Reconozco que la danza no es lo mío, pero contemplar a la
bailarina Maya Plissetskaya (Moscú, 20 de noviembre de 1925), un mito de este
arte, no me deja indiferente. Sobre todo
en esa recreación única de “La muerte del cisne” (coreografía inspirada en "El
Cisne", uno de los números de la suite El
Carnaval de los animales de Camille Saint-Saëns), en la que uno se asombra de
cómo se mantiene en las puntas, sin aparente esfuerzo, y de su movimiento de
brazos, pleno de delicadeza y gracia, en
una composición emocionante. Me han pasado este video, lo he disfrutado, y lo
comparto con quienes no lo conozcan para que lo disfruten igualmente. Una “muerte”
plena de vida.
A mi me parece una verdadera maravilla, querido José Manuel. Es un espectáculo sorprendente ver cómo se mueve y dibuja y recrea con el cuerpo líneas y formas delicadas, sinuosas, ondulantes, líquidas...¡los brazos!...Un auténtico placer disfrutar de esta genial bailarina ¡Me ha encantado!
ResponderEliminarMoitos bicos!
Al parecer era único su "port-des-bras", bien puesto de manifiesto en La muerte del cisne, que siempre se vincula con ella.
EliminarDanzantes bicos, querida Lola.
"Impresionante la coordinación motora que llega a desarrollar una bailarina ¿verdad? Con sus movimientos parece un verdadero cisne y el modo de bailar transmite realmente el mensaje del cisne agonizando, es precioso. ¡Vaya desarrollo cerebelar!"
ResponderEliminarEstas palabras las acaba de dejar, a modo de comentario, Carolina Peralta, una colega del otro lado del océano en mi página de facebook (donde he insertado este vídeo señalando su referencia) y me han parecido tan encantadoras y tan interesantes desde un punto de vista médico-artístico que he querido copiarlas aquí.
Un abrazo José Manuel
Me gusta lo del desarrollo cerebeloso; sabido es que el cerebelo es un órgano encargado de la coordinación neuromuscular.
EliminarGracias amigo Franciso por traer el comentario de Carolina, y gracias a ésta por sus encantadoras palabras.