiincendio.
Inexistencia de servicio de protección personal o guardias
de seguridad.
Desde luego, la normativa es
confusa (en el ámbito sanitario como en otros) y se halla muy dispersa, no sé si
interesadamente, pero a buen seguro que las normas básicas de seguridad de
edificios públicos no se cumplen. Por ello estos centros de salud tendrían que estar cerrados,
por el riesgo que corren quienes los utilizan. Pero no hay manera… Seguimos
inmersos en la improvisación y la chapuza.
Por cierto, no encuentro un apropiado vídeo ilustrativo sobre la seguridad en edificios públicos, ni una canción relacionada con el tema. Aunque estoy seguro de que me disculparán por esta carencia. Y para compensar, una canción...
Me siento seguro– Mocedades
***
La seguridad de las personas implica protección de su salud.
Real Decreto 2816/1982: Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas
Real Decreto 393/2007: Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia
La obligación de los poderes públicos de garantizar el derecho a la vida y a la integridad física, como el más importante de todos los derechos fundamentales...
Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana [post.]
Otras normativas: autonómicas, provinciales, municipales.
En cualquier caso, hay regulaciones de diferentes aspectos: espacios, protección frente a inundaciones e incendios, salidas de emergencia...
El pasado día 15 de febrero mi madre tuvo una caída casual y sufrió una fractura de fémur. Se le derivó a urgencias donde, tras ser valorada, le dijeron que había que operarla cuando hubiera un hueco. Fue trasladada a una “sala de observación”. Una sala mixta de 20 camas, es decir, hombres y mujeres en una estancia donde no existían divisiones entre camas, ni unas tristes cortinas. Pacientes aislados por gripe A con pacientes de traumatología. Tras 48 horas en urgencias mi madre seguía esperando cama, y finalmente la operaron, eso sí la llevaron al quirófano desde “la plaza de toros” nombre que los usuarios han puesto a esta sala.
Es denigrante como familiar y como profesional de la salud que soy (enfermera con 19 años de experiencia), que derechos tan básicos del paciente como el de la “intimidad” se menosprecien de esta manera. Es una vergüenza y un despropósito cuando además hay un montón de camas cerradas. ¡Para que luego nos vengan a decir que los recortes no afectan a la calidad!
Este escrito pone de manifiesto deficiencias en la calidad estructural, pero que no son sólo de ahora, sino que vienen de largo. Se pueden leer en este blog algunas pinceladas al respecto de la calidad en materia sanitaria, entrando en la pestaña "Calidad en salud". Ya hemos visto aquí la importancia que tiene el ambiente o el medio en la relación médico-paciente, la relevancia de las consultas y de las salas de espera, señalando la conveniencia de que éstas estén compartimentadas y aquellas insonorizadas; y nos hemos referido a las diferencias en los centros de salud, en particular por su adecuada o inadecuada estructura material. Respecto al hospital hemos de hacer la misma valoración. Pues en situaciones como la expuesta, de gente hacinada como ganado, queda claro que no se dan las condiciones estructurales requeridas para una buena calidad en salud. Y como esta situación en particular está relacionada con la gestión sanitaria, cabe deducir que la misma tampoco es la deseable, de modo que procede revisar las actuaciones gestoras y aplicar las oportunas medidas correctoras, los cambios necesarios que exige el ciclo de calidad. Porque los pacientes tienen derecho a espacios sanitarios dignos, que sean agradables y que preserven su intimidad. Una cuestión casi nunca valorada en este país, poco dado al cuidado de los ambientes.
Plan de alta frecuentación en urgencias hospitalarias
El buen médico trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad. William Osler
La mejor muestra de que un facultativo merece el apelativo de buen médico –lo que significa que posee tanto la competencia técnica como la voluntad de ayudar– reside en el hecho de que todos sus pacientes, de un modo u otro, resulten ser también buenos pacientes.
Los actos médicos han
de cumplir siempre dos condiciones básicas que son la corrección y la bondad.
Un acto es incorrecto cuando no está técnicamente bien realizado. Si un médico
no sabe utilizar en forma adecuada los procedimientos diagnósticos o
terapéuticos, decimos que los usa “incorrectamente”. La incorrección implica
siempre falta de suficiencia técnica. Por eso al médico que practica su arte de
modo incorrecto se le califica de “mal médico”.
Hay malos médicos, como hay también malos carpinteros, malos conductores de
automóviles o malos pintores. Sin embargo, hay que saber establecer la
diferencia entre los malos médicos y los “médicos malos”. Los malos médicos no
siempre se identifican con los médicos malos.
