Todo el mundo reconoce la importancia de la salud, de cuerpo y de alma...
Capítulo 18 de El último nocturno. Párrafos: Salud y enfermedad. [Saladino Barreiros escucha las explicaciones del psiquiatra Dositeo Chorima.]
–Si un sujeto goza de salud, es que no está enfermo –dejó caer Chorima esta obviedad–. ¡Qué perogrullada! Pero ¿qué es la salud? El estado de bienestar completo, físico, psíquico y social. La definición oficial y quimérica. Alguien dijo que, siguiéndola al pie de la letra, la salud sólo se alcanza en el orgasmo –hablaba sin reparos el psiquiatra, con la lengua desatada por el zumo fermentado de la vid–. Con otros matices, el individuo que la goza está adaptado al ambiente en que vive, sintiéndose libre de perturbaciones corporales y espirituales. De lo contrario, la enfermedad, física, psíquica o mixta, corriente o rara, pone en jaque al hombre y acaba ganando la partida, dándole mate. Yendo al terreno práctico, hay enfermos físicos que viven como sanos y sanos que malviven como enfermos; que lo son, si nos atenemos a la carencia de bienestar. No hay que esforzarse para entender. Pero hay mucho que aprender respecto al modo de enfermar, al cómo y al porqué. Sobre todo, en el ámbito de la mente y en una época de gran fragilidad psicológica. ¿No opina usted lo mismo, amigo mío?
Por supuesto, Saladino asintió, lo que dio pie a que Dositeo continuase, aun más animado, con su extendida perorata retórica, capaz de hacer dormir al más insomne.
–Los peores males son los del espíritu, que no se pueden ver. Y el peor dolor, el del alma –en esto coincidían plenamente–, imposible de calmar con analgésicos químicos. [...]
Body and Soul – Dexter Gordon
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La importancia de la salud se comprueba nada más salir a la calle y comprobar que las conversaciones de la gente tratan en buena medida sobre ella.
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