viernes, 24 de mayo de 2024

Gonzalo Guerrero, el conquistador rebelde

Estatua a Gonzalo Guerrero y al mestizaje (Wiki)
[Akumal, Quintana Roo, México]


GONZALO GUERRERO, EL CONQUISTADOR REBELDE 

Entre batallas con moros
y descubrimientos míticos,
en Viejo Mundo y en Nuevo,
a caballo entre dos siglos,
vivió un soldado valiente
antes de hacerse marino,
arcabucero en Granada,
cuya conquista fue un hito,
y junto al Gran Capitán
en Italia. Y el destino 
lo llevó a América en tiempos 
de la gran conquista, y quiso 
que un mal día naufragara
su barco en unos bajíos,
en aguas de Yucatán.
Sobrevivir fue un prodigio,
bebiéndose los orines
los pocos que estaban vivos,
y aún menos los que en tierra
se enfrentaron a los indios.
Los no muertos son esclavos
de un cacique, y los cautivos
mueren de extenuación, salvo
Jerónimo y él mismo.
***
Jerónimo de Aguilar
sufrió con heroico ahínco
sus mismas penalidades,
trabajando de continuo,
con alegría forzada
para seguir con los vivos.
Distante de aquella tribu,
fiel a cristianos principios,
impidió que le influyeran
las costumbres de los indios,
y en tentación de mujeres
no cayó, ni en desvaríos.
Él en cambio se admiraba
de aquel mundo tan distinto,
de la cultura ancestral
de un pueblo desconocido
que, en su honda fascinación,
lo veía como amigo.
Ganada la aprobación
de los mayas primitivos,
los instruyó en el combate,
se sometió a duros ritos
y se unió a Zazil Há,
princesa que le dio hijos.
***
En una hamaca descansa
después de que hubo vencido
en una de tantas luchas
con los pueblos enemigos
–justo reposo de quien
va a la guerra decidido–;
tal vez soñando en la suerte
que en esta vida ha tenido,
después de salvar a un jefe
de un caimán, o un cocodrilo,
y de casar con Zazil
y de haber tenido hijos.
Mientras, con su expedición,
Hernán Cortés ha sabido
en Cozumel de barbados
compatriotas en peligro,
y decide rescatar
a los que están detenidos.
Sin riña, son liberados,
mas no los dos complacidos:
contento se va Aguilar
y él se queda felicísimo;
labradas cara y orejas,
se siente maya adoptivo.
***
Es un hombre de la selva,
un español que ya es indio,
defensor de sus hermanos,
bravo jefe combativo,
conquistador renegado, 
un personaje sufrido;
su fuerza es la de ellos,
que al fin le dieron cobijo,
su mente piensa en su nombre,
navegando en igual río,
brinda sus conocimientos
a quienes llenan su espíritu.
Pero es mortal el guerrero
y lo es el hombre pacífico…
A manos de los que un día
recibió su beneficio
murió en desigual batalla
convirtiéndose en un mito.
Su sangre, que se ha mezclado
con la sangre de los indios,
está corriendo imparable
por un incierto designio,
y su figura es honrada,
ya convertida en un símbolo.

[2024, 19 abr.]

La historia de Gonzalo Guerrero


[Conferencia]

En los documentales hay inexactitudes, en texto o imágenes, inevitables cuando las crónicas no son del todo fidedignas, mas valgan de complemento estético.
***
Gonzalo Guerrero, renegado y padre del mestizaje.

