martes, 7 de septiembre de 2021

La práctica de la medicina


El médico sólo es el ayudante de la naturaleza. Galeno

El papel de la medicina no es vencer a las enfermedades y a la muerte, sino aliviar el sufrimiento, limitar el mal y allanar el doloroso viaje del hombre hacia su última morada. Petr Skrabanek

El maravilloso capítulo I (La práctica de la medicina clínica) del famoso Harrison: Principios de medicina interna, nos sirve de base y de fuente inspiradora. Es más, considérese que el texto que sigue es completamente ajeno, pues pertenece a este maravilloso libro publicado por primera vez en 1950.

1. La medicina, arte y ciencia [Guía de la medicina, La incierta medicina]

La práctica de la medicina combina la ciencia y el arte. Precisa de conocimientos científicos (incluso de tecnología) y de habilidades, incluidas las de comunicación (entrevista clínica).

2. Lo que se espera del médico

Del médico se espera tacto, empatía y comprensión, ya que el paciente es algo más que un cúmulo de síntomas, signos, trastornos funcionales, daño de órganos y emociones alteradas. Es un ser humano que tiene temores, alberga esperanzas y por ello busca alivio, ayuda y consuelo. Para el médico, como el antropólogo, nada humano le es extraño o repulsivo... El verdadero médico posee, como dijo Shakespeare, un inmenso interés por el sabio y el tonto, el orgulloso y el humilde, el héroe estoico y el pordiosero quejumbroso. Se preocupa por la gente. [Se ha hablado de «alma de médico».]
3. La importancia de la relación médico-paciente
Los médicos necesitan considerar a sus pacientes no como «casos» o «enfermedades», sino como individuos cuyos problemas con mucha frecuencia trascienden las quejas que los llevan a consultarlos. [«No hay enfermedades, sino enfermos»: Centrados en el paciente.]
La atención del paciente empieza cuando se logra una relación personal entre éste y el médico. Si no existe un sentimiento de fe y confianza por parte del sujeto, disminuirá la eficacia de muchas de las medidas terapéuticas. [Y a veces se rompe la confianza...]

4. La práctica cambiante de la medicina 

La tradicional relación directa del paciente y el médico —la atención individual del paciente— a menudo deja de ser tal, convirtiéndose la atención en tarea de equipo. Un número cada vez mayor de enfermos son atendidos por grupos de médicos, con sus ventajas potenciales y sus desventajas: la falta de identidad del médico que asume la responsabilidad principal y constante del paciente. 

En la sociedad contemporánea, muchos factores tienen la fuerza de despersonalizar la atención médica: esfuerzo por reducir costos, confianza excesiva en lo tecnológico, servicios de salud cerrados, demandas judiciales... Los cambios producidos en el sistema sanitario hacen muy difícil conservar los aspectos humanitarios del médico y de la atención médica. [Puede hablarse de doloroso ejercicio de la medicina y se entiende el aumento de «médicos malheridos».]

5. El humanitarismo médico [La parte más humana de la medicina]

El American Board of Internal Medicine definió las cualidades humanitarias en esta forma: integridad, respeto y compasión. El médico humanitario, con el que se puede contar en todo momento, expresa verdadero interés por el paciente, le dedica el tiempo necesario para explicarle todos los aspectos de su enfermedad. [Entrega médica.] Ante pacientes con situaciones emocionales muy negativas, el médico humanitario debe ser consciente de sus propias reacciones y controlar su comportamiento.

6. Nuevos retos de la práctica médica

Avances científicos (incluida la biología molecular), nuevas técnicas, registros electrónicos, nuevos procedimientos médico-legales, telemedicina, medicina por Internet [Salud digital], globalización de la medicina..., además del envejecimiento poblacional que acarrea más necesidades asistenciales, ponen a prueba la práctica de la medicina

[Ref. bibliog.: Harrison. “La práctica de la medicina clínica” (capítulo I). En: Principios de Medicina Interna (11ª ed.). México: Ed. Interamericanana, 1990.]
Recordemos también lo que dijo William Osler: «La práctica de la medicina es un arte, no un comercio; una vocación, no un negocio; una vocación en la que tu corazón debe ejercitarse tanto como tu cabeza». 

Aun con los nuevos retos en el ejercicio de la medicina («esa ciencia inexacta»), permanecen las enseñanzas de los procedimientos fundamentales y principios de la práctica clínica: propedéutica clínica y semiología médica, historia clínica... Además, hay que tener en cuenta que el aprendizaje es continuo, que la formación del médico es constante y no acaba nunca. [v. Tríptico formativo en salud]
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Fuente: Twitter
Esa bata está cargada de experiencia, sabiduría, dignidad y compromiso con los pacientes. Un símbolo médico de lúcida continuidad y conocimiento amorosamente aplicado. Valores de un galeno ejemplar que no debieran ser desaprovechados al final de una andadura sanitaria.

Valga como colofón esta reseña de un médico humanitario, recién jubilado, cuya práctica médica —en una larga trayectoria, hasta colgar la bata definitivamente— ha sido ejemplar. Un médico a imitar, aunque sea inimitable; vocacional, si por vocación entendemos lo que expresó Gregorio Marañón, de manera prosaica («la voz interior que nos llama hacia la profesión y ejercicio de una determinada actividad») y poéticamente, en su ensayo Vocación y ética

Si ser médico es entregar la vida a la misión elegida…
Si ser médico es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día…
Si ser médico es hacer de la ambición nobleza; del interés, generosidad; del tiempo, destiempo, y de la ciencia, servicio al hombre que es el hijo de Dios…
Si ser médico es amor, infinito amor a nuestro semejante…
Entonces ser médico es la divina ilusión de que el dolor sea goce, la enfermedad, salud, y la muerte vida.

Harrison. Cap. 1: La práctica de la medicina clínica

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