miércoles, 29 de septiembre de 2021

Relajando tensiones sin fármacos


Medicamentos sí, pero los justos.

Capítulo 17 de El último nocturno. Párrafos: Relajando tensiones sin fármacos. [Saladino Barreiros procuraba distenderse sin recurrir a los medicamentos.]
Siempre había procurado distenderse sin recurrir a la química. No era consumidor habitual de medicamentos como la mayoría de los viejos del llamado primer mundo. Y desde su visión natural, eludía los psicofármacos, ya en forma de pastillas, píldoras, cápsulas, comprimidos, tabletas o grageas, que evitan el ejercicio de la voluntad, el esfuerzo deseable. Sabía que a estas presentaciones medicamentosas nos lleva el miedo, el espanto, el terror, el pavor, el pánico, el canguelo, la aprensión, la cobardía que nos hace desgraciados. Porque nos angustia el hecho de vivir y nos inquieta pensar en la muerte. En su proximidad, Barreiros no la temía. O por lo menos procuraba no obsesionarme con ella –la mayor decepción–, siguiendo los consejos de los pocos sabios que en el mundo han sido, y aplicando procedimientos o técnicas que liberan la mente de preocupaciones. Lo conocido: respiración adecuada, baños termales, algunas de las actividades placenteras referidas. Se cuidaba de hacer una sola tarea cada vez y no señalaba un tiempo límite. Y las agradables compañías, con buen humor, como la de Servando, le servían para aligerar tensiones. Era consciente de las dificultades de una época competitiva y exigente, del principal mal social que es el agobio.

«¿Qué tiempo no conlleva contratiempo?», interrogaba al aire silencioso.

Gnossiennes 1-3, Erik Satie
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Párrafo anterior

Entradas sobre problema de abuso de psicofármacos

1 comentario:

  1. Gracias por la valoración, Rosa.
    La luna siempre nos acompaña..., y las flores nos alegran cuando florecen.
    Un poético saludo y suerte con tu blog.

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