jueves, 21 de enero de 2010

Medicalización de la vida y voces en contra


El médico, con tanto prescribir y prescribir, no hace otra cosa que atender a personas que piden medicamentos y a personas que sufren las consecuencias de esos medicamentos.
(I. Illich)

Concepto de medicalización. 1) Ampliación del ámbito de la medicina a problemas de otros campos del saber (educación, sociología, filosofía, justicia, política, etc.), tales como el fracaso escolar, la soledad, la infelicidad, la pobreza o el desempleo. 2) Consideración de fenómenos normales como patológicos; v. gr. las fases del ciclo reproductivo y vital de la mujer (menstruación, embarazo, parto, menopausia) o la vejez. En suma, la medicalización es la intromisión en ámbitos no médicos y el proceso de conversión de estados normales en cuadros patológicos, pretendiendo darles soluciones médicas. Otra cuestión es medicar en exceso, atiborrar de medicamentos; una negativa consecuencia del desarrollo, atribuible a diferentes causas: presión de la industria farmacéutica, incitación al consumismo a través de los medios, carencia de educación sanitaria, mala gestión sanitaria, insuficiente aptitud e inadecuada actitud profesional. [Léxico médico de la AP]


Son cada vez más los intentos de medicalización de nuestra vida, a través de la publicidad engañosa, directa e indirecta, de los profesionales incautos o tentados y de los poderes públicos, por similares razones. Mediante los departamentos de mercadotecnia de algunas multinacionales de la industria farmacéutica, se hacen emerger artificialmente problemas de salud o incluso llegan a crearse, con el fin de impulsar determinados medicamentos y productos sanitarios con buenas perspectivas financieras, eludiendo toda regla bioética.

Mientras en países que carecen de las mínimas dotaciones asistenciales, como el infortunado Haití, se fijan objetivos elementales de salud pública, en los más pudientes se derrocha lo inimaginable en el afán de construir expectativas sobrehumanas, en nombre de la inalcanzable perfección y la divina inmortalidad, a base del engaño más execrable y en pos del lucro más despreciable, aprovechándose del malestar de una sociedad del bienestar totalmente desvalorizada. La inducción al consumo de fármacos es evidente en la publicidad de los medios.

Menos mal que desde la propia profesión médica también se denuncian cada vez más los intentos falaces y, sorprendentemente, consiguen en ocasiones que los medios –cauce habitual para procurar la medicalización– se hagan eco, como puede verse en este artículo periodístico: Avances médicos e intereses ocultos.

La difícil tarea de comprar un yogur... De sanos a pre-enfermos
Añadimos con posterioridad este simpático vídeo clarificador, protagonizado por el doctor Fernando Fabiani.

2 comentarios:

  1. Sobre este concepto, Xosé, que no es nuevo pero parece estar de moda, resulta interesante lo que podemos encontrar en Aten Primaria 2009;41(12):702–706 (disponible en http://tiny.cc/aSytu ):
    El término medicalización tiene usos variados. Por un lado denota la expansión del ámbito de actuación de la medicina más allá de lo justificado (medicalización de la vida cotidiana). Por otro, el papel desmesurado del medicamento en el acto médico. Lo común a estas situaciones es la utilización innecesaria de intervenciones médicas. Innecesarias por no haber demostrado eficacia, por tener efectividad escasa o dudosa o por no ser coste-efectivas o prioritarias. También, por no ser el ámbito médico el más adecuado para llevarlas a cabo.
    Interesante, siempre, tu blog.
    Gracias.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti, Enrique, por proporcionarme tan valiosa información como la de este artículo(que incluyo en mi archivo) y, sobre todo, por tus estimulantes intervenciones. Un abrazo.

    ResponderEliminar