Mal médico es el que
posee una capacidad técnica insuficiente o incorrecta, en tanto que el médico
malo es aquel que la utiliza mal porque es moralmente malo.
Un buen médico puede ser, a su vez, un médico malo, dado que
la suficiente técnica no implica necesariamente la bondad moral, por lo que al
médico se le deben exigir ambas características. Por ello desde los tiempos de
la antigüedad romana se viene definiendo al médico como vir bonus medendi peritus, es decir hombre bueno, perito en el arte
de curar. La pericia en el arte de curar
define la “corrección técnica” del ejercicio médico y convierte a quien lo realiza
en “buen médico”; la bondad humana, por su parte, define la “bondad moral” del
profesional y hace de él un “médico bueno”. Son dos factores imprescindibles
que se reclaman mutuamente: la falta de uno de ellos resulta incompatible con
el ejercicio adecuado de la profesión.
No todas las actividades humanas exigen de quien las
practica tanta elevación moral como la medicina. Ello se debe a que los médicos
trabajan con lo más preciado que tienen los seres humanos, su vida y su salud.
De ahí la importancia que la ética profesional ha tenido siempre en medicina,
al menos desde los orígenes de la tradición médica en tiempo de los
hipocráticos. De hecho la ética del Juramento Hipocrático, no ha sido solo el
santo y seña de la moral médica durante 25 siglos, sino también el canon y guía
de todas las demás éticas profesionales.
Las profesiones se diferencian de los oficios en que en
estos últimos basta el control jurídico, es decir, la penalización a posteriori
de las faltas o los delitos. En la profesión médica por el contrario es preciso
un estricto control previo, a priori, precisamente porque lo que está en juego es
un valor tan fundamental como la vida humana. Y este control previo no puede
ser más que ético. Por eso la ética nunca puede ser considerada por el médico
como algo externo a su actividad profesional, sino como un elemento intrínseco
y constitutivo suyo.
Por eso: Sólo el
médico bueno puede ser un gran médico.
“Es un buen médico, sabe su oficio”,
Secuencia de Un día en las carreras - Los Hermanos Marx
[Vídeo post. por eliminación del previo]
***
Nota sobre el buen médico (y el médico bueno)
Refiriéndose al maestro Marañón, el doctor Juan F. Jiménez Borreguero nos habla en su blog ‘‘Humanismo médico vs burocracia’’ de los Siete principios para ser un gran médico, resumidos en siete preceptos: 1. generosidad, 2. moralidad, 3. dignidad, 4. compañerismo, 5. entusiasmo, 6. humanidad y 7. creatividad.
Nota sobre el médico malo
Por supuesto, no hemos de identificar a los médicos malos con los “médicos malvados”, de los que la historia nos da tristes muestras. Basten los ejemplos recientes de Josef Mengele (“Ángel de la Muerte”) y Harold Shipman (“Doctor Muerte”), dos médicos asesinos. Para no olvidar... y para el olvido.
A los médicos sabios, prudentes y discretos los pondré sobre mi cabeza y los honraré como a personas divinas. (Cervantes)
Los mejores médicos del mundo son: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría. (Jonathan Swift)
El mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas. (Benjamin Franklin)
El médico que sólo medicina sabe, mi medicina sabe. (José de Letamendi)
—Dichos desfavorables
Médicos son aquellas personas que recetan medicinas, de lo que saben poco, para curar enfermedades que no conocen, en personas de las cuales no saben nada. (Voltaire)
Ni médico mozo, ni barbero viejo. (Refrán)
Lo que el médico yerra, encúbrelo la tierra. (Refrán)
Un médico cura, dos dudan y tres muerte segura. (Refrán)
Cuantos más abogados, más largo el proceso. Cuantos más médicos, más corto el proceso. (Moritz Gottlieb Saphir)
Cuando un médico va detrás del féretro de su paciente, a veces la causa sigue al efecto. (Robert Koch)
La capoeira
es un arte marcial brasileño de origen africano que combina baile, música,
acrobacias y expresión corporal. Suele ser acompañado con música de berimbau y
percusión. La capoeira se practica en rodas, luchas amistosas sin contacto en
las que los capoeristas forman un círculo y dos de ellos muestran la maña
("mandinga"), mientras el resto espera su turno.
El berimbau o berimbao es un instrumento de cuerda (cordófono -ver Instrumentos musicales) de origen angolano, hecho de un palo (verga) de madera flexible y un alambre (arame), junto a una calabaza (cabasa) que hace de caja de resonancia, una baqueta de hierro para golpear la cuerda con la mano derecha, un doblón (dobrão), con el que se presiona con la mano izquierda la cuerda para modular
diferentes sonidos y un caxixi (cesto de mimbre de forma acampanada), que se llena semillas secas para
hacerlo sonar.
