Para que no nos domine la ansiedad, que viene a ser un desequilibrio emocional, hay que aprender a relajarse, para conseguir el tono adecuado y salir de ella —como esos barcos del gigantesco torbellino en un tormentoso océano—, controlando primero la respiración (técnica de respiración diafragmática) y después distendiendo los músculos (relajación muscular progresiva).
Técnica de respiración diafragmática
Nota. Además de la relajación en el hogar o en el trabajo, hay formas de relajarse en la naturaleza: contemplar el paisaje, pasear por un bosque, caminar por un río...
Entrada relacionada
No hay comentarios:
Publicar un comentario