Soy de los que piensan que nunca es tarde para aprender, sabiendo que poco o nada se sabe. Es interesante recuperar lo que nunca se debió haber olvidado y conocer por primera vez lo que debió haberse aprendido en los inicios; triste la mirada retrospectiva a un tiempo fugaz y desértico: carencia de maestros verdaderos, absurdo plan de estudios, escasez de prácticas... Me contengo y, sin rencores, me entrego con apremio a devorar todo lo que quiero y debo, presentando al espacio mi enardecida sonrisa.
Sobreponiéndome a momentos bajos, procuro que renazca el entusiasmo. Aún me lamento de aquel plan docente –e indecente–, al que se daría continuidad con su deficiencia e irracionalidad; un ejemplo de mala programación: en el primer curso estadística, materia que da apoyo a la salud pública, asignatura impartida en el quinto. No podía dejar huella si despreciaba las humanidades médicas, desatendía las técnicas de comunicación e ignoraba el entorno. Y pese a todo, renace en mí el entusiasmo.
[Sobreponerse al fracaso y actuar con constancia son las claves para mantener el entusiasmo. La parábola del sembrador es muy ilustrativa...]
Allegro vivace, Sinfonía nº 41 de Mozart
***
Entusiasmo. Exaltación del ánimo.
vs.
Escepticismo. Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo.
Bertrand Russell, filósofo y matemático, sentenció:
El entusiasmo es el signo más distintivo de los hombres felices.
Albert Schweitzer, polímata, dijo:
La edad arruga la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma.
Gregorio Marañón, médico y humanista, manifestó:
La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual.
Pearl S. Buck, escritora, vinculó el entusiasmo con la juventud:
El entusiasmo es el pan diario de la juventud. El escepticismo, el vino diario de la vejez.
Y un refrán retrata a los entusiastas iniciales que no perseveran:
Arranque de caballo y parada de burro.
El entusiasmo suele ir unido a la perseverancia, y así lo debió ver Pablo Neruda en su primera y temprana obra: Entusiasmo y perseverancia.
Arturo Graf, poeta y crítico literario, dijo:
La perseverancia es la virtud por la que todas las demás dan su fruto.
Un refrán dice:
Y hay un dicho portugués que define la perseverancia:El que la sigue la consigue.
Água mole em pedra dura, tanto bate até que fura (Agua blanda en piedra dura, tanto golpea hasta que la agujerea).
En fin, entusiasmo y perseverancia, optimismo y alegría... frente a escepticismo.
El escepticismo es la castidad del pensamiento. (George Santayana)
Le envidio el entusiamo, colega, pero más que todo la sinceridad. Bravo por Ud. Me temo que ambos se me han extraviado entre tanto cinismo y uno de estos días los bajaré a buscar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuánto me alegra ese entusiasmo, José-Manuel.
ResponderEliminarAbrazos,
Diego