HIPOCRÁTICO RETRATO
Era galeno honesto de justas pretensiones,
las de curar a veces y aliviar a menudo,
no olvidando jamás su objetivo más crudo:
ayudar a morir siempre sin distinciones.
las de curar a veces y aliviar a menudo,
no olvidando jamás su objetivo más crudo:
ayudar a morir siempre sin distinciones.
Era médico apto para sanas misiones,
bien formado y prudente –humanista sesudo–.
Mas al ser hombre crítico, que no acepta el embudo,
sollozaba en silencio por sus limitaciones.
Aspirando ese Hipócrates a tomar su destino,
era tal la pasión por la gran disciplina
que asumió la dureza de su largo camino.
Y si no procedía ni una simple aspirina,
prescribía el doctor sus consejos con tino.
¡Buen cirujano y clínico que amó la Medicina!
Beethoven: Sonata "Pathetique" - I. Grave
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