Veamos en acción a los capoeristas y a un tañedor del berimbau...
vs. intranquilidad, inquietud, preocupación, lucha, agitación, desasosiego...
En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma.
Marco Aurelio
En el prólogo del libro Estrategias para vivir mejor, del psicólogo Miguel Silveira, se puede leer: «lo primero que debemos aprender es a parar la prisa». Lo mismo que se aconseja en el escaparate de la foto: ¡VIVA MÁS DESPACIO! Es una recomendación que poco se sigue en esta larga época o era -entre dos milenios- de la ansiedad, que el mismo autor equipara a estrés.
Los médicos de familia comprobamos todos los días esta forma acelerada de vivir, que a nosotros mismos nos afecta (no sólo en las sobrecargadas consultas). Todo se quiere resolver o alcanzar ya, ahorita mismo, sin demora. La paciencia parece haberse volatilizado. El sosiego se hace inalcanzable. El estado de paz y armonía es quimérico... Entonces, la tranquilización –por la que aboga el doctor Lizardo Cruzado, nuestro psiquiatra de cabecera– se convierte en el objetivo prioritario.
La lucha contra el agobio es una necesidad, porque esta molesta sensación es fuente de sufrimiento. La palabra clave es CALMA. Y la forma de conseguirla es cuestión de estrategias -viejas y nuevas- que nos conduzcan al autocontrol y, con ello, a la paz mental o espiritual, al bendito SOSIEGO. También de sentido común que ponga freno a la desesperación. Ya me aconsejaba mi abuela no hacer dos cosas a la vez.
La calma nos puede conducir a la paz interior. El estoicismo (filosofía) buscaba la tranquilidad, la serenidad de espíritu. Una búsqueda de Occidente y, desde luego, de Oriente. Atención a este proverbio oriental:
Si pierdes dinero, no has perdido nada. Si pierdes la salud, perderás algo. Pero si pierdes la paz interior, entonces… lo habrás perdido todo.
No es fácil aplicarse el cuento, y menos en los tiempos que corren, pero tampoco imposible. Intente conseguir que el cerebro mande sobre las emociones. Evitará males del cuerpo y del alma. No corra continuamente, tómese el suficiente respiro, airee libremente su interior y acabe con el miedo. Y una última recomendación del referido libro: «No vaya a los médicos si le han dicho ya que no tiene nada. Basta de gastar energías inútilmente. Viva la vida». En definitiva, viva en la calma, sosegado, relajado, sereno, tranquilo, plácido, reposado, sin que lo aceleren las preocupaciones, sin inquietantes obsesiones, sin ansiedad, sin pernicioso estrés... sin prisas. ¡Viva más despacio!
Sinfonía nº
2 "The Age of Anxiety" (La edad de la ansiedad)
Sí, la tranquilidad es una cosa buena, pero de la misma familia que el tedio. (Voltaire)
Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros. (Confucio)
No hay tranquilidad sin buena conciencia. (Séneca)
En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible como en la intimidad de una conciencia tranquila. (Marco Aurelio)
La vejez conduce a una tranquilidad indiferente que asegura la paz interior y exterior. (Anatole France)
El hombre que desee estar tranquilo ha de ser sordo, ciego y mudo. (Prov. turco)
De algún modo, la tranquilidad se relaciona con la paciencia.
Hablamos de dorsalgia
(dolor dorsal), o propiamente dolor de espalda, y de lumbalgia (dolor lumbar).
La personalidad
ansiosa influye en la tolerancia al dolor; las personas nerviosas lo
toleran peor.
El dolor de espalda es causa importante de incapacidad laboral (supone el 20% de bajas laborales)
Las causas…
En más del 90% de los casos, el dolor se produce en
individuos sanos y se debe a un mal funcionamiento de la musculatura. Son casos
“inespecíficos” en los que por un mecanismo neurológico se activan los nervios
que transmiten el dolor, produciendo contractura o sobrecarga muscular (y a
veces compresión de la raíz nerviosa).
Ese mecanismo puede desencadenarse por algunas alteraciones estructurales de la columna
vertebral, en concreto casos de protrusión o hernia discal, o de
estenosis espinal, en los que se comprimen raíces nerviosas; no se ha
demostrado en otras (escoliosis, artrosis vertebral, espondilólisis o espondilolistesis…).
La prevención…
Lo mejor para prevenir estas dolencias es el ejercicio regular, sin descuidar la higiene postural (buenos hábitos
posturales) y la ergonomía (adaptación
entre hombre y máquina).
