La automedicación de modo responsable no ha de considerarse inadecuada, pero es inconveniente la incontrolada por suponer un riesgo para el profano.
La medicina preventiva es adecuada si se aplica con sensatez, pero puede ser muy dañina al traspasarse los límites de lo razonable.
Los protocolos médicos son beneficiosos si tienen una base clínica y están consensuados, pero son perjudiciales si carecen de soporte científico.
La telemedicina es provechosa cuando se emplea racionalmente o de forma selectiva, pero es desastrosa cuando se usa sistemáticamente.
La consulta médica telefónica es útil cuando resuelve problemas y evita desplazamientos al paciente, pero es nefasta sí se usa para consultarlo todo.
La consulta sin cita o “forzada” no es conveniente, por entrañar perjuicio para a otros que tienen cita, aunque excepcionalmente puede estar justificada.
El talante médico más conveniente sería, en teoría, el moderado o intermedio entre los más extremados del pesimista y del optimista.
So What - Miles Davis
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