Nacido en Palos de la Frontera, poco se sabe de la vida de Gonzalo Guerrero anterior a la conquista de México. Apenas que fue soldado, arcabucero, en la conquista de Granada por los Reyes Católicos, y que siguió al Gran Capitán a Nápoles. Debió de llegar a América en alguna de las expediciones que zarparon de España a finales del siglo XV o principios del XVI. En 1511 navegaba en un barco de la flota de Diego de Nicuesa, gobernador de Veragua (actual Panamá), que se dirigía de Panamá a Santo Domingo y que, desviado de su ruta por una fuerte tormenta, naufragó en las proximidades de Jamaica, en unos bajos llamados de las Víboras. Sólo unos veinte hombres consiguieron salvarse del naufragio. Éstos, en un pequeño batel, sin agua y sin alimentos, fueron arrastrados durante trece días por la corriente hasta arribar a la costa de Yucatán (México), aún desconocida por los españoles. La mitad de ellos murieron en el camino. Los que consiguieron llegar a tierra fueron inmediatamente apresados por indios mayas, quienes sacrificaron a algunos. Los pocos que quedaron con vida lograron huir, pero pronto volvieron a ser apresados, pasando a ser esclavos de los diferentes señores mayas de la zona. Ocho años después de estos sucesos, sólo quedaban dos hombres con vida: Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero, convertidos en servidores del cacique de Xamanhá (actual estado mexicano de Quintana Roo). Hacia 1514, Guerrero pasó al servicio del cacique maya de Chetumal (ídem), de nombre Na Chan Can, cuya confianza se ganó al integrarse en la vida y cultura mayas. Comenzó por vestirse como indígena y horadarse las orejas y el labio inferior, y fue adoptando los usos y costumbres de los mayas e incluso, según cronistas de la Conquista, su religión. Poseedor de un talento militar excepcional, pronto destacó como hábil estratega y empezó a asesorar a los indígenas en las tácticas de guerra occidentales y en la construcción de fuertes, trincheras y baluartes, al tiempo que aprendía la manera de guerrear de los mayas, hasta llegar a convertirse en un jefe militar prestigioso. Al frente de partidas de guerreros mayas, combatió contra los primeros intentos españoles de conquistar México: las expediciones de Hernández de Córdoba (1517) y Juan de Grijalva (1518). La total asimilación de Guerrero a la cultura maya se produjo al casarse con una mujer indígena, Zazil Há, según algunos autores hija del propio cacique Na Chan Can. Con ella tuvo varios hijos, los primeros mestizos de tierras mexicanas. Cuando el 6 de marzo de 1519, Hernán Cortés, marchando a la conquista de México, desembarcó en la isla de Cozumel, frente a la costa de Yucatán, supo, por algunos indios de la zona, que cerca de allí había dos náufragos españoles. Cortés se aprestó a despachar misivas a ambos supervivientes, invitándoles a unirse a su expedición. En cuanto Jerónimo de Aguilar se enteró de la llegada de los españoles, se apresuró a reunirse con ellos, a quienes acompañó en la conquista de México como intérprete de la lengua maya. Sin embargo, Gonzalo Guerrero, que ya era más maya que español, rehusó el ofrecimiento de Cortés, pretextando que su mujer y sus hijos le obligaban más que toda la gloria que pudiera alcanzar en la conquista de México o de ningún otro lugar. Cuando le dijeron que podía llevar en la expedición a su familia, siguió resistiéndose, afirmando que como esclavo que era no tenía libertad para elegir. Guerrero permaneció en tierras mayas hasta el final de sus días, combatiendo contra todos los intentos de los españoles de conquistar la península de Yucatán. Sus acciones militares contribuyeron en buena medida a que la conquista del área maya no se consumara hasta bien avanzado el siglo XVI. Fue el máximo responsable del fracaso de la expedición del adelantado Francisco de Montejo en el año 1527. Montejo, conociendo el prestigio militar de Guerrero y su entrenamiento en las tácticas de guerra indígenas, intentó que se sumara a sus tropas y le ayudara en la conquista de Yucatán. Para ello le envió una carta en la que le instaba a que abandonara sus costumbres indias y volviera al servicio de la Corona de España, prometiéndole los más altos honores. Pero Guerrero decidió seguir fiel a su pueblo de adopción y le remitió a Montejo su carta, tras escribir en el reverso que como esclavo que era no podía romper con los indios, pero que tanto él como todos los españoles podían considerarle como su amigo. Conocedor de los planes de Montejo de marchar sobre Chetumal y dispuesto a impedir que consiguiera su objetivo, Guerrero comenzó a organizar con los mayas la fortificación de esta ciudad. Francisco de Montejo, tras fundar una ciudad en Yucatán que le sirviera de base de operaciones, a la que puso el nombre de Salamanca, distribuyó a sus soldados en dos grupos. Uno de ellos, comandado por él personalmente, se dirigió por mar hacia el sur, mientras que la otra hueste, formada por ciento cincuenta infantes y dieciséis caballos, partió por tierra bajo el mando de Alonso de Ávila. Ambos ejércitos debían juntarse en Chetumal para sitiar la ciudad, pero Guerrero elaboró un ardid para impedir que los españoles llegaran a su destino. Así, cuando las dos tropas estaban a mitad de camino, hizo llegar a Alonso de Ávila un mensaje en el que le informaba de la muerte de Montejo, mientras que a éste le llegaban informes de que Alonso de Ávila y sus hombres habían sido aniquilados por los indígenas en el camino. Ambos se dejaron engañar por estas informaciones. Alonso de Ávila consideró inútil seguir al encuentro de Montejo, quien a su vez, creyendo que éste y sus hombres habían muerto, decidió regresar a Salamanca. Posteriores intentos de conquista de la península de Yucatán también habrían de fracasar ante la hostilidad de los indígenas, siempre capitaneados por Gonzalo Guerrero, al servicio de Na Chan Can. A mediados de 1531 las huestes bajo el mando de Alonso de Ávila intentaron nuevamente conquistar Chetumal y se enfrentaron con los indígenas sublevados; todo el sureste de Yucatán se levantó en armas contra los intrusos y Alonso de Ávila no logró reprimir la sublevación. En otoño de 1532 la situación se había hecho tan insostenible que todo el ejército español tuvo que huir en canoas hacia Honduras. Finalmente, en 1536, Guerrero marchó a Honduras, cuando los mayas de la zona estaban siendo atacados por los españoles. Capitaneando las tropas del cacique Cicumba contra sus antiguos compatriotas, murió de un disparo de arcabuz. Un informe de 14 de agosto de 1536 del gobernador de Honduras, Andrés de Cereceda, dice que fue encontrado muerto un hombre blanco vestido como un indígena, con el pelo trasquilado a la manera maya, pintado y con toda la apariencia de un indio. A medio camino entre la historia y el mito, Gonzalo Guerrero se ha convertido en un personaje ambivalente para los mexicanos: para los hispanistas es un renegado traidor, mientras que el nacionalismo le ha convertido en paradigma de la aculturación y en mártir de la lucha anti-imperialista, consiguiendo que perviva en la memoria colectiva mexicana como símbolo del mestizaje. En su honor, una estatua en la que aparece ataviado como los jefes militares mayas se alza en el paseo de Montejo de la ciudad yucateca de Mérida. 

