miércoles, 30 de julio de 2014

Aforismos de Ramón y Cajal


Selección de aforismos de Santiago Ramón y Cajal (1852-1934):

  • Al carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia.
  • Al llegar la muerte, preséntase siempre como algo nuevo, impensado e incomprensible.
  • Apártate progresivamente, sin rupturas violentas, del amigo para quien representas un medio en vez de ser un fin.
  • Conócense infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que tienen talento.
  • Cuando veáis un escritor que se mete con todo el mundo, es que aspira a que todo el mundo se meta con él. No habiendo podido ser admirado anhela ser temido.
  • ¡Cuántos feos he conocido yo cuya fortuna amorosa y hasta económica dependió de una barba artísticamente cuidada o de un mostacho retador!
  • De todas las reacciones posibles ante una injuria, la más hábil y económica es el silencio.
  • El anciano propende a enjuiciar el hoy con el criterio del ayer.
  • El que se toma las cosas a risa es siempre vencido por quien se las toma seriamente.
  • El tiempo, gran destructor de la vida, es también inexorable apagador de los más firmes sentimientos.
  • En la vida del enamorado, los prudentes consejos del viejo suenan como la voz atiplada de un eunuco que disertara sobre las excelencias del celibato.
  • Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un cabello de mujer.
  • La gloria no es otra cosa que un olvido aplazado.
  • La mujer es como la mochila en el combate. Sin ella se lucha con desembarazo: pero, ¿y al acabar?
  • La verdad es un ácido corrosivo que salpica casi siempre al que lo maneja.
  • Lo más triste de la vejez es carecer de mañana.
  • Los libros de la Antigüedad constituyen a mi entender el más sano y delicado manjar de los provectos. La irradiación del pasado nos da cierta ilusión de juventud y optimismo.
Ramón y Cajal, capitán médico en Cuba
por Izquierdo Vives (1874)
  • Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión.
  • No hay cuestiones agotadas, sino hombres agotados en las cuestiones.
  • No me explico este desafecto a España de Cataluña y Vasconia. Si recordaran la Historia y juzgaran imparcialmente a los castellanos, caerían en la cuenta de que su despego carece de fundamento moral, ni cabe explicarlo por móviles utilitarios.
  • No soy adversario, en principio, de la concesión de privilegios regionales, pero a condición de que no rocen en lo más mínimo el sagrado principio de la unidad nacional.
  • O se tienen muchas ideas y pocos amigos, o muchos amigos y pocas ideas.
  • ¿Por qué España, con más recursos naturales que Suiza, no habría de emular sus triunfos industriales, científicos y políticos?
  • Procuremos agradar e instruir; nunca asombrar.
  • Quien desee firmísimamente poseer talento acabará por tenerlo.
  • Si cuando discutes se alegra demasiado la galería, recela que tú o tus impugnadores habéis sacado las cosas de quicio o tratado sin decoro la cuestión.
  • Si yo pudiera retroceder a mis veinticinco años, henchidos de patriotismo exasperado, contestaría sin vacilar: la reconquista manu militan, y cueste lo que cueste. Propondría la máxima de Gracián (contra malicia, milicia).
  • Sólo el médico y él dramaturgo gozan del raro privilegio de cobrar las desazones que nos dan.
  • Transigirnos solamente con el mérito superior cuando, escudado en la humildad, se sitúa deliberadamente a nuestro nivel.

Fuente principal: Las mejores frases célebres

Un tributo musical a Ramón y Cajal
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Obras de pensamiento de Ramón y Cajal

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