Antes de realizar cualquier actividad física conviene realizar
un buen calentamiento y estiramientos. [En músicos lo sabe bien nuestra amiga Ana, del Conser de Gijón]
Los principales métodos de diagnóstico son el interrogatorio(“historia clínica”) y la exploración física.
Respecto a pruebas diagnósticas, como pruebas de imagen (radiografía, resonancia magnética) o análisis, sólo tienen sentido si hay sospecha de enfermedad general.
El tratamiento…
Si aparece dolor, evitar reposo en cama (o
reducirlo si es inevitable) y mantener el mayor grado deactividad física,si
el umbral de dolor lo permite; sólo interrumpir actividades que lo desencadenan o agravan.
En más del 95% de pacientes es eficaz un tratamiento
conservador: fármacos(antiinflamatorios, analgésicos, relajantes musculares, capsicina)
y, si son insuficientes, intervención neurorreflejoterápica.
La cirugía(descompresiva, microdiscectomía, artrodesis
lumbar) está indicada si la compresión de la raíz nerviosa es intensa y persiste
durante (mínimo 6 semanas en caso de hernias discales o 6 meses en el caso de
estenosis espinal). El único criterio para cirugía de urgencia (cirugía descompresiva,
en menos de 48-24 horas) es el “síndrome de la cola de caballo”, en el
que se pierde súbitamente la fuerza de las piernas, el control de los esfínteres
(urinario y anal) o la sensibilidad de la zona genital (“anestesia en silla de
montar”).
Los charlatanes son los hombres más discretos: hablan y hablan y no dicen nada.
Adolphe d'Houdetot
El charlatanismo médico es una mala práctica, en la que el charlatán presume de conocer lo que ignora y crea falsas expectativas en sus clientes.
En todas las áreas sanitarias en las que he trabajado,
siempre he sabido de profesionales de la medicina afectados de charlatanismo. Quienes adoptan esta censurable
forma de actuación no tienen más objetivo que la consecución de un beneficio
económico. Su afán de lucro les impide
el deseado comportamiento ético, basado en la honestidad y la transparencia;
por el contrario, sus peligrosas armas terapéuticas son el engaño y la opacidad,
obviando la verdad del conocimiento científico. Sin embargo, los charlatanes procurarán protegerse de algún modo; por ejemplo, no emitiendo informes
comprometedores o prescribiendo fármacos sin indicación de datos del paciente ni
fecha de emisión (ahora, con la receta médica privada individual, se les hace
más complicado). Es decir, actúan evitando dejar cualquier rastro que los pueda
implicar en una mala praxis.
En la actualidad, aún me llegan algunas recetas peculiares (sin
datos del paciente y sin fecha) de uno de estos embaucadores, siempre con prescripción múltiple y, en general,
de escaso o nulo valor terapéutico. Y es que los pacientes incautos
que acuden al charlatán, por recomendación de conocidos o amigos, en busca de
soluciones milagrosas, suelen requerir las recetas públicas oficiales que les aligeren
la carga del gasto que suponen. Sospecho que el charlatán se rodea de un halo de misterio, para atraer a la gente como un encantador de serpientes, y que emplea el poder del
efecto placebo, no de por sí condenable. Pero crea falsas expectativas en los
dolientes y daña incluso el vínculo de confianza con su médico. Corresponde a los colegios médicos controlar estas actuaciones que, no siendo de intrusismo, perjudican seriamente a los profesionales de la
medicina honestos. No hemos de olvidar que la regulación del ejercicio de las profesiones sanitarias es competencia de los respectivos colegios profesionales (de médicos, de farmacéuticos, de enfermería), que han de velar por las buenas prácticas. Los colegios profesionales son los herederos del protomedicato, tribunal o cuerpo técnico creado en el siglo XV, en tiempo de los Reyes Católicos, encargado de reconocer la suficiencia de los aspirantes a médicos y vigilar su ejercicio.
El doctor Carlos A. Grau [v. enlaces relacionados, abajo] diferencia entre charlatán sin diploma (curandero) y charlatán con diploma, éste más
lamentable. Y como dice el doctor Rafael Pacheco [v. ídem], “la figura del
médico charlatán es especialmente rechazable y despreciable”. El mismo galeno
nos recuerda algunas formas de
charlatanismo: publicidad extracientífica, placas anunciadoras de tamaño
desmesurado, ostentación de instrumental e instalaciones, desdén hacia los
compañeros honestos, uso de remedios secretos, institutos de terapias
“milagrosas”. Son formas criticables que, más allá de lo estético, atentan
contra las normas de la bioética médica. No todo ha de valer para ganarse fama
y fortuna. No puede legitimarse la estafa que supone el charlatanismo médico.