Región de los mayas. Península de Yucatán

Notas complementarias
–Gonzalo Guerrero iba en una carabela enviada por Vasco Núñez de Balboa y capitaneada por Juan de Valdivia, desde Darién (en Panamá) a Santo Domingo (en La Española, actual República Dominicana), y ese fue barco el que naufragó en unos bajíos cerca de Jamaica. Sobrevivieron en principio unas veinte personas, unos dieciocho hombres y dos mujeres, que, sin agua, bebían sus propios orines; y menos llegaron a tierra, donde los atacó un grupo maya de los Cocomes, siendo esclavizados los pocos que se salvaron, hasta sólo quedar vivos Aguilar y Guerrero.
–GG salvó la vida del cacique Balam, que había sido atacado por un caimán, y agradecido le concedió la libertad; pero Guerrero decidió quedarse.
–GG se tatuó rostro y cuerpo y sufrió mutilaciones rituales según costumbre maya.
–GG pasó de ser esclavo de los mayas a jefe maya.
–GG tenía conocimiento militar, sobre todo por su formación con el Gran Capitán, que aprovechó para instruir a los mayas en el combate.
–GG fue denominado por los españoles como el Renegado.
–GG hubo de sacrificar a su hija primogénita para aplacar una plaga de langosta.
–GG, que fuera arcabucero, murió en Honduras de un disparo de arcabuz.
–GG fue echado al río Ulúa, que desemboca en el Mar Caribe, con el fin de que volviese a donde nace el sol, de donde había venido, a Castilla. 

Dijo el cacique Cicumba como, antes que se diesen, con un tiro de arcabuz se había muerto un cristiano español que se llamaba Gonzalo Aroza que es el que andaba entre los indios en la provincia de Yucatán veinte años ha y más, que es éste el que dicen que destruyó al adelantado Montejo.
Andrés de Cereceda (Gobernador de Honduras). Archivo General de Indias, Sevilla

Fuentes de información y enlaces relacionados
Gonzalo Guerrero –Real Academia de la Historia
Náufragos en los albores de la historia mexicana –Relatos e historias en México

Monumento a Gonzalo Guerrero (Wiki)
[Mérida, Yucatán, México]

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