martes, 10 de septiembre de 2024

Igor Stravinsky, músico renovador


Igor Stravinski (1882-1971), discípulo de Rimski-Kórsakov, fue un músico renovador y uno de los compositores más influyentes de la música del siglo XX. Además de músico de vanguardia, Stravinsky fue un hombre de sentido práctico y con los pies en tierra, que supo sacar partido de su talento, con un instinto para el negocio. Dejó su Rusia natal y vivió en Francia (París), Suiza y Estados Unidos, adonde se trasladó en 1939; allí se nacionalizó ciudadano y permaneció hasta su muerte, acaecida en Nueva York. Monárquico convencido, odió a los bolcheviques desde el principio. Era creyente y devoto de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Y según testimonios de quienes lo trataron, era cortés, atento y preocupado por los demás.

Y para ampliar la visión stravinskiana, dejamos algunos extractos de diferentes escritos sobre el compositor.

Ruso, neoclásico y dodecafónico son los tres periodos en los que se divide la carrera compositiva de Stravinsky, según los críticos y estudiosos. Las obras que le valieron el reconocimiento mundial fueron compuestas durante aquel primer período ruso. El empresario Serguéi Diáguilev le había encargado una partitura para ser estrenada por su compañía, los Ballets Rusos, en su temporada parisiense. El resultado fue L'oiseau de feu (El pájaro de fuego, 1910) y le siguieron Petrushka (1911), Le sacre du printemps (La consagración de la primavera, 1913) y Las bodas (1914). 

Con el estreno de La consagración de la primavera en 1913, se configura un nueva concepción en el tratamiento psíquico del ritmo.

Igor Stravinsky y su legado rítmico

De la gloria al rechazo hay un paso. Stravinski conoció ambas facetas en su carrera artística: los líderes políticos del régimen comunista lo alabaron y repudiaron por igual. Sin embargo, hizo una aportación inmensa a la cultura rusa y a toda la música del siglo XX. 

Stravinski: la revolución de la música

Aunque Stravinsky dista de ser uno de mis compositores favoritos, no dudo de su importancia (que, en todo caso, considero inferior, en el siglo XX, a la de Bartók o a la de Schoenberg) (...) Las obras que me gustan mucho (los tres ballets juveniles -Pájaro, Petruchka, Consagración-, Concierto para violín, Historia del soldado, Sinfonía de los salmos) me han procurado mucho disfrute, mientas que la escucha de otras se me ha hecho cuesta arriba.

Discografía de Igor Stravinsky

Stravinsky (también escrito Stravinski) no es un compositor para el disfrute de todos los oídos, pero no vamos a discutir su maestría técnica ni sus logros, que forman parte de la historia de la música. Aunque siempre podremos dejarnos animar por sus asombrosos ritmos, porque, como dijo Dionisio de Halicarnaso, «las melodías alegran el oído, pero el ritmo lo anima».

La consagración de la primavera (fragmento)

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