La literatura es material perecedero. Se escribe en un tiempo y solo tiene vigencia durante cierto tiempo. Cada época lee, fundamentalmente, a sus contemporáneos. Las excepciones son pocas. Incluso los llamados clásicos han dejado de ser en buena parte literatura viva para convertirse en documento histórico, material para los estudiosos o lectura obligatoria en el currículum escolar.
Esta reflexión de alguien que hace crítica literaria contradice la recomendación de Italo Calvino, y de tantos otros, de leer a los clásicos. A ella nos referimos en «La necesidad de leer». Y es que mucha literatura moderna, a veces denominada de vanguardia o experimental, nos chirría; da igual que sea prosa o poesía, porque la hallamos demasiado críptica o hermética, sin ritmo o disonante. En fin, nada que no se sepa. Quizá lo más adecuado sea un equilibrio entre buenas lecturas clásicas y modernas, eligiendo aquellas que nos enriquecen y deleitan.
Sobre leer a los contemporáneos (Eduardo Moga)
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No está de más repasar la historia y recordar los movimientos literarios....
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...y los géneros literarios.
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La frase de García Martín es de esas con las uno puede estar a la vez de acuerdo y en desacuerdo, pero, tomado el asunto en términos absolutos, tu extraordinario atículo "La necesidad de leer" termina desmintiéndola, porque nos deja claro que, por encima de todo, lo que importa -y está muy sano- es el hecho de leer, y en esa poderosa corriente están mezclados lo contemporáneo y lo pretérito, sin que esa diferencia marcada por el tiempo posea en el fondo relevancia.
ResponderEliminarSí, lo importante es el hecho de leer, sean escritos del presente o del pasado; por supuesto seleccionando nuestras lecturas, ante la imposibilidad de abarcar todo lo publicado.
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